Presentación

Presentación

jueves, 31 de octubre de 2019

Macario

¡Cuánta hambre tienes, Macario!
Desde que eras chilpayate
te bates en el combate
de sentir el hambre a diario
y sin saber lo contrario. 
Hambre es todo tu legado,
lo que has recibido y dado
de tus hijos y tu esposa.
El hambre es la única cosa
que siempre te ha acompañado. 

Ni Dios, ni siquiera el diablo
pudieron comprar tu gusto.
Egoísta y algo justo,
hablando como hombre sabio
desde tus hambrientos labios. 
En un restaurante agrario
fuiste a comer solitario,
pero por tu mala suerte
te encontraste con la muerte.
¡Cuánta hambre tienes, Macario! 

Glauco

miércoles, 30 de octubre de 2019

En la oscuridad

Hay un lugar en donde el alma reza,
hay un lugar en donde el alma llora.
Hay un lugar en donde el alma implora,
hay un lugar en donde el alma expresa. 

Arcano es el lugar donde las almas
destrozan su sentir; es muy lejano;
es un lugar más negro que lo humano,
oculto en el espacio entre las palmas.

Diez llaves con magnéticas uniones
encierran los deseos más escondidos
que escurren de los labios de los vivos.

Detrás de tantos rezos y oraciones
hay un lugar para ver la verdad,
¡qué lástima que está en la oscuridad! 

Glauco

martes, 29 de octubre de 2019

Estos días de noviembre...

Estos días de noviembre huelen raro,
como una madriguera despoblada
que dió vida a cualquier perfume caro. 

Huelen a las memorias ofrendadas
a las memorias viejas de la carne
tras de las rejas, antes, olvidadas

por el derramamiento de la sangre;
olor a hierro de prisión y muerte,
aroma de la saciedad y el hambre. 

Huelen al viento que sopla y divierte
sobre las hojas y para las hojas.
Huelen al frío que se huele y advierte

que se habrán de prender las llamas rojas
bajo los ojos tenues maquillados
y sobre el pintalabios de las bocas. 

Huelen a varios meses enterrados
tras la impiedad del tiempo pasajero
que pasa incesante por el pasado. 

Huelen los días al don perecedero
de las manzanas y las mandarinas:
sabor de llegada del mes de enero. 

Se levanta el olor a hierbas finas
en una danza gris y seductora,
adviento de las fiestas decembrinas.

Noviembre huele a muerte seductora,
friolenta, de la escarcha enamorada;
noviembre huele a muerte que enamora. 

Se siente como flor, tallo de espada,
que corta todo aroma conocido
con su hoja de hojarasca anaranjada. 

Y huele a dátil seco y a tomillo,
a sidra y a dulce de calabaza,
huele a soplos de bao haciendo ruido. 

Aliento de la muerte pasa y pasa
por doquiera que pasa este perfume.
Muere el otoño y su olor nos abraza
al paso en que noviembre se consume. 

Glauco

lunes, 28 de octubre de 2019

Me he convertido en la muerte

Violentamente ha acabado
este mutante proceso,
es como fuego apagado
por el soplido del cierzo.
Ya no temblamos de amor
pues ha perdido el valor. 

Extinguimos la llama roja,
condenados a vivir
con la garganta en la horca
sin podernos destruir. 
Perdimos todo el asombro
de hallarnos en los escombros. 

La irremediable verdad
es que todo lo que hicimos
fue inventar la realidad
y ahora de verdad morimos. 
Después de tantas caricias
no quedan risas ni trizas. 

No ando más la misma tierra
por donde te he perseguido.
Se ha terminado la guerra
y con ella lo vivido. 
Me he quedado llorando
por haberte amado tanto. 

Me he convertido en la muerte,
de la nada hice mi todo.
Desconozco de mi suerte,
sólo sé que el nuevo modo
no sabe de amor eterno,
hace a la nada el infierno. 

Glauco

viernes, 25 de octubre de 2019

Yo no sé hacer el amor

Yo no sé hacer el amor,
araño, desgarro y muerdo;
entre nubes de vapor
siento distinto y me pierdo.
Me pierdo y bebo el sudor
que desvanece el recuerdo
de mi noble corazón
sobre un húmedo desierto. 

Yo no sé hacer el amor,
me distraigo con el cuerpo;
me vuelvo investigador
de momento tras momento. 
Prefiero mirar la flor
a arrancarla con mi aliento,
no sé dejar lo que soy.
Soy más cerrado que abierto. 

Yo no sé hacer el amor,
me asumo contemplativo;
encuentro placer mayor
en la vida que en lo vivo.
Contemplo el desgarrador
movimiento intempestivo,
intempestivo me voy
y yéndome vengo y sigo. 

Yo no sé hacer el amor,
se me olvidan los modales;
abrevo del surtidor 
que palpita en dos caudales.
Soy un río desgarrador
de unas piernas animales
que gritan con emoción
que mate sus vanidades. 

Yo no sé hacer el amor,
finjo que sé lo que hago;
hago un único favor:
ser del lecho en donde yago.
El lecho tiene el sabor
de la eternidad de un trago
de hierro vuelto licor,
condenándome a ser vago. 

Yo no sé hacer el amor,
sólo sé hacer un combate;
sólo sé ser destructor
de lo que llaman empate. 
Sé derramar el calor
sobre unos labios granate,
cubrirlos de la explosión 
de todo lo que me arde. 

Glauco

jueves, 24 de octubre de 2019

Octavo sendero

Anda el amante amoroso
por los caminos amando
sin saber dónde ni cuándo
se hallará frente al precioso
cariño de un ser hermoso.
Anda el campo y la vereda
como una piedra que rueda,
sin encontrar el amor,
se sumerge en el dolor
y adolorido se queda. 

Caminando adolorido
carga inmenso sufrimiento
como se carga el violento
escándalo que hace el ruido
sobre el bondadoso oído. 
Aturdido y complicado
anda el hombre enamorado
sobre su pequeña tierra,
más que librarse se encierra
en un deseo desolado. 

Sin una vista solaz
sube desde lo más bajo,
pensando que su trabajo
es amar y nada más,
es no encontrar nunca paz. 
Sin paz no va, sólo vaga
haciendo del amor llaga
en su vida necesaria.
El amor lo vuelve un paria
que con el amor se embriaga.

El amor es un camino,
se camina hasta el final,
y después de tanto mal,
de tanto dolor cansino,
se comprende que el destino
no es un simple derrotero.
En el destino me muero,
soy el amante amoroso,
tras mí sino doloroso,
ando el octavo sendero. 

Glauco

miércoles, 23 de octubre de 2019

Fábula del zorro

Hay cantando un ruiseñor
una canción matutina, 
mientras abajo camina
un zorro merodeador
que busca hacer comedor
el paisaje donde habita.
Alimento y musiquita: 
preciosa combinación. 
Lástima que la elección
una de las dos le quita. 

Ambas no puede tener,
o necesita o desea,
o se deleita o babea,
o es o deja de ser.
¡Qué horripilante placer
el de la necesidad,
lo que quita es lo que da!
Mientras el zorro decide
si el ruiseñor muere o vive,
el ruiseñor se le va. 

Glauco

martes, 22 de octubre de 2019

Sueño de amor

Sueño de amor al despertar te alejas
como se alejan al pasar las tejas
de un piso que por más querer no piso;
un sueño que querer soñar no quiso. 
Sueño de amor, me tienes tras las rejas
de carne y cerdas bajo de mis cejas. 

Suéñome de tus brazos prisionero.
Oblígote a volverte carcelero.
Eres prisión de amor aprisionada
en esta celda que llamo mirada.
Suéñome atado a ti como tu perro,
cuidando que no escapes de tu encierro. 

Suéñote asesinando la justicia
dándome inmerecida una caricia.
Caricia, caridad encarecida,
mató a mi alma y la dejó dormida. 
Suéñote acariciando mi cabeza,
dispuesta a asesinarme y estar presa. 

Sueño de amor al despertar te vas
difuminando dejándome en paz. 
Me acecha tu recuerdo y tu presencia
cuando es lo mismo memoria y consciencia.
Sueño de amor no quiero nada más
que estar despierto sin querer soñar. 

Glauco

lunes, 21 de octubre de 2019

Berenice

En medio de la noche vi tus labios,
en medio de tus labios vi la noche.
En medio de la noche tu reproche.
En medio de tus labios tus agravios. 

Habló el agravio de tu muro blanco,
habló el reproche de tu lengua viva.
Habló la viva voz de tu saliva.
Habló ese cerco blanco que te arranco. 

En medio de la noche habló el cariño
y se fue transformando en obsesión.
En medio de la noche el corazón

habló de convertirse en fiero niño. 
En medio de la noche habló el caliente
deseo que me llevó a arrancar tus dientes. 

Glauco

domingo, 20 de octubre de 2019

El madero

Había una vez un trozo de madera
tirado entre los pastos y las flores
y no sabía que estaba en la pradera.

Oía el pasar de múltiples señores,
cubiertos del sombrero matutino,
yendo directos hacia sus labores. 

Soñaba con andar igual camino,
y en el camino perpetuar su huella
como la flecha de nuestro destino,

hasta que un día como fugaz estrella
llegó un chiquillo y lo volvió una espada
para pelear la onírica querella.

Sintió por fin que no faltaba nada
en su camino, mas cayó en la cuenta
de que esa lucha era imaginada. 

Llegó el olvido cual la mar violenta.
Se marchó el niño dejando su guerra.
Quedó el madero cerca de una puerta. 

Sus lágrimas, suspiros de la tierra,
cayeron ante tal desilusión
pues muchas veces la realidad yerra.

Perdido el belicoso corazón
quedose el vil madero abandonado
en medio de la cruel desolación. 

Oyó los pasos que ya habían pasado,
sintió lo que sintió la vez primera.
Creyó que alguna vez sería ocupado
para dejar de ser una madera. 

Glauco

sábado, 19 de octubre de 2019

Maldito saber

El saber me dió todo y me dió nada,
me dió falsa esperanza ciertamente,
en lo cierto y lo falso hundió mi mente,
cual herida que estoca la estocada.

No me trajo placer ni eudemonía,
ni razón, ni belleza, ni el nirvana,
sólo trajo una vida casquivana
que en el cambio conoce su agonía. 

Prostituta de miles de cabezas
cruza calles, esquinas y avenidas,
dejando a las cabezas confundidas. 

El saber me arrancó de las sorpresas,
me llevó a una verdad muy aburrida,
guardando la sorpresa que es la vida. 

Glauco

viernes, 18 de octubre de 2019

Artista

Yo quería ser un artista,
distinguirme de la gente,
ser único de alma y mente
cómo héroe renacentista,
tener una única vista. 
Pero nadie me entendía,
yo veía noche de día.
Ser único es imposible,
sólo me volvió invisible,
pues nadie me distinguía. 

¡Qué penosa es está vida
cuando otros no pueden ver
lo que pretendemos ser! 
La diferencia es vendida
como una falsa salida,
por eso seré olvidado
en el mundo desgraciado
seré llama que se extingue
porque su albor no distingue
lo público y lo privado. 

Glauco

jueves, 17 de octubre de 2019

La sustancia es una broma

La justicia es justicia cuando el justo
es artista del arte de lo bueno,
siega el bien como aquel que siega el heno,
da la ley como da vida el arbusto. 

La belleza es belleza por lo bello,
mas no las cosas bellas son belleza,
siega el bien de entre el mal y la maleza,
da razón para que ame al cielo el cuello. 

Es la broma una broma por sí misma
y en sí misma extravía todo sentido.
No hay sustancia en la voz del sustantivo

sólo hay una respuesta con carisma. 
No hay vida sin acción en lo vivido
de la vida que vive el hombre vivo. 

Glauco

miércoles, 16 de octubre de 2019

La suerte del hombre feo

Ni las espadas de Aquiles,
ni las trampas de Odiseo
pueden hacer guapo al feo
que se distingue entre miles
de desprecios infantiles.
Tampoco lo hará el dinero
ni el poema sensiblero,
sólo cambiarlo podrá
la mirada de mamá
que ve lo que no vio Homero. 

La suerte del hombre feo
está en los ojos febriles
del amor de los abriles,
en los ojos del deseo
que algunos llaman Proteo. 
Hace ocultar la fealdad,
cambiando la realidad
al igual que lo hizo Homero
con su mente de alfarero
transformando la verdad. 

Glauco

martes, 15 de octubre de 2019

Tengo

Tengo en un reloj de arena
la tormenta de mil besos.
Tengo mil granos de avena

alzando hacia el sol su rezos.
Tengo en el sol viejos días
disfrazados de comienzos.

Tengo un mar en sintonía
con el olor de tu artista. 
Tengo un será que sería

el tiempo de un novelista. 
Tengo un gitano de viaje
acrecentando su vista. 

Tengo un extraño brebaje
contenedor de un secreto.
Tengo en mi cama un oleaje

golpeando tu pecho abierto. 
Tengo en la oreja un grillito
dictándome su decreto. 

Tengo paisaje bonito
tras de mis ojos cerrados.
Tengo el corazón bendito

por los que se han persignado.
Tengo el color de la selva
entre mis pasos guardado. 

Tengo en mi boca una cueva
vacía para una doncella. 
Tengo algo de sangre nueva

que hará que brille tu estrella. 
Tengo una explosión de vida
que en toda vida hará mella. 

Tengo una muerte suicida
oculta en la eternidad.
Tengo una fruta podrida

del árbol de la verdad. 
Tengo un águila en mi pluma
deseando la eternidad. 

Tengo en mi verso la espuma
que se mezcla con la arena.
Tengo en mi poema una cuna
que deja mi alma serena. 

Glauco