Presentación

Presentación

viernes, 31 de agosto de 2018

El carpintero

No es que en la vida andes buscando tablas,
más bien buscas ver el árbol florecer
al tiempo que en tu búsqueda le hablas
de amor, de entrega, de servicio y placer.
En este mundo la creación ensamblas
para izarte en lo alto y te podamos ver.
Eres un ejemplar de carpintero:
das tu vida convertido en madero.



Talio




jueves, 30 de agosto de 2018

Flor de fango

Llorando hiel, llorando fango, lloro
una multitud de labios de anfibio,
ahogado en el calor del hogar tibio,
lloro la margarita que desfloro.

La margarita crece en el pantano
despidiendo un aroma pestilente
a dolor, a desierto de la muerte
florecida en la palma de mi mano.

Margarita crecida y deshojada
por las manos de un monstruo lagunero,
adornando este lúgubre agujero

pantanoso, de una tierra olvidada.
Tu amor volvió pantano mi florero.
Lloro, río, me confundo y te quiero.



Talio




miércoles, 29 de agosto de 2018

Besos de vapor

El toro de vapor, bramando fuego,
está, tras de la yunta de mis besos,
busca, no trabaja, pasa al juego
taurino donde puede romper huesos
en la contorsión del cuerpo que luego
de arar con dientes deja labios lesos,
y transforma la capa del torero
en una manta ardiente cual caldero.

También puede el vapor fundir acero,
fundiendo espada y lanza con escudo,
igual que como funde el aguacero
el trueno y el zumbido del zancudo.
Fundidos mis lascivia y mi “te quiero”
sólo se oye caer un rayo agudo.
El metal y el sonido son iguales
pues se funden en mareas abismales.

El mar de los vapores criminales
roba calor a todo lo que toca,
desde las reflexiones sensoriales
hasta las inconsciencias de la roca.
Nadamos dentro de él como animales,
como el baho que chapuza en la boca.
Espíritu fundido con calores,
eres el Génesis de los vapores.



Talio




martes, 28 de agosto de 2018

Dibujito infantil

El pegaso y el águila
corretean y planean.
El pegaso es bonito,
el águila es fiera.

Pegaso de alas de plata,
águila de pico de oro,
ricen mis largas pestañas
con calidez y decoro.

Águila joven y buena,
pegaso de la experiencia,
vuelen como vuela el viento,
vivan sin la decadencia.

Los dibujos de los niños
se confunden en el trazo,
y son el mismo dibujo
el águila y el pegaso.



Talio




lunes, 27 de agosto de 2018

Papá, tú eres...

Papá, cuéntame un cuento de los que me contabas,
de cuando era pequeño sin miedo y sin tormento,
de cuando ahí en tu boca un mundo se encontraba
pariendo un universo.

Papá, musita un canto con tu boca amorosa,
con tu voz besucona y tu ritmo perenne:
un canto que dibuje un elefante rosa
y me convierta en nene.

Papá, llévame en hombros cual caballo al galope,
devuélveme los sueños que perdí al ir creciendo,
al volverme un infame hombre maduro y torpe,
devuélveme el aliento.

Papá, cuida mis sueños con cobijas y besos
llenos de pan de dulce y de plumas de ganso,
quita las pesadillas y los sueños lesos
y dame un buen descanso.

Papá, sé más amable como lo eras conmigo,
para eso me educaste: para ser amoroso,
audaz y muy valiente, de todos un amigo.
Sé un amigo grandioso.

Papá, tú me recuerdas a muchas aventuras,
a muchos infortunios, a muchas alegrías.
Se ven muy bien tus canas y muy bien tus arrugas,
así quiero las mías.

Papá, con tus albures me enseñaste la risa
del pensamiento serio y el pueril sentimiento.
Con tus cariños serios mi corazón se iza
donde sopla tu aliento.

Papá, decir quisiera, muy cerca de tu oreja
cuentos de adulto-niño para darte cobijo
y poder desatarte y derribar la reja
de tu eterno acertijo.

Papá, ten un abrazo fuerte, cálido y bueno,
tú me enseñaste a darlo, también a recibirlo,
me enseñaste que un hombre divertido y sereno
es un hombre más lindo.

Papá, tú fuiste hijo y eres también esposo,
eres hombre y amigo, eres fuego que arde,
y entre tanto estar siendo tu ser maravilloso
te convierte en mi padre.



Talio




domingo, 26 de agosto de 2018

Dime, mi amor

Dime, mi amor, ¿de qué color te vistes
cuando sabes que al pasar me vas a ver?
Me dirás lo que cada día me dices
–uso un color que combine con tu piel.

Dime, mi amor, ¿cuál es tu favorito
de todos los perfumes que te pones?
Me dirás lo que en otros días me has dicho
–uso el sudor que te excita como hombre.

Dime, mi amor, ¿cómo eliges tu aliño
por la mañana, la tarde y la noche?
Me dirás lo que me dicen los niños
–me aliño para no parecer pobre.

Dime, mi amor, ¿las palabras que usas
esconden tras de sí el amor que sientes?
Me dirás lo que dicen las ilusas
–sí lo esconden, aunque no sean conscientes.

Dime, mi amor, ¿tienes una pregunta?
Responderé cualquier duda o cuestión
que se ande en tu alma a la mía junta
y la respuesta será siempre mi amor.



Talio




sábado, 25 de agosto de 2018

El monstruo del desierto

Ruge en el silencio del tormento,
nacido entre las curvas y las dunas
desgarra con su bramido el viento
como quien día tras día sufre de hambruna.

Sus garras son azadón del calor
que crece y va creciendo en la garganta
de la presa del monstruo cazador,
que, en su muerte, de cactus se amamanta.

Párpados que están vacíos de ojos;
en la arena la vista no hace falta
ya que en el desierto no hay antojos
ni voluntad. El monstruo sólo mata.

Fauces que centellan de mañana
y cuando cae la noche soplan frío,
clava sus dientes en la avellana
de los ojos secos por el estío.

La piel que le cubre es granulada
por la arena, azúcar indeseada.
Con esa piel desgarra la mirada
de aquel que se ha perdido entre la nada.

No duerme, sólo observa el firmamento.
Se pierde entre el paisaje y la neblina.
Oculto detrás del viento negro
ejerce y ve crecer su ira asesina.



Talio




viernes, 24 de agosto de 2018

Niño consentido

Descansa mucho el buen hijo
mientras su madre trabaja;
de sudor se unta y se alhaja
dejando su hogar prolijo;
¡ah, qué chico tan canijo!
Por su cabeza no pasa
ponerse a limpiar la casa.
Mejor juega matatena,
esperando por la cena
mientras su madre le abraza.



Talio




jueves, 23 de agosto de 2018

Una mamá

Mientras el hijo descansa
para que la madre pueda
limpiar su minialameda,
el tiempo pasa y avanza,
renovando la esperanza
de que al poder terminar
de barrer y de trapear
dormirá como un lirón,
mas, el descansado llorón
no la deja descansar.



Talio




miércoles, 22 de agosto de 2018

Sin saber

Todos quieren el saber,
lo buscan con tanto ahínco
que su fe en que cinco y cinco
habrá de resultar diez
los hace perder los pies
del piso de la prudencia,
pues se creen que con la ciencia
dominarán lo existente
aprehendiéndolo en su mente
derruida por la excelencia.



Talio




martes, 21 de agosto de 2018

El beso escondido

Beso oculto en los imanes
de la boca, de la boca
roja que la flauta toca
con sus muchos ademanes,
para evitar los galanes
besos de los atraídos.
Se esconde tras el sonido
esperando al indicado.
Uno su flauta ha tocado,
tocando el beso escondido.



Talio




lunes, 20 de agosto de 2018

No voy a mis soledades

Solo.
Solo sin movimiento,
sin ritmo ni armonía.
Sólo en el momento
de estar solo día a día
reconozco que he muerto.

Solo.
Solo en una vida,
en un camino, en un trecho.
Sólo en la cruda saliva
de unos besos, del despecho
de una vida desvivida.

Solo.
Solo en el pensamiento
no voy a mis soledades.
Sólo me basta el tormento
de ver vacíos mis caudales.
De mi soledad no vengo.

Solo.
Solo en mi airoso romance,
sin corazón y sin beso.
Sólo me inquieta el avance
de mi oración, de mi rezo,
rumbo hacia ninguna parte.

Solo… solo… solo.



Talio




domingo, 19 de agosto de 2018

Desde el ruido

El murmullo de un gélido soplido
recorta con su danza muchas hojas.
El aullido de las enfermas bocas
acalla en el bosque cualquier trino.

Se convierte el murmullo en alarido
retumbante en los centros de las rocas.
Se convierte el aullido en unas gotas
de sangre, de sudor y de amarillo.

Estruendo destructor de los sonidos,
se come el eco al tiempo que lo arroja
como se arrojan las palabras locas.

Al todo destruir ya no estás vivo,
no hay razón ni locura. Todo ahorca
el sonido que se escapa y se troca.



Talio




sábado, 18 de agosto de 2018

Te quiero

No es que me vaya ni que no te quiera.
No es que no pueda quedarme contigo,
Es que tú no mereces un mendigo
que más que estar dentro esté siempre fuera.

No te hagas presa ni me vuelvas fiera.
Soy tu antagonista mas no tu enemigo.
Recibo tus golpes como un castigo.
Amor es que tu herida a mí me hiera.

Cada día que pasa más me maldigo,
es una maldición cruel y certera
que me arroja a la sombra de tu vera.

Mis ojos se han quedado sin postigo
y el dolor ha hecho en mí su madriguera.
Te quiero aunque no crees que yo te quiera.



Talio




viernes, 17 de agosto de 2018

Fononauta

Sonido, música, flujo a raudales
de pasión, mensaje, destruccion, pena.
Música malhecha, música buena,
sonidos nocturnos y matinales.

Tango, vals, zamba, joropo y reggaeton,
se anidan en los campos y ciudades
causando amores y calamidades
con tan sólo repetir una canción.

Pasean en los caminos las guitarras,
los tambores, trompetas y las flautas,
arpas, voces, tubas, bandoneones,

van tomando el sonido con sus garras,
dándole nacimiento al fononauta
que se sumerge en todas sus canciones.



Talio




jueves, 16 de agosto de 2018

Una palabra de tantas

Siempre que la palabra sea sencilla
se encontrará el misterio dentro de ella,
un misterio que en sus adentros sella
la palabra, invisible maravilla.

Difícil la palabra del que quiere
hacerse con las mieles del misterio
como quien se hace con el baptisterio;
su palabra es difícil porque hiere.

La herida del discurso viene sola
con sus marcas y con sus cicatrices
(heridas inmorales, marcas grises),

destruye al emisor cuando se inmola
buscando recuperar su sentido,
dejando al emisor enmudecido.



Talio




miércoles, 15 de agosto de 2018

Inválido

Sin ti se me ha quedado el firmamento,
sin ti, sin las estrellas y sin brillo,
sin nubes y sin sol, sin aspaviento.

Te llevaste mis cosas en tu hatillo:
ensueños, lágrimas y descendencia;
te llevaste mis anhelos de chiquillo.

Sin piernas no camino con cadencia,
ni disfruto del césped matutino,
las calles ya no sienten mi presencia.

Sin dedos no hay ningún arpegio fino,
ni siquiera un rasgueo despatarrante
que salga de mi cruel charango andino.

Sin brazos no hay un vaso que levante,
ni un cuerpo que se apriete con mi pecho.
Sin brazos soy golpeado a cada instante.

Sin ojo izquierdo y sin ojo derecho
ya no encuentro las luces ni las sombras,
ni distingo juguete de pertrecho.

Sin oído no sé cuándo me nombra
un amor con su vocecita linda,
ni distingo si llora o si se asombra.

Sin boca ni una sonrisa se brinda
a la nada que sostengo delante.
No hay nada que me aliente o que me rinda.

Sin mano ya no llevo ningún guante,
contenedor del tesoro de tu piel,
que muestre en sociedad que soy galante.

Sin lengua ya no quepo ni en Babel,
no hay sabor que despierte mis latidos,
no distingo el ajenjo de la miel.

Sin cuerpo ya no existen los sonidos
de mis labios ni los de mi corazón;
éstos también han desaparecido.

No hay espíritu que salte de emoción
ni una sensación de viento gélido,
no hay siquiera hambre o muerte o destrucción.

No hay alma ni sentimiento cálido.
No hay canto donde antes había un cantor.
Al marcharte me dejaste inválido,
sin fe, sin esperanza y sin amor.



Talio