Presentación

Presentación

martes, 31 de julio de 2018

Rebaño de mordidas

Con un poco de tu tierna frescura
irrigas los caminos invisibles
que están entre tus labios inasibles
y mis labios carentes de ternura.

Una vez frescos los campos bronceados
invitaré a mi rebaño de ovejas,
llevado por mis dos carnosas rejas,
a comerte de a pequeños bocados.

Andaré entre los montes y llanuras
guiando con mucho afán a los rebaños,
osamenta de los deseos extraños.

Al andar mis rebaños las alturas,
voy queriendo convertirme en buen pastor
enseñándote a mordidas qué es amor.



Talio




lunes, 30 de julio de 2018

Desde que te fuiste

Al fin, vuelta a pasar la primavera,
se apaciguan los caldos de la selva,
ya no hierven y en vapores no se alejan,
ni al olvido del calor se entregan.

Dos veranos enmarcan los llorosos
sentires de tus cristalinos ojos:
por fin se han ido los despojos
del dolor, de la tristeza y los hinojos.

Amor, te fuiste en el otoño frío,
sin un sueño llorado, sin motivo
de muerte, sin ningún atisbo
de haberte quedado el alma en vilo.

Suelo de los vuelos de diciembre,
en animación suspendida para siempre,
atrapaste la sensación caliente,
sólo verdadera, que no miente.

II

Tiempo pasado dentro de mis pasos,
dejó sin marcha los bastantes ratos
en que tus muchos brazos y abrazos
dejaron en mi pecho mil balazos.

Sombras en el sendero de tus besos
revelan una nueva luz en verso
y en prosa, revelan el sentir inmenso
de un adiós que se pronuncia leso.

Y ya no hay ninguna estación ni nada
que pueda dar a la vida una rama
en el árbol de la ciencia. Se clava
en el núcleo de la tierra la yaga

de un olvido, de una bala, de un filo
sin viento, sin sangre y sin estilo.
Se clava como miel en el pistilo
un dulce sabor a paz y olvido.



Talio




sábado, 28 de julio de 2018

Caldo

Cántame con perversión,
que sienta que voy ganando
un poco de la emoción
que te nace allí debajo.

Quiero sentir que tu cuerpo
no sufre nada conmigo,
que se pone como nuevo
entre el sudor y mi abrigo.

Saborear pasivamente
las mordidas de tus dientes.
Acariciarte la mente
con sonrojos muy calientes.

Detrás y bajo tu espalda
suben líneas de frescura
salidas de la cañada
de deseo que en sí perdura.

Sin pies te vas donde sea,
te vas de tu regazo,
te vas de tu cadera,
te vas paso tras paso.

Llueves lágrimas solas
que en tus senos resbalan,
y cubren como olas
tu ombligo y tus alas.

Cuéntame veranos al oído,
veranos de playa, de sol,
veranos que se han comido
en las camas del amor.

Grítale araños a mis muslos
con tus uñas cantoras ardientes,
campesinas que arrancan musgos
de los campos de mis simientes.

Cántame sinsentido del poema
que te canto presurosamente.
Cántame una vez un nuevo tema
que me vuelva caldo para siempre.



Talio




viernes, 27 de julio de 2018

Si me preguntan...

Si me preguntaran de dónde vine
diría un hechizo,
diría que el mar me hizo
con espuma y marea.

Se agita el raudo caudal
de muchos otros caudales,
se agita haciendo el mar:
uno de siete mares.

Hace espuma y sala
la lengua de quien sabe
a dulce alma,
a portón sin llave.

Si me preguntaran de dónde vine
acariciaría el aire,
acariciaría el baile
con ritmo y armonía.

Se agita el ritmo y el compás
de miles de canciones,
se agita haciendo un vals
de miles de emociones.

Hace canto y musita
el oído del que escucha;
oír le excita,
oír le gusta.

Si me preguntaran de dónde vine
miraría bajo la luna,
miraría bajo la bruma,
encontrando algo amorfo.

Se agita el cielo oscuro
entre luces y sombras,
se agita el suelo duro
entre polvos y alfombras.

Hace paso y huella
el sendero del camino
que el paso sella
al paso del destino.

Si me preguntaran de dónde vine
hablaría con el sol,
hablaría con amor,
de un amor luminoso y caliente.

Se agita solo el pecho
entre abrazos provocados
por cosquillas de helecho
que el corazón ha tocado.

Hace bao en la boca
y suspiro en la espalda,
vuela con alas,
vuela en el habla.

Si me preguntaran de dónde vine
sellaría el conjuro
el corazón puro
de quienes me han amado.

Se agita en la memoria
de mi sueño sincero,
se agita en las historias
de amor verdadero.

Hace que esté agradecido
por el amor dado;
mejor el recibido;
dicha de ser amado.

Si me preguntaran de dónde vine
diría: de mis amigos,
de mis enemigos
que me dan sus amores.

Se agitan en el mundo
real e imaginario,
se agitan en lo profundo
del flujo legendario.

Hacen que todo sea
lo que debió haber sido:
ser que desea
con deseo vívido.

Si me preguntaran de dónde vine
diría tu nombre,
diría de ti,
que creas cuando me nombras.

Te agitas en mi brazo
que me marca la cruz,
te agitas en mi paso
que va hacia donde tú.

Haces que sea creación
dicha con tu palabra;
soy tu canción
que es cantada.



Talio




jueves, 26 de julio de 2018

Rashōmon

No se puede decir en un relato
todo lo sucedido en un momento,
no alcanzan las palabras ni el aliento
para hablar profundamente de un acto.

Si no se puede hablar, ¿dónde hay justicia?
¿La hay en un relato campesino
o está en la voluntad del asesino?
Hablar es menos bien y más astucia.

No hay ninguno que vea el acto completo,
unos ven sueño, otros espejo,
y en ese espejo encuentran el reflejo

de su mirar vacío, vacuo y escueto.
Lo único que mira y habla es la emoción;
la justicia es la hija de la pasión.



Talio




miércoles, 25 de julio de 2018

Fábula del coyote y la paloma

Abajito de la loma
un coyote se divisa
acechando una paloma
canturreando de prisa.
La comerá, estoy seguro,
si logra que se distraiga,
con un beso prematuro
que la haga y la deshaga.

Arriba, por el tejado,
la paloma se le oculta
al coyote enamorado
que muy hambriento la busca.
La paloma con un beso
distraerá al viejo coyote,
seguirá quedando hambriento
y viéndose como un torpe.



Talio




martes, 24 de julio de 2018

Lo que quiero

No quiero una mujer,
las quiero todas.
Sufren y lloran,
miran su ayer
y añoran
lo que es y no pudo ser.

No quiero una mujer,
las quiero a todas.
Duermen y moran
entre el placer,
afloran
rociando tragos de miel.

No quiero una mujer,
las quiero a todas.
Las rodadoras
tienen saber
que ignoran:
de dos pueden sacar tres.

No quiero una mujer,
las quiero a todas.
Las soñadoras
tienen su fe:
valoran
ser mujer por ser mujer.

No quiero una mujer,
las quiero todas.
Fauna y flora
pueden crecer
desde ahora
en lo que es y no puede ser.

No quiero una mujer,
las quiero a todas.
Escribo moras,
escribo tres
frases cantoras
qué se hacen seis.

No quiero una mujer,
las quiero todas.
Son muy hermosas.
Son el revés,
son caprichosas,
son todo lo que es.



Talio




lunes, 23 de julio de 2018

Empleado

Huye de un sueño roído
saludando fuerte al alba,
pinta la cruz que lo salva
en su pecho endurecido.

No sabe de qué ilusiones
está sembrado su día.
Se convence con canciones
de una dudosa alegría.

Tras un halo de perfume
y un débil medicamento
su cuerpo se le consume
más presuroso que lento.

Vuela entre bruma y neblina
directo hasta su trabajo,
labor que nunca termina
por estar hecha a destajo.

Ya no es ganancia el dinero,
no es menor sed, ni comida,
es un valor traicionero
puesto a nuestra propia vida.

Sin pensar sigue adelante,
convencido del cariño
sincero y que hace que aguante
el castigo por su niño.

Su porvenir va derecho
a tener la misma suerte,
es muy seguro, es un hecho,
que habrá de llegar la muerte.

La muerte ya es para todos,
trabajen o no trabajen,
la tumba es de todos modos
dónde la añoranza yace.

Bañado en agua salada
el hombre suda cansancio;
en su cansancio se baña:
nuevo perfume al espacio.

Las voces sus amigos
se tornan muy agresivas,
el dinero hace enemigos;
amistades destruidas.

Ser empleado es ser martillo,
herramienta reemplazable,
como un clavo o un tornillo,
el hombre ahora es desechable.

Desechó todos sus sueños,
los cambió por ambiciones,
le vendió el alma a sus dueños
y ya no canto canciones.

Convertido en un objeto
anhela ser un producto,
pues de aquel viejo sujeto
ya sólo queda un reducto.

La tierra no le hace mella
ni la capa cristalina
con que se lava la huella
de la bota de la mina.

Sólo queda la creencia
de que el trabajo ennoblece,
que le da al hombre la esencia
y su existencia embellece.



Talio




domingo, 22 de julio de 2018

Todo es todo

Por cada gota hay un césped,
por cada silencio un ruido,
por cada clavo un martillo,
por cada posada un huésped.

Hay un cielo en cada lago,
una boca en cada nombre,
una carta en cada sobre,
un camino en cada vago.

Para cada otro hay un uno:
agua y fuego, aire y tierra,
se mueven, también se aferran.

Todo tiene su ninguno:
la nada tiene su lecho
en el todo que está hecho.



Talio