Presentación

Presentación

martes, 24 de abril de 2018

Caín

Ser nacido lejos del paraíso
marcó en tu vida la pena y el dolor
de sembrar el alma y comer del sudor,
de distinguir entre vaina y carrizo.

Razón y orgullo: grandes cualidades,
grande el corazón, las manos y la fe,
grande la pasión, los ojos y la sed;
ser grande: vanidad de vanidades.

Fruto de tu trabajo fue tu ofrenda;
trabajo que aprendiste haciendo fuerte
la relación entre razón y mano.

No vigilar la ruta de la senda
fue el detonante para darle muerte
a Abel, tu bienaventurado hermano.


Talio




lunes, 23 de abril de 2018

Abel

Naciste y no fuiste el primer hijo,
no aprendiste el arado y la cosecha;
la técnica produce arco y flecha,
no sólo el pan y el vino, el regocijo.

Así viste en la tierra algo distinto
que ocupase las fuerzas de tu alma,
diste a los rebaños guía y calma
cual si tuvieras el divino instinto.

Siendo inocente no viste el vicio,
no viste que el saber sembrar la tierra
enterraría tu cuerpo en lo profundo.

Contigo para ser el sacrificio
el hombre trae la marca que lo hierra
y le da luz y sombra a nuestro mundo.


Talio




jueves, 19 de abril de 2018

En el principio

Justo cuando Adán y Eva
fueron echados del Edén
por fin hubo en la tierra quien
derramará el agua nueva:
sudor, sangre, suelo, cueva,
flor y bestia, llanto y broma,
dolor que el dolor retoma.
Casa bajo las estrellas,
luces entre las centellas,
bestia humana que se doma.


Talio




miércoles, 18 de abril de 2018

Elegía de los ojos

Quisiera ser las patas de tus lentes
acariciando atrás de tus orejas,
¡anhelo acariciarte con los dientes!

Los cristales de tus lentes, las rejas,
esconden tus pestañas, tus pupilas,
tus párpados, tus iris y tus cejas.

Detrás del escondite están las filas
de sueños, de esperanzas y de amores,
que hilas de día y de noche deshilas.

Sueños pintados, son de mil colores
cual si fuese el aliño de las puertas
que cierran y abren según tus clamores.

Si miran hacia afuera están abiertas,
de lo contrario las verás cerradas,
si miran estarán vivas y muertas.

Miran y miran muchas miradas,
ven en ellas el reflejo de su ser,
ven en ellas estrellas estrelladas.

Si viviera en tus pestañas podrías ver
de los bienes y los males la fuente.
Si viviera ahí ya fueras mi mujer.



Talio



lunes, 16 de abril de 2018

La salsa

Un baile estrepitoso inicia en la cadera,
baja por las rodillas hasta los pies calientes.
El ritmo se desnuda, se moja y pone afuera
una pasión canina de lobos indecentes.

Aullan en el baile, mientras el baile se abre,
desmenuzan la carne y destruyen el suelo.
No se siente el cansancio, mucho menos el hambre,
cuando el estro derrite cualquier cubo de hielo.

Los gélidos abrazos, al compás de los cuerpos,
indican a la orquesta más ritmos y más ruidos
que traigan desenfreno, que traigan a los muertos
desde su mausoleo, que traigan hombres vivos.

Una trompeta se oye antes que los timbales
y el bajo dando vueltas se esconde y marca el paso,
un coro de trombones canta voces geniales
y unas congas hambrientas suenan tras los zarpazos.

Las historias picantes le ponen la poesía
a este baile de negros, de pobres y de esclavos.
Entre compás y letras malgasta la alegría
de los hombres sensibles, de los obreros bravos.

Hay un tal Yomo Toro con sus cuerdas precisas
adornando los soplos de El Malo que se alza
tocándole al Cantante que canta como brisa.
El Diablo, Willie y Héctor, perpetuaron la salsa.


Talio





jueves, 12 de abril de 2018

Glauco

Del amor sin saber tú vas sabiendo
al pescar en los mares varios peces,
sin saber andando mares puedes
ser dios y ser un monstruo y seguir siendo.

Siendo purificado por las diosas
de los mares con cantos muy hermosos,
partiste y encontraste esos dos ojos
que huyeron a las tierras ominosas.

Escilla te alejó y pidió que fueras
lo mismo que le pediste a la maga
para ti cuando al pasar la viste

y por desconocer lo que tú eras
quedó en tu ser rechazo, en ella yaga
eterna por los hechizos de Circe.



Talio



martes, 10 de abril de 2018

Odiseo

Un asalto, una guerra y un traslado
te sacaron de casa dos decenios.
Con astucia y labia salió tu genio
en la guerra que un día hubo comenzado.

Inventaste las mejores historias
para convertir las grandes murallas
en unas simples y débiles vallas,
transformando troyanos en escorias.

Una década después te embarcaste,
volviendo con tu esposa y a tu casa.
Con brujas, cíclopes y con Proteo,

el metamorfo dios, tú te enfrentaste.
Con un disfraz que por doquiera pasa
volviste a que te llamaran Odiseo.


Talio




lunes, 9 de abril de 2018

Tersites

Siendo un guerrero como ningún otro
partiste hacia Ilión, te uniste al asedio.
La guerra en tu alma sólo causó tedio,
siendo apartado cual si fueses monstruo.

Monstruosos pasos por ser patizambo
marchaban, creo, por tierras de Príamo,
pero al tener tu espalda un curvo tramo
lanza y espada pasaban entrambos.

Te distinguías por ser el más feo
en ese gran y majestuoso salón
donde te opusiste al rey Agamenón,

fue hasta que el cetro del rey Odiseo
reprendió las locuras que dijistes
y así te hiciste el inmortal Tersites.


Talio



viernes, 6 de abril de 2018

En el espejo

Antes de mirar el mundo como es
le damos un vistazo diferente
a nuestro corazón y a nuestra mente,
mirándonos en aquel mundo al revés.

Encontramos de ese lado nuestra tez
que es en ese reflejo omnipresente;
quien quiera ver a otro no lo intente,
ni siquiera mira ahí sus propios pies.

Al salir todo se nos vuelve ajeno,
miramos mil pisadas y mil rostros
que nos son nuestros sino son de otros.

De mí y de otros el mundo está lleno,
lo vi en la mañana al ver el reflejo
de un mundo que se oculta en el espejo.


Talio



jueves, 5 de abril de 2018

Caracola viajera

En la playa pisé una caracola,
no era grande, tampoco era pequeña,
no sé si era de Ibiza o de Cerdeña,
sé que la ví llegar en una ola.

Arrivó siendo la primera huella
del nuevo rostro pintado en la duna;
la caracola por las playas tuna
haciendo de la sorpresa la más bella.

Sorprendente caracola, te escondes
en el color de la arena, te alzas
con tu presencia en las plantas descalzas,

te arrepientes por dejar que los hombres
te alejen de tu viaje por la arena,
por el mar, el sol y la playa buena.


Talio



miércoles, 4 de abril de 2018

El alma en la marea

Un viaje en barco atravesando el Nilo
es el principio de una travesía
oculta entre el silencio y el sigilo.

La brisa en la cubierta es alegría
para el único marino en esta nave,
tintinea una canción que el viaje guía.

El dios Amón con su corona grave
excita el aire y excita la brisa,
haciendo que el viaje en el Nilo acabe.

Busca el marino otra ruta de prisa,
y el Tigris a lo lejos se dibuja,
con el sol matutino se divisa.

El viento cual contramaestre empuja
una tripulación de hilada tela
a donde la corriente cual burbuja

estalla, se quebranta y se desvela
por los horrores de los que batallan
en la costa donde la paz cancelan.

Las voces, durante la guerra, callan,
y el barco silencioso mejor se va
donde todos los horrores encallan.

Entre las olas no sabe dónde está,
no sabe si son olas o es Proteo,
no sabe lo que la mar le puede dar.

Los oídos encienden el deseo
ante el sueño de un canto de sirena
que libera el fuego de Prometeo.

Más vale encontrar una marea buena
antes de olvidar por qué se navega,
encontrarnos una vida serena.

El hombre al marinero ya no juega
y se instala en una casa en el monte,
dónde la vista de Glauco no llega.

Ahí se mira mejor el horizonte,
se recuerda el mar antes navegado
para poder navegar el Aqueronte
y volver donde todo ha comenzado.



Talio



martes, 3 de abril de 2018

Ruido y pensamiento

                     I

Gotas de lluvia ausente van a parar
a charcos inexistentes sobre el mar
de asfalto silencioso, sin caminos,
sin el paso cadencioso de los niños.

Sopla el viento en las copas estériles
de los árboles de sombras fértiles
y no sufre ningún corte que suene
en lo alto del horizonte perenne.

Gracias a mis ojos puedo dar cuenta
de la lluvia, del viento y del chubasco
que forma el movimiento y no el sonido.

Al sonido la vista no lo encuentra,
no lo encuentra ni con el envarbasco
que fluye por las venas del oído.

              

                       II


La lluvia calla cuando la marea
viaja y encalla allende está una fea
sirena escondida tras una canción;
cállase nuestra vida y el corazón.

Un silbido se escucha en la memoria
como un nogal que resiste la historia
y se silencia sólo si admite
que su presencia en el otro existe.

Mis ojos escuchan cuando se calla
la tromba y se convierte en aguacero,
lo saben pues no sólo oyen sonido.

La idea y el pensamiento son la causa
de todo lo que escucho, pienso y quiero.
Es posible callar sin que haya ruido.



Talio

lunes, 2 de abril de 2018

El nuevo orden

Las aves lloran al alba,
lloran en silencio y lloran
lágrimas sobre la calma
desecada de las rosas,
lloran un silencio y claman
al cielo una ardiente prosa:
–¡Cielo, que trazan mis alas
en el fondo azul la sombra,
dónde estás, en dónde estabas
cuando murió lo que nombra?

La tierra escucha ese llanto
y se llena de coraje
al ver la flor marchitando
el respiro y el paisaje.
Tiembla desde muy abajo
provocando que un embate
se levante hasta lo alto,
golpeando la estrella que arde
por haber asesinado
a la palabra en la tarde.

El sol clama su inocencia
–¡Yo no le maté, no fui yo,
y comparto su dolencia!
Ha sido otro quién lo mató.
–¿Quién hizo tan vil empresa?
–Su hermano con quien se hermanó,
con quién caminó la cuesta,
con quién sembró y cuidó la flor.
–Cielo, tú qué eres la vista,
¿por qué se murió el amor?

El cielo calma a la tierra
con un sereno vistazo,
y la tierra se está quieta
devolviendo el día soleado,
la flor muerta resucita
y el ave ya está cantando.
–La muerte nada le quita
a quien ama y es nombrado.
La muerte ya no es la grieta,
es el camino y el paso.

La palabra no está muerta,
tampoco el amor ha muerto.
La palabra ahora es nueva,
se cultiva en nuevo huerto.
La muerte es la nueva prueba
de que el amor es tan cierto
como lo es la vida eterna.
El matón estaba ciego,
ahora ve la vida buena,
ahora vive, ahora es cielo.

El cielo arranca la nada
de la experiencia del hombre
arranca al soldado su arma,
arranca el hambre del pobre,
arranca la vista falsa,
arranca el valor al cobre.
El cielo devolvió el alma,
y la devolvió de donde
nada se escucha ni clama.
El cielo es el nuevo hombre.

El hombre no es asesino,
el hombre no es ningún malo,
es causa del sacrificio,
del amoroso regalo.
Dios y el hombre son amigos,
caminando el mismo campo.
La profecía se ha cumplido
y el hombre puede ser santo.
El hombre ahora está bendito,
vivirá siempre en lo alto.




Talio