Presentación

Presentación

viernes, 30 de diciembre de 2022

De mañana

 
A diario me entra el sol por la ventana,
se vuelve tigre al ir a mis pestañas. 
El sol le da calor a mis entrañas
pa' que yo dé calor a la mañana. 

La noche y el calor lloran al tiempo
que el sol me desvanece de los sueños.
La noche y el calor ya no son dueños
del cielo, ni del tiempo, ni del cuerpo. 

Despierto y sé que soy un ser despierto.
Me duermo y nunca sé que estoy dormido.
Es un misterio el momento vivido

como es misterio aquel momento muerto,
por eso viene el sol hasta mis ojos
a hacer del sueño onírico rastrojo. 

Glauco

jueves, 29 de diciembre de 2022

Tus dos corazones

 
De tantas formas que tu cuerpo tiene
es en tu vientre donde miro al cielo,
como par de palomas en el vuelo
el esférico mundo me contiene. 

De la piel, de la vista, del contacto
se conforma una fiera sinfonía
que resuena en mis manos la armonía
de un bestial, divinal y único acto. 

Yo te miro y mis manos enloquecen.
Enloquezco también por tu mirada
que entre lácteos relámpagos me agrada. 

Tu figura aparece y en mi crece
el temblor del amor y la pasiones:
eres tú mi temblor, dos corazones. 

Glauco

miércoles, 28 de diciembre de 2022

Decir y explicar

 
¿Decir que papá no sabe
ser papá es una verdad?
Se sabe que vuela el ave
aunque no sepa volar. 
En el saber sólo cabe
lo que se puede explicar,
el resto es inexplicable
(como ser ave o papá). 

Glauco

martes, 27 de diciembre de 2022

Incertidumbres

 
Quizá quedó en el ayer
lo que ahora llaman recuerdo,
mas porque lo recordé
hoy es distinto el momento.
Quizás no puedo saber
que en la memoria me pierdo,
como se pierde la fe
por dar agua al pensamiento. 

Quizá en el acto de amar
se oculta un grande misterio,
lleva con él la verdad
perdida en otros milenios.
Quizá las aguas del mar
inunden el cementerio
y hagan de la humanidad
el engaño de un convenio. 

Quizá el destino es morir
para buscar ir al cielo,
no importa si el cielo es gris,
o si hace camino el muerto. 
Quizá el azar de vivir
pone a las aves en vuelo,
y quien las mira es feliz
en el mundo descubierto. 

Glauco

lunes, 26 de diciembre de 2022

Es que te extraño

 

Todos los días te tengo

y todos los días me siento

como si me hicieras falta.

Es que tengo en la garganta

los recuerdos de tus besos;

es que siento en mis recuerdos

la expresa necesidad

de que no me faltes más. 


Yo no sé cómo se siente

extrañar sin que eso duela,

porque te pienso y me duele.

A veces sana la espera,

pero a veces simplemente

siento como si muriera

por tenerte y no tenerte.

Te extraño, mi amada bella. 


Glauco

viernes, 23 de diciembre de 2022

Voluntad de poder

 
De la mítica voz de lo incesante
surgen la voluntad y la potencia.
La potencia de ser potente esencia;
voluntad de poder del aspirante. 

¿Qué se quiere que no sea ya querido
por las mórbidas fuerzas de las masas? 
Me imagino se quieren propias brasas
que provoquen, del mundo, el estallido. 

Y si acaso no estalla en mil pedazos
ese mundo, que estalle el corazón
en quietud, en combates y en abrazos,

arrancando de sí la confusión.
Tantos hombres caminan tantos pasos
sin saber del poder de volición. 

Glauco

jueves, 22 de diciembre de 2022

El descanso

 
Se sentó la señora en la banqueta
a esperar los alientos de sus pies,
mientras miraba ser lo que no es
surgió en ella la fuerza del poeta. 

A sí misma se dijo que el asfalto
era un lienzo de historias platicadas
por los pasos, los pies y las pisadas
del humano (su paz, su sobresalto). 

En el mundo encontró la inspiración
para hacer de los cielos una manta
y su mente la voz de su garganta. 

De pronto por allí pasó el camión 
convirtiendo en humano lo divino. 
La señora siguió con su camino. 

miércoles, 21 de diciembre de 2022

El misterio

 
Tantas cosas que aprender:
retórica y aritmética,
flujo y ritmo del llover,
termodinámica y ética,
cálculo, canto y genética,
la mística y la poética…
Todo ello para saber
qué hace a la mujer mujer. 

Una mítica sirena,
la Gorgona y su mirada,
una imaginaria Helena,
Eva siendo desterrada,
Eurídice castigada,
la esfinge, la arpía y el hada;
un misterio, una condena,
de la tierra fruta buena. 

No hay número ni estructura
poética o musical,
sanguínea, física, pura,
inaccesible o moral,
en este mundo real
que explique lo sin igual
de la mujer, de la cura
de este mundo que perdura. 

Glauco

martes, 20 de diciembre de 2022

Te busco

 

En las flores de breves horizontes

yo te busco, Señor, pues me dijeron

los doctores que alguna vez te vieron

que Tú estás en los campos y los montes. 


Yo te busco, Señor, entre la lengua

de mi amada que a besos me despierta,

en su amor, de Tu Amor, estoy alerta

y en Tu Amor, de su amor, el bien no mengua. 


Sacrilegio, herejía, mal y pecado

van conmigo, Señor, mientras requiero

que te pongas conmigo. Compañero


de mi amor, de mi hoy crucificado,

ven conmigo, disuelve mis pesares.

Llévame a caminar sobre los mares. 


Glauco

lunes, 19 de diciembre de 2022

Cuartetos

 
               …

Las raíces del amor
se arraigan por donde quiera.
Parece que un corazón
es el que mueve la tierra. 

                …

La mano le dice al viento
"Quítate que voy pasando".
Si tuviera entendimiento
sabría que pasa volando. 

                …

De la flor nace la imagen
de la esperanza y la vida.
Los ciegos son los que saben
de esa imagen escondida. 

                …

A decir de los ancianos
la vida no vale nada. 
Son como ciegos tebanos
con una cruda mirada. 

                …

Cada mañana la tarde
se disfraza de sorpresa.
Con el tiempo haciendo alarde
la tarde a la noche besa. 

                …

Te conozco aunque no sé 
adónde vas o quién eres.
Sé, porque te tengo fe,
que te quiero y que me quieres. 

Glauco

viernes, 16 de diciembre de 2022

Tu mano

 

Tu mano a veces me toma

y me lleva a la tersura

del contacto, de la poma,

me lleva a la travesura

de la pasión que se asoma 

a la especie que perdura. 


Tu mano a veces me deja

en la ascética quietud

de una cabañita vieja,

morada de la virtud,

de la paciencia perpleja,

que espera que llegues tú.


Soy un hombre bendecido 

con la pasión de lo humano:

ingrato y agradecido,

humilde y también ufano

de que, despierto o dormido,

tu mano toma mi mano. 


Glauco

jueves, 15 de diciembre de 2022

El amor es egoísta

 
El amor es egoísta.
No hay cariño que no exista
en nuestro pecho primero
y luego en nuestro "te quiero". 

Amamos sin conocer
como sabemos sin ver.
Somos los del amor diestro
y del corazón siniestro. 

Y así el amor nos convierte
en aliados de la muerte
que igual que salvaje fiera
espera que alguien la quiera.

Igual nosotros pedimos
y en fiera nos convertimos. 
Queremos que alguien nos quiera
aunque al querernos se muera. 

Y de la forma que quieras,
de una y de mil maneras,
lo que parece altruista
es un amor egoísta. 

Amamos porque creemos
que en realidad lo valemos,
aunque no valgan lo mismo
el amor y el egoísmo. 

Glauco

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Se dice

 
Se dice lo que se sabe.
Qué se sabe es el dilema.
La verdad no siempre cabe
en los versos de un poema. 

Se sabe lo que se dice.
Qué se dice es el problema. 
No hay mentira que priorice
la realidad y su esquema. 

Glauco


martes, 13 de diciembre de 2022

Perdón si mi mirada

 
Perdon si mi mirada de encono va vestida,
primero vi lo malo y luego vi la vida. 
Quisiera que los ojos no reflejaran nada
pero es inexistente un mundo sin mirada. 

Perdón si mi mirada ve con indiferencia,
no quiero que se note la yaga en mi inocencia. 
Quisiera que mis cejas no fueran estocada
que se clava en mi ceño, mutando mi mirada. 

Perdón si mi mirada a tu mirar destruye,
no quiero que se note que de vergüenza huye. 
Quisiera no ir andando con la cara enojada,
pero es que en otro tiempo se enojó mi mirada. 

Glauco

lunes, 12 de diciembre de 2022

Seis personas

 
Un niño mazapanes ofrece en una caja
a la par que otro niño disfruta una paleta. 
El padre del segundo de pena desencaja
mientras al otro niño el hambre le incompleta.

El padre por la culpa le compra un mazapán,
el hijo en su berrinche, comérselo no quiere,
el niño de la caja quiere tener papá,
mientras al que los mira algo hiere y no hiere. 

Aquel que los observa medita en lejanía
–¿Qué clase de dios deja que haya desigualdad?
–Uno que nos confunde penar con alegría.
Contesta para sí, sin saber la verdad. 

Mientras las reflexiones dominan al testigo,
el niño berrinchudo domina los deseos
de su padre que mira al niño sin abrigo
que no tiene motivos para mirarlos feo. 

Se quiere lo cercano aunque eso nos revele
lo poco que se puede amar a todo el mundo.
Es cierto, ver el mundo es un mirar que duele,
por eso nadie quiere poder ver más profundo. 

Y mientras esto digo todo sigue pasando: 
el padre con su ceño calma los ademanes
de su niño grosero berreando y pataleando,
el otro niño ofrece sus pobres mazapanes. 

Glauco

viernes, 9 de diciembre de 2022

El milagro del placer

 
Se sabe que el placer es momentáneo,
se saben sus razones, sus motivos,
sus causas, sus porqués, sus instintivos
calores, sus valores subterráneos. 

Entre lo que se sabe, confundidos,
los hombres pretendemos lo perenne,
queriendo del placer que va y que viene
lo eterno en la experiencia enaltecido. 

Si acaso prescindiéramos del tiempo
veríamos el placer como accidente,
no como fin ni como acto indecente. 

Si acaso prescindiéramos del cuerpo
veríamos el milagro del placer
sin asumir que se puede saber. 

Glauco

jueves, 8 de diciembre de 2022

Primer amor

 
En el sol, en las hojas, en la cueva,
donde moran las gotas del rocío,
encontró su fulgor el amor mío
para hacer de mi vida vida nueva. 

Eres sol que de luz me da la prueba.
Eres árbol nacido en el vacío.
Eres cueva, mas no lugar sombrío.
Eres gota de brillo que se eleva. 

Nueva vida eres tú, nueva la historia
de la especie, del hombre, de lo humano.
Nuevo todo, mas no por nuevo extraño,

pues lo nuevo fulgura en la memoria
de la especie, del hombre, del lejano
corazón que latió en el primer año. 

Glauco

miércoles, 7 de diciembre de 2022

La ensoñación de un camino

 
Un camino deseó ser caminante
y miró de los pies el movimiento. 
Los miró ir y venir del firmamento,
poco a poco, viajar hacia adelante. 

–Es lo mismo estar muerto que estar quieto–
dijo para sí mismo aquel camino
recordando al Maimónides rabino,
pues estar no es igual a estar completo. 

Sin embargo, cayó en el pensamiento
y notó que al pensar estaba vivo;
para andar no tenía ningún motivo. 

Lamentable es saber que es sólo un cuento
del que piensa, desea, cuenta y escribe
un camino que quiere, piensa y vive.


Glauco

martes, 6 de diciembre de 2022

El que escribe vive

 
Los cerros adornados de guirnaldas
demuestran que hay gente viva.
Transportes y personas en sus faldas
nos muestran que hay movimiento. 
No sé si abajo es arriba
ni sé si rápido es lento,
sólo sé que es emotiva
la imagen del firmamento. 

Los parques olvidados por el sueño
muestran al mundo dormido.
Senderos, canchas y tierras sin dueño
muestran que hay alguien despierto. 
No sé si el silencio es ruido
ni sé si el vivo está muerto,
sólo sé que estoy perdido
mirando el mundo desierto. 

Mi cara, el resplandor de la pantalla,
la rueda y mi pensamiento,
se juntan en este verso que falla
y que aún así lo escribo. 
No sé si sé o sólo siento,
ni sé si tengo motivo,
sólo sé que si lo intento,
escribo y me siento vivo. 

Glauco

lunes, 5 de diciembre de 2022

La tormenta de las aves

 
En la quietud de la noche
de pronto se escucha un rayo,
es la quietud que se rompe
antes del canto del gallo. 

Rayo tras rayo se forma
un eléctrico trinar.
De los árboles se asoma
un canto para cantar. 

Como espadas, como agujas,
los trinos en nuestro oído
se derraman hechos lluvia
de vibración y sonido. 

Los árboles son las nubes,
los audífonos: sombrilla. 
Este ruido que nos cubre
es matinal maravilla. 

Picos y alas son ligeros,
pero sus cantos son graves. 
Es lindo escuchar primero
la tormenta de las aves. 

Glauco

viernes, 2 de diciembre de 2022

Mi cuerpo es tuyo

 
Cuando yo escribo, tú escribes. 
Canto y cantas mis canciones. 
A veces tengo visiones
de los momentos que vives.
Es que mi cuerpo es tuyo
porque mi cuerpo es tuyo. 

Si tú el aliento contienes,
mi pecho se queda quieto.
Si tu apetito está inquieto,
tengo hambre y tú también tienes. 
Es que mi cuerpo es tuyo
porque mi cuerpo es tuyo. 

Cuando miro el firmamento,
miro las cosas que ves. 
No sé si pase al revés:
que sientas mi sentimiento. 
Es que mi cuerpo es tuyo
porque mi cuerpo es tuyo. 

Yo respiro y olfateo
el olor que te rodea. 
Cuando tu cara me vea
podrás ver lo que yo veo. 
Es que mi cuerpo es tuyo
porque mi cuerpo es tuyo. 

Glauco

jueves, 1 de diciembre de 2022

Saber y sabor

 
Me dicen que mucho sé,
mas no sé si se refieren
a los datos que se adquieren
o al mismo saber del té.

Si hablan de sabiduría
habría que ponerme a prueba,
no como quien prueba breva
y su sabor no sabía. 

Realmente yo no sé nada;
a nada sé, es la verdad.
Entre gusto y realidad

hay una línea delgada.
Me confundo en el sopor
entre saber y sabor. 

Glauco

miércoles, 30 de noviembre de 2022

Aromas urbanos XI

 
No sé si logré captar,
de lo que huele, la esencia.
Entre tanta turbulencia
es muy difícil mentar
los perfumes de este mar
de ciudad y ciudadanos. 
Un fenómeno inhumano
es el ser grato o ingrato
dando sentido al olfato
con los aromas urbanos. 

Glauco

martes, 29 de noviembre de 2022

Aromas urbanos X

 
No es preciso investigar
cómo es que cierto aroma
en las banquetas se asoma,
pues nos basta con pasar
para ïdentificar
los orígenes más ruines
de esos olores afines
a los hombres del hospicio.
Del humano el desperdicio
se ve en el olor a orines. 

Glauco

lunes, 28 de noviembre de 2022

Aromas urbanos IX

 
De entre tantas golosinas
hay una cuyo perfume
más que la rosa presume.
Engatusa al que camina
y también al que cocina. 
En el aire se desata
la magnificencia grata
del azúcar con vainilla
y a todos nos maravilla
oler gorditas de nata. 

Glauco

viernes, 25 de noviembre de 2022

Aromas urbanos VIII

 
Nadie sabe qué pasó,
si fue deseo o accidente
la causa del maloliente
caucho que esparce su olor
en el humo que quemó.
A veces no se ve nada
y otras se ve desatada
la línea de pestilencia
que se mantiene en esencia
oliendo a llanta quemada. 

Glauco

jueves, 24 de noviembre de 2022

Aromas urbanos VII

 
Entre una nube de humo
en el umbral de la noche
el hambre busca el derroche
de lo que llaman consumo,
gracias al olor a insumo
de lo que vende el taquero.
Ese aroma choricero
con cilantro combinado
es el perfume sagrado
de los tacos de suadero. 

Glauco

miércoles, 23 de noviembre de 2022

Aromas urbanos VI

 
En un camino fortuito
se respinga la nariz
y quien andaba feliz
de pronto levanta el grito
que revela lo marchito.
En el ambiente perdura
lo podrido y la amargura
de los deshechos del hombre.
Eso sólo tiene un nombre: 
es el aroma a basura. 

Glauco

martes, 22 de noviembre de 2022

Aromas urbanos V

 
El transporte de mañana
se colorea en lo diverso.
Ese pequeño universo
repleto de carne humana
en un aroma se ufana.
Es un olor que consume
y como bello se asume:
dulce tóxico que llama
a despreciar a la dama
que se pone ese perfume. 

Glauco

lunes, 21 de noviembre de 2022

Aromas urbanos IV

 
En el paso comprimido
del público simultáneo
en el largo subterráneo
se escuece un olor mullido
en el mal de lo mordido. 
Telúrico movimiento,
espíritu de alimento,
y suspiro de la boca,
son lo que a cualquiera toca
cuando percibe el aliento. 

Glauco

viernes, 18 de noviembre de 2022

Aromas Urbanos III

 
A veces en cada paso
se percibe un favorito
aroma que es exquisito,
envuelto de su olor graso
se le ve salir de un cazo. 
Hacen tortas y gorditas;
las hay rojas, las hay fritas;
su perfume es el recuerdo
del espíritu del cerdo
rediseñado en carnitas. 

Glauco

jueves, 17 de noviembre de 2022

Aromas urbanos II

 
Dentro de un salón de clases
se encuentran muchos aromas,
mas hay uno que se asoma
de los pies de los rapaces
cual zopilotes voraces. 
Con percibirlo una vez
todos saben lo que es: 
no es podredumbre ni queso,
es un gran perfume leso
el aroma de los pies. 

Glauco


miércoles, 16 de noviembre de 2022

Aromas urbanos I

 

Hay un desquiciante olor

en las axilas de algunos. 

Aromas inoportunos

cubren narices de horror,

de desagrado y temor. 

Ese aroma es desquiciante

y por eso es importante

que, aunque se deba hacer fila,

todos pongan en su axila

algo de desodorante. 


Glauco

martes, 15 de noviembre de 2022

Un lugarcito

 
En las combis no cabemos
y no es que seamos enormes,
son los espacios deformes,
porque donde nos sentemos
el chofer quiere que entremos. 
Son las combis un delito,
son un transporte inaudito,
y todo aquel que se sube
quiere encontrar una nube
y se encuentra un lugarcito. 

Glauco

lunes, 14 de noviembre de 2022

La fiesta de muertos

 
Ya ha pasado Día de muertos,
viene la Revolución.
Noviembre es celebración
con los panteones abiertos
y con los campos desiertos
de miés revolucionaria.
Una fiesta imaginaria
es lo que necesitamos,
pues con la fiesta nos vamos
por la muerte necesaria. 

Glauco

viernes, 11 de noviembre de 2022

Abby Hoffmann

 
Del disturbio sembrador,
con estrellado disfraz,
como todos los demás
decía querer lo mejor:
sociedad de paz y amor. 
"Roba este libro" decía
a quien robar no quería. 
¡Claro! Para él su opinión
era tener la razón,
mas opinar no sabía. 

Glauco

jueves, 10 de noviembre de 2022

Mano de piedra

 

En los puños del atleta

se comprime la dureza

de una vida de pobreza.

El público lo respeta

pues su vida no es secreta:

salvaje y algo galán,

en sus ganchos un imán;

un valioso ser humano

con una piedra en la mano.

Siempre: Roberto Durán. 


Glauco

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Horario de verano

 
Nos cambiaron el horario
por uno más ahorrativo
con la tarde al rojo vivo.
Poco a poco el calendario
amaneció tarde diario
y casi vuelto costumbre,
con el horario en la cumbre,
se volvió a atrasar la hora.
El horario no mejora
adelantando usar lumbre. 

Glauco

martes, 8 de noviembre de 2022

Alcoholismo

 
Por todos es sabido que el alcohol
desnuda de color al pensamiento,
cobija al hombre con el firmamento
y cambia su resaca por el sol. 

Un sol que no da vida, que incinera
los ojos de placer del desenfreno. 
Un firmamento que rompe cual trueno
la pena. Y ojalá pronto lloviera. 

¡Qué llueva pronto pa' lavar la pena! 
¡Qué lloren todos para llorar juntos! 
¡Qué llueva sobre los sueños difuntos! 

Porque así es el alcohol: canto'e sirena,
un hechizo de flujo, un destructor
de principios, las ganas del horror. 

Glauco


lunes, 7 de noviembre de 2022

Hermanos por la tierra

 
La tierra en su finura me hizo hermano
de un hombre cuyo brillo calla al fuego 
y lleva en sí la herencia del aldeano
que hacía al destino azar y al azar juego. 

Hermanos en la herencia y la cultura,
llevamos el trabajo en un hatillo,
un par de dados dentro del bolsillo
y una mano de gozo en la cintura. 

La tierra le hizo hermano en lo fangoso
de este hombre que entre versos está oculto
y que para la tierra es un insulto.

Es la hermandad asombro luminoso,
cambio incesante que a vivir se aferra. 
Los hombres son hermanos por la tierra. 

Glauco

viernes, 4 de noviembre de 2022

Un camino oscuro

 
No existe un camino oscuro
que no pueda ser andado.
Quizá parezca inseguro
al no estar iluminado,
pero con un paso duro
se anda el camino negreado.

Los pies no requieren vista,
ni requieren creencia o pruebas. 
Los pies caminan la pista
de los senderos y cuevas;
no miran como el artista,
mas andan veredas nuevas. 

A veces las luminosas
estrellas viajan con uno,
también tiemblan temerosas 
el nocturno inoportuno.
Los pies por sendas hermosas
disfrutan como ninguno. 

Así no importa lo incierto,
ni el presente, ni el futuro,
no importa si es el desierto
quien da, del paso, el conjuro.
No podemos llamar muerto
al que anda un camino oscuro. 

Glauco

jueves, 3 de noviembre de 2022

Me es preciso querer la vida mía

 
No es la vida la escuela que quería,
ni es maestro el fatídico dolor.
Yo creí que el maestro era el amor
y que era la escuela la alegría. 

Sin embargo, el amor es un maestro
que no enseña de modo que se aprenda
del amor. Al contrario, hace que encienda
del dolor y la vida el fuego nuestro. 

Además, la alegría nunca es escuela
porque sola, en sí misma, nada da,
pues así como llega se nos va. 

Es preciso aprender, aunque me duela,
a pesar de que el duelo no quería. 
Me es preciso querer la vida mía. 

Glauco

miércoles, 2 de noviembre de 2022

¿Feliz día de muertos?

 Yo no sé en qué tiempo fui consciente de la finitud humana. No recuerdo haber pensado en la muerte, de ninguna manera, hasta que empecé a hacerme el profundo, el intelectual, el consciente —dicen que así se les dice. En esas faustas edades, embullido por unos vulgares Camus y Kierkegaard, hasta un poco por Schopenhauer, tejía razones para celebrar la muerte. El Día de Muertos y su consecuente bacanal me parecían el mayor festejo de este ¿fenómeno?. Ponerse tan incróspido, dañando de tal forma el cuerpo, que la muerte nos llegara más rápido y así nos apartara de este mundo cruel y sin sentido me parecía el más grandioso acto de humanidad. Redimido por la cristiandad otrora rechazada, replantee las razones del festejo: –Se festeja a los muertos porque no están muertos, porque gozan de la vida eterna– me dije jubiloso. Por último, aunque no como final, me propuse hacerme mi propia visión de la muerte y los muertos y terminé diciendo, respecto del mentado día, que se festeja a los muertos porque nosotros estamos vivos y tenemos esperanza. ¡Qué cándido (voltairiano) me ví! Sin embargo, hoy vuelvo a la pregunta, ya con la muerte en el recuerdo (sí, en el corazón), y no logro entender por qué celebrar la muerte y a los muertos. 

Motivos para celebrar hay muchos. Se celebra que un niño ha superado los tres años y su cuerpo es fuerte como para mantenerse con vida; se celebra el cumplimiento de un sexenio que cambia de nivel escolar a un niño que siente los primeros cosquilleos de la pubertad; se celebra el cumpleaños; y así entre celebraciones vamos notando que realmente lo que se celebra es el cambio: en secundaria, a los cuatro años y/o año tras año todo cambia en formas diversas, relativas y específicas. 

No es difícil darse cuenta de que la muerte también trae cambio y ahí encontramos una razón del Día de Muertos. Sin embargo, esto desentierra la pregunta ¿todo cambio se celebra? Por sí sola la pregunta queda sujeta a la respuesta de cada uno, mas si buscamos responder de manera racional y no al contentillo, nos encontramos con complicaciones. Sí, celebramos el cambio, pero también el gozo que éste produce. No es que uno decoré su casa y prepare un platillo especial sólo porque se le quitó la diarrea, sí hay un cambio y sí da gusto, pero no parece ameritar una pachanga. El mérito de la celebración gozosa de cambio radica en la universalización de la misma, sólo en el reconocimiento del gozo mutuo es que la celebración tiene sentido. 

Todos, de algún modo, convivimos con la muerte —¿y con los muertos?—. Toca a nuestra puerta y muda a nuestra madre a vivir únicamente en el corazón; anda a hurtadillas entre los chismes de los fieles e infieles; se nos presenta en una ensoñación cinematográfica; y un larguísimo etcétera. A pesar de ese constante contacto, no es que sea una experiencia universal. Sí, podemos enterarnos de los 15,400 muertos en el primer sexenio de este 2022 en México y eso no hará ningún cambio significativo en nuestras vidas. Aun así, el muerto (los 15,400) sigue muerto y sigue en nuestro imaginario. Parece entonces que la experiencia no es la misma, pero sí el concepto. 

La experiencia de la muerte, la cercana, la real, no es del muerto sino del vivo. En ella encontramos la pena de la consciencia de la ausencia, el calor de la nostalgia, el principio de la melancolía; encontramos el alma desgarrada entre la vida y la muerte, aferrándose a seguir al occiso y siendo forzada por la misma naturaleza a seguir así. No puedo imaginar a nadie celebrando que su alma está donde no quiere. ¿Cómo podríamos pensar que ese dolor descorazonador merece ser celebrado? Sí, es un dolor conmovedor, pero no universal y unívoco. Quizá podríamos celebrar que alguien muere cuando ha sufrido mucho en el camino, pero creo que ahí celebramos que ya no sufre y no tanto que se haya muerto.

El concepto de la muerte, por otro lado, es descubrible y moldeable, es decir, el concepto de la muerte viene acompañado de una racionalización previa, igualmente natural al ser humano, pero que poco tiene que ver con la experiencia. Sí, ese concepto puede consolar, esperanzar, desestimar o lo que sea, pero no evitará el dolor; le dará sentido y valor, pero ni con eso ese dolor se vuelve un motivo de celebración. 

Uno de los muchos conceptos de muerte está relacionado con el Día de Muertos. No hay necesidad de ponerse teológico, prehispánico, sociológico, profundo, para dar cuenta de que se celebra una idea de muerte ligada a una tradición que, es cierto, se ha vuelto estandarte de la mexicanidad. Lo que intento decir es que está bien celebrar ser mexicano (ideas que nos hacen llevadera la vida), pero ¿a nuestros muertos, su muerte y la muerte? Lo veo difícil. Quizá por inseguro o ególatra, me dolería saber que la gente está contenta porque me morí y no creo que sea el único en esas circunstancias. 

¡Ya! ¡Muriendo este escrito! Debo decir que no tengo ningún problema con el Día de Muertos y su celebración, sólo no me cabe en la cabeza lo disfrazado que está: en él celebramos otra cosa menos la muerte, porque, lo sepamos o no, el dolor y la tristeza, la pena y la amargura, la ausencia irrevocable y la imposibilidad del regreso, no pueden —ni deberían— ser celebrados. Habría que ser un monstruo para celebrar que alguien ha muerto. A lo mejor por eso la gente se disfraza. 

Glauco

Los muertos

 
La pérdida, la ausencia y el lejano
recuerdo en una vela se combinan;
esperanza y dolor nos asesinan
y dicen que morir siempre es temprano. 

Muy temprano se fueron los abuelos,
los esposos, los padres, las mujeres.
Nos dejaron pendientes sus quereres
por marcharse a los suelos o a los cielos. 

Cae la nieve, la lluvia, los calores
sobre el campo, las flores y las tumbas.
Caen los muertos y el corazón derrumban. 

Se nos muere el amor y los dolores
hacen del corazón un campo abierto
donde lloran los vivos y los muertos. 

Glauco

martes, 1 de noviembre de 2022

Cempasúchil

 
En aquellos sembradíos,
de las flores de los muertos,
no soplan los vientos fríos,
soplan los sueños abiertos
de quienes se maravillan
con los soles que germinan
y entre veladoras brillan
cuando sus vidas terminan. 

Canarios del Inframundo
cantan para el corazón
que perdió luz en el mundo
una amarilla canción. 
Amarillo es el instante
del tributo hospitalario
que le dió su viaje a Dante
y ensoñación a Macario. 

Las flores de cempasúchil
con su singular aroma
le van haciendo apapuchi
a la muerte que se asoma. 
Crecen en el campo abierto
en temporada de fríos.
Botones vivos, no muertos,
en aquellos sembradíos. 

Glauco 

lunes, 31 de octubre de 2022

Hay que celebrar la muerte

 
Hay que celebrar la muerte
porque uno más ha alcanzado
ya no ser más lastimado
por el mundo que se vierte
y los papeles se invierten. 
Según el dicho del griego,
después de encender el fuego,
se alcanza la libertad,
la verdad, la eternidad.
La vida nunca es un juego.

La muerte, quizá, tal vez
es un juego del destino
contra el azar. Vaticino
que la vida es lo que es
y la muerte es su después.
Ni el destino, ni el azar,
podrán saber qué es ganar
porque fortuna y destino
son visiones del camino
que algún día habrá de acabar. 

Glauco

viernes, 28 de octubre de 2022

Las borracheras

 
Les preguntamos qué tienen,
ellas nos dicen que nada.
Nos entierran su estocada
como una canción que viene
de José Alfredo Jiménez.
A veces su amor es miel
y otras tantas sabe a hiel.
Nuestra única solución
es poner una canción
del mítico Juan Gabriel.

Entre cantos y cantares
el llanto se pone recio
y hasta el borracho más necio
pide que pongan a mares
los Cadetes de Linares. 
Las canciones de soporte
son de los Tigres del Norte,
de Chente y José José
y son cantadas con fe,
como quien sigue un deporte. 

También se oyen los Caifanes,
AC/DC, Journey y Queen,
de todos modos al fin
y al cabo en esos desmanes
caben hasta los Rabanes. 
La maldita primavera,
La ruana y La guarapera. 
En verdad es verdadero
que en el radio un cochinero
durante la borrachera. 

Glauco


jueves, 27 de octubre de 2022

La confusión

 
Alguna vez el cuento fue verdad
y Eva le ofreció del fruto a Adán. 
Alguna vez el fruto se hizo cuento
y nunca más volvió a ser alimento. 

Alguna vez fue cierto el vaticinio
que al griego le condujo el raciocinio. 
Alguna vez el vate se hizo mito
llevando la ignorancia al infinito. 

Alguna vez fue cierta la existencia
hecha de res pensable y res extensa.
Alguna vez saberse fue mentira,

fue errada la sentencia de Descartes.
Lo cierto y la mentira son dos partes
de lo confuso y de lo que se inspira. 

Glauco

miércoles, 26 de octubre de 2022

Enseñanza-aprendizaje

 
Sé bien que lo que se aprende
no es un saber instantáneo,
es explosión en el cráneo,
es palabra que se enciende 
y orgullo que no pretende. 
Sé bien que lo que se enseña
no pertenece a alma dueña,
pertenece al universo
en el lenguaje disperso,
entre el símbolo y la seña. 

Glauco

martes, 25 de octubre de 2022

Me gusta usted

 
Usted, que tantas veces me ha tocado
con la ardiente fortuna de la herida,
me gusta más que el sueño y que la vida,
me gusta más que el cielo coloreado

de rojo y rosa, azul, morado y blanco.
Es porque usted inventa los colores
en el espectro de nuestros amores.
Me gusta porque es cielo y es barranco. 

En serio, usted me gusta, no lo olvide. 
Me gusta para desatar los besos
aprisionados en sus labios gruesos,
para tomarla apenas se descuide. 

Perdóneme, pero es que usted me gusta.
No puedo contener lo que me nace
nomás de verla. El pecho se deshace
y, a veces, que me guste tanto asusta. 

Le juro por los dioses que la miro
y se vuelve de usted mi juramento.
Le juro que no olvido aquel momento
que de su fuente derramé un suspiro

y en él hallé cómo saciar mi sed
de amor, de cuerpo, heridas y dulzura. 
La miro y mi consciencia está segura
que el mundo es bueno, que me gusta usted. 

Glauco

lunes, 24 de octubre de 2022

El eco de la poesía

 
Habrá una vez que el verso clandestino
destino sea para la voz callada,
hallada entre el silencio germinada,
minada por las voces del destino. 

Cuando por fin la voz halle el sonido
nido tendrá en los bellos corazones,
razones puras y sin ambiciones,
visiones en total de lo que ha oído. 

El eco compondrá en los universos
versos para la misma melodía. 
Día del silencio podrá ser el día

en que silencio y ruido sean inversos. 
Versos universales en la vida
ida entre madrigales y casidas. 

Glauco

viernes, 21 de octubre de 2022

Joan Manuel Serrat

 
Oyendo su voz de miel
el canto se hace alimento.
El silencio se hace viento
que sopla el silbido aquel
del canto de Joan Manuel. 
Me ha acompañado en la edad,
el amor y la verdad.
De él abono lo que escribo.
Mi canto es un canto vivo,
pero no es el de Serrat. 

Glauco

jueves, 20 de octubre de 2022

No sé por qué te esperas para hablarme

 
No sé por qué te esperas para hablarme
si te conozco y sé que siempre quieres
hablar de mí, conmigo, y aliviarme
la herida del silencio que me hiere. 

Quizá sigues buscando en el silencio
la forma de decirme sin herirme
tu amor, tu enojo, tu alba y tu comienzo,
y con tu amor arrullarme y dormirme. 

No sé por qué para hablarme te esperas,
no sé y quiero saber quiero entenderte. 
Quiero que siempre me ames y me quieras
y nunca, nunca, me dejes sin verte. 

Buscando en el silencio quizá sigues
y tal vez seguirás con lo que buscas. 
Te miro y sé que vivo porque vives,
mas tu silencio, a veces, me asusta. 

Glauco

miércoles, 19 de octubre de 2022

Te miro allí sentada

 
Te miro allí sentada, pacífica y contenta,
sin nada de violenta y toda enamorada.
En tu dulce mirada se ve que estás atenta
al sol que te calienta mientras estás sentada. 

Con nuestra niña en brazos pareces el vigía
de un faro que hace día la noche de tus pasos.
De besos y de abrazos, de sueños y alegría,
se viste tu valía con nuestra niña en brazos. 

Te miro y siempre miro amor enamorado 
de todo lo mirado, del viento y del respiro.
Tu vida ha dado un giro a todo lo mirado.
Estoy enamorado. Te miro y siempre miro. 

Con nuestra niña llena de sueños y esperanza
se inclina la balanza a la vida serena.
En tu mirada buena se mira la alabanza
que canta la esperanza con nuestra niña llena. 

Glauco

martes, 18 de octubre de 2022

Mi herida

 
No me viene la herida de tu espada
ni tampoco me viene de tu lanza.
De tu escudo me viene la estocada
cual si fuera defensa la venganza. 
Esa herida inocente y despiadada 
me desangra de a poco la esperanza.
Tu defensa me enseña que la vida
vive dentro de la constante herida. 

No me viene la herida en las palabras
ni tampoco me viene de los gritos. 
Del silencio que con desprecio labras
es que viene la herida, ese infinito. 
Esa herida pacífica y macabra
me desangra la bendición del rito.
Tu silencio me enseña que la vida
de quien habla será constante herida. 

No me viene la herida de tu ausencia
ni tampoco me viene de tu olvido. 
Del hechizo maldito de inconsciencia
se me viene el estar, por siempre, herido. 
Esa herida palpita en mi presencia
y me vuelve energúmeno dormido.
Tú no causas la sangre de mi herida. 
Tú me has dado belleza en esta vida. 

Glauco

lunes, 17 de octubre de 2022

Canción de cuna para Violeta

 
Duerme. Duerme. Duerme.
Duérmete que nadie
puede despojarte
del sueño que te viene desde allá,
desde el cielo azul,
del sueño que te cuida tu mamá
y que sueñas tú. 

Duérmete que el mundo
sigue allá girando,
mientras tú no sabes de maldad
ni del sueño cruel.
Mientras te miramos descansar,
nena duérmete. 
Duerme. Duerme. Duerme. 

Qué yo cuidaré tu sueño.
Qué mama te cuida el sueño. 
Qué tu sueño es nuestro sueño. 
Qué lloro si tú no duermes
y mama busca consuelo…

Duerme. Duerme. Duerme. 
Duérmete que nadie
pueda despojarte
del sueño que te cuida tu mamá
y sale del corazón,
del sueño que parece transformar
el sentido amor. 

Glauco

viernes, 14 de octubre de 2022

Tus ojos y tu cadera

 
Todo. Todo, todo quieto
y de pronto el movimiento
rompe el esquema completo
trayendo un cambio violento. 

Ritmo que calienta el cuerpo
y que deforma el ambiente.
Ritmo que detiene el tiempo
vuelto una danza caliente. 

Estatuas de fuegos rojos
me visten de primavera,
es que me siguen tus ojos,
tus ojos y tu cadera. 

Las tristezas son despojos
consumidos en la hoguera,
esa hoguera de tus ojos,
tus ojos y tu cadera. 

En el esquema completo,
ese del cambio violento,
no sé lo que es estar quieto.
Todo. Todo, movimiento. 

Glauco

jueves, 13 de octubre de 2022

El milagro maternal

 
Dicen que quien cuervos cría
amanece sin mirar,
mas mi madre no sabía
de esta sentencia juglar. 
Como no la conocía
no tuvo miedo de amar
al cuervo con quien comía
y de enseñarlo a volar. 

Los cuervos no sacan nada,
tienen hambre solamente.
No es que busquen la mirada 
de ternura de la gente
para su hambre desquiciada,
buscan un plato indulgente
que les cure la tajada
de su nacimiento hiriente. 

No todo cuervo es malvado
ni sucumbe al irascible
desdén del mundo encontrado. 
Pasa a veces lo increíble
y el cuervo beneficiado
por una madre impasible
es en cisne transformado.
El milagro sí es posible. 

Glauco

miércoles, 12 de octubre de 2022

Los diarios de los muertos

 
¿Qué recordarán los muertos
de aquellos a los que amaron? 
Si cuando ellos se murieron
sus memorias acabaron. 

El árbol muere con ellos
y con ellos muere el sol,
en los vivos su recuerdo
vive en un trago de alcohol. 

Algunos vivos avivan
con lágrimas la memoria,
algunos vivos caminan
los apuntes de la historia. 

Y aunque tantos hombres vivos
tienen móviles recuerdos,
hay más recuerdos perdidos
en los diarios de los muertos. 

Glauco

martes, 11 de octubre de 2022

Sonetillo del consuelo

 
Hazle a mi llanto una casa,
no grande, sí acogedora,
que haga sentir a quien llora
que la pena siempre pasa. 

Hazle a mi llanto un camino,
no largo, si disfrutable,
un camino que me hable
de que acaba el desatino. 

Hazle a mi llanto una fuente
de donde pueda beber
y bañarse en tu querer.

Hazle a mi llanto un latente
cariño que vaya al cielo
y le llene de consuelo. 

Glauco

lunes, 10 de octubre de 2022

De tu lascivia

 
Me he sentado a esperar que tus pestañas
abaniquen en mí sueños y hervores,
pa' que de lado a lado y sin errores
me muestre tu mirada que me extrañas. 

Me he sentado a esperar que la maraña
de tu pelo se convierta en sol y flores
pa' llenarme en tu brillo y tus olores,
mientras mi despiadada hombría te daña. 

Y aquí sigo sentado y esperando
que en el otoño encuentres el verano
y encuentres mis caricias en tu mano. 

Y aunque no sé muy bien cómo ni cuándo,
espero que las hojas del otoño
enciendan el camino del retoño. 

Glauco