Presentación

Presentación

lunes, 29 de abril de 2024

Eres natural

 
Te he encontrado en los versos más inciertos,
esos que hablan del tiempo y la pobreza,
te he encontrado en los dichos de belleza
que vuelven a la vida hasta a los muertos. 

Muertos están los tiempos sin memoria;
muertos están los dioses sin los ritos;
muertos los vagos sin los farolitos;
muerto el círculo eterno sin la noria;

Te he encontrado en lo simple, en lo concreto,
en los trazos difusos de una foto,
en la añoranza del saber remoto…

Te he encontrado al encuentro del secreto
matutino viviendo el nocturnal. 
Encontrarte me ha sido natural. 

Glauco



domingo, 28 de abril de 2024

Mi generación y yo

 
No hay persona más variada
que aquel que ve Dragón Ball,
pambolea con un control,
ama historias recortadas
por el cine, que se enfada
por las nuevas expresiones
que se usan en las canciones,
que gusta de ver en tanga
superhéroes y ver manga. 
Es un campeón de campeones. 

Glauco

sábado, 27 de abril de 2024

Los darks

 
En mis tiempos había chavos
de negro, bien lacrimosos,
que portaban orgullosos
pulseras con púas y clavos
y que se sentían muy bravos
porque eran intelectuales;
con sus canciones geniales
como Du Hast y Astaroth,
y escuchando Gorgoroth
eran bien originales. 

Glauco

viernes, 26 de abril de 2024

Los de barrio

 
He visto muchas personas
decir que llevan adentro,
en su corazón, al centro,
el orgullo de una zona
(casi siempre pobretona). 
Dicen venir desde abajo,
haberse hecho con trabajo
hasta quedar en la cima. 
Ahora cambiaré mi rima
por esos del pseudo barrio. 

Glauco

jueves, 25 de abril de 2024

Chupas

 
Muchas formas de pelear
hay en la lengua del hombre:
te pueden cambiar el nombre
o hasta quererte humillar
y tú querrás contestar. 
Por ejemplo, cuando escupas
(este consejo lo ocupas)
y te digan “Che’ marrano”,
con la cintura en la mano,
tú nomás les dices “Chupas”. 

Glauco

miércoles, 24 de abril de 2024

Los pedigüeños

 
Amoroso batallar
es el de los pedigüeños.
Se convierten en los dueños
del camino y del andar
(lo hacen sin acaparar)
y aunque pa' vivir estiran
la mano ellos sí nos miran
con gran lujo de detalles. 
Gracias a ellos las calles
de toda ciudad respiran. 

Glauco

martes, 23 de abril de 2024

El argüendero

 
En el metro nunca falla
que se atiborre el andén
porque no ha llegado el tren. 
Por más que pongan la valla
hay alguien que no se calla
y chifla él solo primero.
Mi México es mitotero
mas le hace falta incentivo.
Yo le agradezco y le escribo
a ese primer argüendero. 

Glauco

lunes, 22 de abril de 2024

No se puede leer

 
Quisiera escribir sensual,
algo digno de sentir,
mas ¿cómo habría de escribir
de la sensación sexual
con su garra el animal? 
Eso no se puede hacer.
No hay nadie que pueda ver
a otro sentirse flaquear,
que no pueda respirar,
nomás con hacerlo leer. 

Glauco

domingo, 21 de abril de 2024

¡Mmm'hh!

 
A veces cuando te miro
siento raro, un no sé qué,
algo que no se me ve,
se siente como un suspiro
pero con un leve giro,
algo así como un quejido
que no puede ser leído,
siento que tengo una pieza
que no embona, que está tiesa
y me hace dar un pujido. 

Glauco

sábado, 20 de abril de 2024

La máxima libertad

 
No hay libertad más total
que podernos descubrir
en camino de morir
porque es algo natural,
así se vuelve normal
este dicho que concedo
cual si se hablara del credo:
Si sientes rara tu panza
no desprecies la esperanza
de poder echarte un pedo. 

Glauco

viernes, 19 de abril de 2024

Los acompletadores

 
En México la comida
es muy rica de verdad,
hay una gran variedad
(asada, cruda, freída…)
y siempre está bien servida. 
Aquí hasta comemos flores;
maíces de varios colores,
tortillas y varios moles,
mas pienso que los frijoles
son los acompletadores. 

Glauco

jueves, 18 de abril de 2024

Tu mamá es tacaña.

 
Es un cuento popular
el que habla de un tal Melón
que, a fuerza de la razón,
con Melames fue a matar
un pájaro. Al desplumar
ocurrió una cosa extraña
que no sé si sí nos daña:
Melón le dijo “me prestas”,
Melames dió esta respuesta:
“Es que tu mamá es tacaña.”. 

Glauco

miércoles, 17 de abril de 2024

A la larga te acostumbras

 
A menudo se desdeña
la idea de ser mojigato.
“Nomás es pasar un rato”;
“No vende la que no enseña”;
“Qué me jalen de la greña”
dice la gente que alumbra
a los mochos en penumbras. 
Se consuelan con decir
que de tanto recibir
a la larga te acostumbras. 

Glauco

martes, 16 de abril de 2024

Amor de chavos

 
Ese afán adolescente 
de sentirse enamorado
muchos daños ha dejado
en la nariz incipiente
de la jovencita gente. 
Cuando uno anda de manita
sudada nadie se agüita 
¡ah, pero si es al revés!
Hay que lavarse los pies,
la buchaca y las nalguitas. 

Glauco

lunes, 15 de abril de 2024

El chiste es que rime

 
No importa cuánto las forges,
hay rimas con pocas luces.
Por más palabras que cruces,
por ejemplo, al decir Jorges
sólo habrás de dar con Borges,
son las rimas consonantes
estructuras rimbombantes
en el arte del poeta,
no le hace que a veces meta
rimas que sean discordantes. 

Glauco

domingo, 14 de abril de 2024

Las barbas de Jesucristo

 
Muchos barbudos he visto
y pienso “¿Cuál fue el primero?
¿Acaso el busto de Homero
o la piocha de Mefisto? 
No, fue la de Jesucristo."
En mi casa siempre había
un cuadro que refulgía:
El sagrado corazón. 
Mis deseos de ser barbón
son de Cristo y no sabía. 

Glauco

sábado, 13 de abril de 2024

Ella mató al solitario

 
Con las manos en la mesa
y en la boca la vergüenza
me retumbó en la cabeza
lo que todo el mundo piensa

al menos por una vez
(aunque lo piense después):
¿Ella será lo que es
o más bien será al revés? 

Tuve miedo de dejarla
pasar, de querer besarla,
de verla y ya no olvidarla
y de sólo recordarla. 

¿A dónde, me pregunté,
irá? ¿Ella también me ve?
¿Tendrá temor de perder-
me ahora que la encontré? 

Risa y risa: carcajadas. 
Mira y mira: pestañadas. 
Beso y beso: imaginadas
pasiones. No pasó nada. 

Ahora la miro a diario
sin orden y sin horario,
sin reglas ni itinerario.
Ella mató al solitario. 

Glauco

viernes, 12 de abril de 2024

El ave al vuelo

 
Es inútil que te diga
lo que se siente volar
—me dijo el pájaro un día
mientras me escuchaba hablar. 

—Es como si tú dijeras
que yo te puedo entender.
Aunque finjas, ya quisieras
que alguien te pueda creer

que un pájaro habló contigo
y que a volar te enseñó. 
Inventa que soy tu amigo
y vuelas igual que yo.—

Todo eso me dijo el ave
aunque no me dijo nada. 
Tal vez ella mucho sabe
en su palabra negada. 

Es inútil que te diga 
lo que se siente inventar
que un ave me dijo un día
lo que se siente volar. 

Glauco

jueves, 11 de abril de 2024

Juego con el tiempo

 
Habrá un eclipse solar
y quizá, cuando esto leas,
el eclipse ya no veas
porque voy a programar
el blog para publicar
esto después que la sombra
de la luna haga una alfombra
sobre el sol. Así es el tiempo:
con gramática y sin cuerpo
el ser y el no ser renombra. 

Glauco

miércoles, 10 de abril de 2024

Hablar y callar

 
Dicen que el que mucho habla
poco tiene que decir
y que el que mucho se calla
no pretende relucir,

pero ¿qué hay del que se calla
por el temor al error?
¿qué hay que decir del que habla
porque desborda de amor? 

Glauco

martes, 9 de abril de 2024

Saber de la realidad

 
Tu cabello enmarañado,
cual vocal de tartamudo,
en mi mano se ha quedado
delineando mi futuro. 

¿Adónde me llevarás
que no hayas llegado ya?
¿Al nuevo ayer? ¿Al jamás? 
¿Al vaivén que viene y va? 

Llévame a vivir con vos
la voluntad y el divino
volado de hablar los dos
de volar en el camino. 

No te amo porque serás
el amor en treinta años,
te amo porque ahora estás
en estos tiempos extraños

de soledad y temor,
de ausencia y oscuridad.
Te amo y así es el amor:
saber de la realidad. 

Glauco

lunes, 8 de abril de 2024

El error de la lectura

 
Tristes trazos atrapados
en la atractiva prisión 
de tinta y tiempo, ataviados
del disfraz de la razón. 

Se encuentra a veces la trama
en la trémula tensión
del saber. Hay quien reclama
saber sin ostentación

pero ostenta tiempo y tinta
en el tronco de su ser,
igual que la septuaginta
ostenta todo saber

sin saber en realidad
por sí misma, igual el hombre
que dice decir verdad
y sólo dice su nombre. 

Por más letras y lecturas
que aterricen en nosotros
(los trazos, las ataduras)
no tendremos a los otros. 

Glauco

domingo, 7 de abril de 2024

Anécdotas

Les cuento: mi hija ya habla.
Lo que ella no sabe hacer
es pronunciar la palabra,
pero que habla sí lo sé. 

Anda entre repeticiones
de sílabas y fonemas.
Sabe que flores son flores,
mas no que inspiran poemas. 

También sabe qué es un beso
y sabe dónde besar. 
Sabe distinguir el hueso
a la hora de masticar. 

Sabe que debe dormir
cuando apagamos la luz. 
No sabe cuál es el gris,
pero si ubica el azul. 

Sabe cómo platicar
sin saber estar atenta.
Al llegar de trabajar
sé que hay cosas que me cuenta. 

Le digo “A ver, di mamá.”,
lo dice y le digo “te”,
después amo, y al final
un “te amo” que mamá cree. 

Hablar no es el diccionario
y mi hija lo sabe bien,
porque sin vocabulario
nos habla. Ya les conté. 

Glauco

sábado, 6 de abril de 2024

Entre el viento

 
Siempre que pienso en tu amor
veo a lo lejos el consuelo:
una vela en mi desvelo,
una seta con sabor. 

Siempre sé que sale el sol
y si alguien me lo pregunta
sin pensar tengo razón.
Me pasa igual con tu amor,
aunque perderte me asusta,
siempre sé que tú eres yo. 

¡Ah¡, suspiro una vez más
y creo que por el momento
ya no habré de suspirar,
pero al pensarte mi aliento,
solo, te quiere nombrar,
sin poder vibrar al viento
va adelante desde atrás. 

Siempre me pasa, te miro
aunque no te tenga enfrente.
Siempre me pasa, suspiro
y al suspirar te hablo siempre. 

Glauco

viernes, 5 de abril de 2024

Menos fuentes, más botellas

 
Siempre buscamos la fuente
de la vida, y vivir siempre.
Nada vive eternamente
sin antes haber cambiado.
No hay agua que dure inerte,
sólo hay vino embotellado.

El vino en vieja madera
se estanca, mas se mejora.
¿Para qué la vida eterna,
si es más eterno el ahora?
Jesús, a su madre buena,
llenó de vino su anfóra. 

La metáfora del agua
es menor que la del vino,
la primera está estancada,
la segunda da el camino. 

La antigüedad nunca calla
a aquel escritor antiguo
que ha más de un siglo nos dijo:
”No importa dónde va el agua,
siempre que no vaya al vino”. 

Glauco

jueves, 4 de abril de 2024

La infinita serie

 Al haber agregado a la infinita
serie un símbolo más ha devenido 
el cuento eterno que no se marchita
siempre que alguien, cualquiera, lo ha leído. 

Judá León al Golem le dió vida,
Scholem le dió vida a Judá León,
Meyrink a Scholem le encontró cabida
y Borges a Meyrink le dió razón. 

Uno tras otro hinchieron la madeja 
vana que ahí en lo eterno se devana 
y así contaron la leyenda arcana

del Golem, un misterio que no deja
de sorprender a todo aquel que crea
lo que es, lo que ha leído y lo que sea. 

Glauco 

miércoles, 3 de abril de 2024

La creación

 
Sólo hace falta ver la sombra vaga
que el Sol da a los poetas día con día
para saber que hacer deja una llaga
en la creación, la pena y la alegría. 

Se sufre al ver al hijo que se aleja. 
Se sufre en el decir mal entendido;
como Judá León labró su reja,
su carcel, su lamento y su bandeja

de donde bebe el agua del misterio
(ha tantos años ya que fue bebida)
aunque padezca el tren del cementerio
y vaya, cual el Golem, por la vida.

Así el creador (poeta o carpintero)
habrá de sustentar en los errores
la primigenia fe del romancero
con el malentendido y su ardores. 

Nadie se ha equivocado con el nombre
cuando en silencio el nombre se musita,
¿Se ha equivocado Dios nombrando al hombre
que en la poesía (en el Todo) a dios le grita? 

Él no se ha equivocado, así es la esencia,
del ser, de la palabra y la creación. 
Queriendo hacerse Dios Judá León
hizo en el Golem su juicio y sentencia. 

La fábula no fue desarrollada
por Meyrink ni por Scholem ni por Borges ,
quedó entre las palabras anudada
dejando mil caminos y mil nortes. 

Por eso en el Aleph he descubierto
que Borges, mentiroso, dio en el clavo:
supo que aunque el creador se encuentre muerto,
todo el que lee es de la creación esclavo. 

En la contradicción de ser liberto
y esclavo al mismo tiempo se halla el Golem
(llamémosle Platón, Borges o Scholem):
un ser creador al borde de ser cierto.

Todo lector mantiene el alma en vilo
queriendo hallarse en la palabra hermosa,
si, como afirma el griego en el Cratilo,
el nombre es arquetipo de la cosa. 

Glauco

martes, 2 de abril de 2024

La creatura

 
¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Dios viendo a su rabino, a su escultor,
a su poeta, a su cantor de amor,
sabiendo que su obra se perdía? 

Lo mismo que Meyrink le admiró a Scholem,
le admiró la madera al niño vivo,
y lo mismo le admiro, cuando escribo,
a Borges que de Meyrink tomó al Golem. 

Él descifró el misterio en la novela
que, otrora, descifró en el cabalista
que se nutrió del mito de una escuela
que en Judá León vio el brazo de un artista. 

La copia de la copia, dice el griego
en boca de otros griegos recordados,
es realidad que da sentido al juego
de símbolos perdidos y encontrados. 

Se pierden en el viento y se reencuentran
en la creación de un nuevo movimiento
del alma, por lo mismo salen y entran
iguales y distintos al momento. 

Decir “te amo” es decir amor que vuela
y que al volar hace una nueva danza. 
El que le aprecia, aprecia la novela
que de cambiar la historia no se cansa. 

Es la desilusión que el amor dado,
igual que la escultura cambia el dicho
del escultor, cambie el amor de nicho
y ya no sea lo mismo que han mandado. 

Y así como el amor, el hombre a Dios
le arranca lo sereno, le arrebata 
la esencia primigenia de su voz
y a su salvaje voluntad lo ata. 

Ni qué decir de la triste condena
que sufren los poetas y poemas
al pretender que su palabra es buena
mientras que su creación es un problema

que no se acaba en el entendimiento
ni en la revelación ni en la salvaje
exégesis que ordena el pensamiento,
más bien allí es donde comienza el viaje

(Un viaje sin paisaje y sin desgano,
tan sólo sumergido en la terrible
madeja del hilo de lo invisible
que junta lo creado con la mano).

El rumbo del creador nunca es el mismo
que, cuando existe, sigue su creación. 
Esto mismo lo supo Judá León
en los ojos del Golem (el abismo). 

Así se arrepintió de haber creado
aquel perverso ser llamado Golem.
No sé si Borges, Meyrink, también Scholem,
con su creación igual habrán llorado. 

Quizá, tal vez, en la ironía, se rieron
y, así como cristianos y judíos,
dejaron sus palabras en los ríos 
y en las generaciones se perdieron. 

No es imposible ver lo que sentía
Dios al mirar a su rabino en Praga.
Sólo hace falta ver la sombra vaga
que el Sol da a los poetas día con día. 

Glauco

lunes, 1 de abril de 2024

Sin hombre

 

Si yo hubiera querido ser supremo

a la vana lectura del sagrado

libro me habría adherido y ahí dejado

mi barca, mis relojes y mi remo.


Si yo hubiera querido ser más hombre

que el hombre que camina justo al lado

me habría vanagloriado del pecado

que cometí y cometo por mi nombre. 


Igual que el grácil gato del rabino,

en el perverso suelo imaginado,

me miro, me miraba, me he mirado

en un lugar lejano, me imagino. 


Al paso de los años, de las eras,

las voces del error me han convidado

a no llorar, que así no crece el prado

ni el mar ni el cielo ni la enredadera


ni el fuego de la boca y de los ojos,

mas en el crecimiento me he encontrado

sin ojos y una lanza en mi costado

que me hacen, a los cuervos, un despojo. 


Si yo hubiera querido ser supremo

me habría adherido al fin del sexto grado, 

que al paso de los años me he quedado

en un tibio lugar al que no temo. 


Glauco