sube, baja, grita y vive,
es mágico y fabrica con la brisa
la tinta con que mi sonrisa escribe.
Tan sólo parpadeas todo renace,
un tiempo, dos, tres, todo el día,
la luz del tiempo se rehace
cuando tu vida es la vida mía.
Aromas de mil años de perfume,
de flores, de reciente pan horneado,
el sol tus movimientos nos presume
en un abril torneado.
Bailando al son que sólo es tuyo
haces saltar mis manos y mis piernas.
Brillas cuál luna, ceniza y cocuyo,
brillas en las lagunas eternas
del amor de Adán y Eva,
del amor
de la gente que vivió y dejó la cueva.
Llevas el nombre de la flor.
Llevas el jardín en tu sonrisa.
Glauco
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