Presentación

Presentación

lunes, 28 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (XVII)

 
Pobres de las niñas, siempre son envueltas
en lo femenino que las encadena.
Todo lo que expresan y que representan
pocas ocasiones las refleja a ellas
que son sólo presas y se ven envueltas.

            Pobres de las viejas, miran al espejo,
lloran cuando miran que no es su reflejo
aquello que miran y que buscan dentro.
Buscan la belleza vestida en deseos
sin saber que aquella también es espejo.

            Pobres las mujeres, andan por la vida
queriendo ser ellas, siendo femeninas.
Pasan por el mundo moldeando la arcilla
de las buenas cosas y las maravillas
que de entre sus manos han llamado vida.

 

Glauco


viernes, 25 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (XVI)

 
Pobres de los hombres, fingen que no lloran
cuando, día con día, despilfarran horas.
Ellos no conocen las aterradoras
inmortalidades, mas se conmocionan
por su propia muerte y aun así no lloran.

            Pobres de los viejos, miran de reojo
a quienes aún viven, completo, el sonrojo.
Su vida y memorias son sólo un despojo
de lo que antes fueron. Ellos son rastrojo
del mundo moderno visto de reojo.

            Pobres de los niños, lloran cuando nacen,
lloran al perderse y para encontrarse.
Sus vidas apenas comienzan el viaje
de las muchas penas. Hasta desgarrarse
en este planeta sabrán por qué nacen.

 

Glauco


jueves, 24 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (XV)

 
Pobres de los radios, suenan y no cantan,
no opinan, no juzgan, no sentencian ni hablan.
Ellos, por sí mismos, solamente callan,
los interruptores meten la estocada
para que el oído no oiga a los que cantan.

            Pobres de los cables, ellos nunca adornan
la vista del cielo, solamente estorban.
Son para el ocaso hilos que controlan
a cualquier paisaje y a la vista violan.
Aves en los cables, ellas sí que adornan.

            Pobres de las cosas no tienen concepto,
no tienen venganza, ni tienen respeto.
Ellas nunca encuentran sentido directo
en las abstracciones de los pensamientos,
sólo ven al hombre perdido en conceptos.

 

Glauco

            

miércoles, 23 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (XIV)

 
Pobres de las velas, ellas no disfrutan
las intimidades de una alcoba oscura.
Ellas ante el viento siempre quedan duras,
y el viento en su llama es donde estimula
mientras las personas sus sombras disfrutan.

            Pobres de los cuadros, ellos jamás gozan
del arte de antiguos. Ellos siempre ignoran
lo que significa la belleza toda;
son una mirada que no mira sola,
son esa mirada que los hombres gozan.

            Pobres de las sillas, sufren el cansancio
de hombres jornaleros y de hombres ancianos.
Ellas son violadas por ese descanso
que los hombres buscan después del trabajo,
cuando en el ocaso les llega el cansancio.

 

Glauco


martes, 22 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (XIII)

 
Pobre pluma fuente, dice y nunca dice
 lo que ella desea, solamente escribe.
Ella escribe letras, mas no las distingue,
ni distingue al hombre que a veces escribe
y la tiraniza bajo lo que dice.

            Pobres de las bardas, tienen sus dos caras
sufriendo lo mismo por que fueron creadas.
Hombres y terrenos las bardas separan;
todo separado, incluso las bardas
que nunca están juntas para ver sus caras.

            Pobres de las rejas, sufren la condena
de estar encerradas y ser las que encierran.
Ellas no conocen ventanas ni puertas,
Tampoco conocen a quienes liberan,
son las prisioneras de quienes condenan.

 

Glauco


lunes, 21 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (XII)

 
Pobre del martillo, golpea su cabeza
mas ninguna idea por allí atraviesa.
Él no hace la silla, él no hace la mesa,
es del carpintero sólo una herramienta
para que él construya lo de su cabeza.

            Pobre la cuchara, nunca come nada,
ni el fondo del plato, ni la simple nata.
Ella no conoce qué es estar saciada,
es utilizada por quien sí se sacia,
por quien deja el plato repleto de nada.

            Pobre contrabajo, su voz es macabra
para quien lo escucha sin una guitarra.
Él solo no dice, él solo no habla,
él sólo tremula las cuerdas que arrancan,
a quienes las oyen, pasiones macabras.


Glauco

            

viernes, 18 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (XI)

 
Pobres de las armas, sufren la violencia
de ser condenadas a la decadencia
porque el hombre hiere de nuevas maneras.
Y las armas siempre cargan en la guerra
el infame estigma de ser la violencia.

            Pobres de los vasos, chocan por los hombres
que sí se divierten. Y los vasos nobles
que no se divierten llevan los sabores
que causan temblores, llantos y estupores
a los desdeñosos labios de los hombres.

            Pobres ventanales, el sol atraviesa
sus marcos y vidrios como rauda flecha,
no los ilumina, sólo los calienta.
Ellos nos disfrutan la naturaleza
de lo luminoso que nada atraviesa.

           

Glauco


jueves, 17 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (X)


Pobre de Plutón, rico por los muertos,
son sus posesiones dunas de un desierto
que cuanto más crece más deja en silencio
el mundo que vive y queda en el duelo
de saber que todos terminarán muertos.

            Pobre de Mercurio, lleva los mensajes
entre dioses y hombres. En sus muchos viajes,
con su rapidez, suele llegar antes
al destinatario, dice lo que sabe
y en la rapidez se olvida el mensaje.

            Pobre de Yahvé, venció los panteones,
se alzó victorioso entre tantos dioses,
pero fue distinto con los libres hombres
que ahora lo utilizan para que controle
la fe de la gente y llene panteones.


Glauco

miércoles, 16 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (IX)

 
Pobre Prometeo, quiso ser amigo
del hombre y el fuego, en un acto impío,
robó para ellos y les dio el latido
de vida. Y el hombre, malagradecido
siguió con el fuego sin ver a su amigo.

            Pobre Poseidón, controla los mares,
mas no pacifica a los navegantes
que llenos de furia y de voluntades
hacen de sus barcos pequeños altares
en donde se postran los bríos de los mares.

            Pobre de Cupido, flechador y ciego
enciende en los hombres un radiante fuego
que deslumbra y todo se vuelve deseo.
Así, quien padece la flecha de Eros
queda poseído y se vuelve ciego.

 

Glauco

            

martes, 15 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (VIII)

 
Pobre dë Hefesto, dirige el trabajo
como el cuerpo mismo, mas deja de lado
que las herramientas no son los humanos.
Hefesto no sabe, nunca ha valorado,
la naturaleza mortal del trabajo.

            Pobre de Dionisio, pierde la consciencia
pero no le importa, al perder la encuentra.
Desea de los hombres su frágil presencia,
pues por mas que beban y por más que pierdan,
nunca se desprenden de tener consciencia.

            Pobre de Zeus, dirige a los dioses
desde lo más alto de divinos montes,
pero está tan alto que pierde a los hombres
de vista y los deja tener emociones
que pasado el tiempo los vuelven en dioses.

Glauco

lunes, 14 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (VII)

 

Pobre dë Apolo, condujo a las musas

a los corazones que estarían en tumbas

gloriosas y llenas de pasión profunda.

Perdió ante los hombres esa fresca lluvia

que los vuelve amantes de las bellas musas.

            Pobre de Atenea, con sabiduría

define la guerra, mas no la agonía

que causa en los hombres saber de la vida.

La vida es la guerra que sin alegría

sume a los mortales en sabiduría.

            Pobre de Artemisa, le dicen la luna,

y ella no se posa sobre la laguna

como una gacela que el agua disfruta.

Ella es cazadora no puede ser cuna

de la negra noche llamándose luna.

           

Glauco

viernes, 11 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (VI)

 

Pobres de los dioses, ¿cómo se enardecen

por querer ser hombres, hombres, que perecen?

Ellos no conocen de vida y de muerte,

mueren cada día, mas nunca fenecen,

en la vida humana ellos se enardecen.

            Pobre de Afrodita, maldijo a Narciso

porque con su rostro humano-divino

le dio una estocada porque no la quiso.

Y ella despreciada le dio por castigo

darle nacimiento a la flor narciso.

            Pobre de Calipso, mirando a Odiseo

perdió la cabeza por lo mortal bello.

Hizo de su lecho un inmortal puerto,

pero no contaba con lo verdadero

del amor humano y sabio de Odiseo.


Glauco

jueves, 10 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (V)

 

Pobres de los pastos, ¿cómo se acarician

unos a los otros al son de la brisa?

Ellos van y vienen mientras se deslizan

los pies suavecitos de una suave niña

que con cada paso sí los acaricia.

            Pobres de los focos, ¿cómo se iluminan

con un solo toque de ajena energía?

Ellos se iluminan, pero sólo brillan,

no son luz certera ni luz de la vida,

es otra energía quien los ilumina.  

            Pobres de las llamas, ¿cómo se consumen

sin saber que mueren, mueren, mientras suben?

Ellas van al cielo, pero no refulgen,

dejan en el mundo algo del perfume

de aquello que oxidan y que se consume.

 

Glauco

miércoles, 9 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (IV)

 

Pobres de las fechas, ¿cómo se persiguen

unas a las otras mientras se definen?

Ellas siempre llegan, nunca se despiden,

y quienes recuerdan las fechas que viven

son sendas memorias de eso que persiguen.

            Pobres de las letras, ¿cómo se diluyen

entre tinta y viento, silencios que fluyen?

Ellas no comprenden que no son la nube,

que no son los signos que el mundo descubre,

que su contenido siempre se diluye.

            Pobres de las garras, ¿cómo se entrometen

entre las caricias y daños ardientes?

Ellas no vislumbran que no son tan fuertes

como el cuerpo entero en donde arremeten,

 porque son los seres quienes se entrometen.

 

Glauco

martes, 8 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (III)

 

Pobres de los cielos, ¿cómo se definen

por lo luminoso de astros que no viven?

Ellos adolecen de que los limiten,

en el infinito se pierden y siguen

en el horizonte donde los definen.

            Pobres de los sauces, ¿cómo se humedecen

sin que nadie toque sus partes que crecen?

Ellos se liberan y no se contienen,

mas su crecimiento nunca lo comprenden,

porque sólo existen mientras se humedecen.

            Pobres de las puertas, ¿cómo se entreabren

para que otros miren, pero nunca pasen?

Ellas dejan dentro dichas y desastres

y dejan afuera lo que nadie sabe;

a veces se cierran y a veces se abren.


Glauco


lunes, 7 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (II)

 

Pobres de los besos, ¿cómo sentirán

ser bellos objetos, pero no besar? 

Ellos nunca besan, alguien más los da,

no sienten sabores ni saben amar,

sólo son el gusto de quien sentirá. 

Pobres de los pasos, ¿cómo se mantienen

en constante avance mientras van y vienen?

Ellos no distinguen pasar de placeres,

no sienten el gusto de quien se detiene,

porque el caminante es quien los mantiene.

Pobres de los pozos, ¿cómo se llenaron

de viejas monedas (deseos enterrados)?

Ellos están solos. Sufren los estragos

de la fantasía de los sueños falsos

que, en la fantasía, del Ser se llenaron.


Glauco

viernes, 4 de febrero de 2022

La aporía de lo humano (I)

 

Pobres rosas rojas, ¿cómo se sonrojan

cuando alguien se acerca a notar su aroma?

El enamorado le acerca su boca

y la rosa roja sólo está celosa

de la enamorada que sí se sonroja. 

Pobres de las aves, ¿cómo sentirán

de ver que su vuelo no las lleva a más?

Ellas sólo vuelan porque es natural, 

mientras las palabras vuelan de verdad

y en pasión y logos sí se sentirán. 

Pobre fuego nuevo, ¿cómo se calienta

cerca del calor que da una pareja? 

Él sólo se queda prendido en la hoguera,

no nace del roce de las entrepiernas

que con sólo verse sí que se calientan. 


Glauco

jueves, 3 de febrero de 2022

Estaremos vivos

 
Si tengo la tierra ¿de qué me sirve sembrarla toda,
si no habrá un espacio para pasear y tomar tu mano? 

Si tengo una rosa ¿de qué me sirve llevarla al pecho,
si no crecerá para darte el aire para que vivas? 

Si tengo un camino ¿de qué me sirve seguirlo andando,
si no habrá descanso para sentarme diario a tu lado? 

Si tengo los ojos ¿de qué me sirve poder mirarte,
si con mi mirada no puedo asirte y nunca dejarte? 

Si tengo palabras ¿de qué me sirve decir del mundo,
si no puedo hacer que sean la creación de este paraíso? 

Si tengo latidos ¿de qué me sirve llevar la sangre 
a todo mi cuerpo, si en mi vivir no puedo llevarte? 

Si tengo intelecto ¿de qué me sirve pensar las cosas,
si no puedo darte la vida eterna y mi pensamiento? 

Si tengo mi vida ¿de qué me sirve sentir amores,
si no puedo darte mi vida entera y todo lo mío? 

Por eso te digo que tierra y rosa, ojos y camino,
palabras, latidos, vida, intelecto, son todos tuyos.
Por eso te digo que en ti mi vida tiene sentido
y que te amaré por la eternidad y estaremos vivos. 

Glauco

miércoles, 2 de febrero de 2022

Alegría

 
Hay quien dice que en el norte
son blancas las alegrías.
Hay quien dice que los días
nuevos son nuestro soporte.
Hay quien dice que el recorte
de los días es la tristeza. 
Hay quien dice que la empresa
del humano es ser feliz.
Hay quien dice que en el gris
también puede ver belleza. 

Es el manto de la nieve
el pacto de un nuevo juego,
le da a los niños el fuego
que en su corazón se mueve;
hace que el perdón se eleve
y que nada muera ya.
La alegría, la eternidad,
la ciencia, la fe, la brisa,
son campo que se divisa
en el bien de la verdad. 

El flujo del calendario
es el tenue movimiento
de las hojas en el viento,
movimiento reaccionario
sin límites, sin horario
y sin nada que perder. 
La alegría nos hace arder
cómo brasas invernales,
convierte los ideales
en algo que conocer. 

La tristeza es la respuesta
que todos quieren saber
pero nadie quiere ver,
esa arriesgada apuesta
entre funeral y fiesta
que el hombre intenta buscar. 
La alegría nos puede dar
otra visión de lo mismo:
no es a tristeza una abismo,
es otra forma de amar. 

Cada vida, cada empresa,
cada bien y cada mal,
son un impulso animal
en busca de la belleza,
esa búsqueda sorpresa
de lo que no se conoce. 
La alegría permite el roce
de deidad y humanidad,
vuelve principio al final,
volviendo posible el goce. 

El gris es ese color
de la refulgente plata
que en el color se abarata
porque es color sin fulgor,
pero no pierde valor
aquello que colorea. 
La alegría es esa odisea
que el pecado original
dió de forma general
para todo el que la vea. 

Hay quien cree que la alegría
es un modo de sentir. 
Hay quien piensa que sufrir
es el pan de cada día. 
Hay quien vive en agonía
y no quiere fenecer. 
Hay quien persigue el placer
pero no persigue esencia. 
Hay quien usar la conciencia
para algo más que saber. 

Glauco

martes, 1 de febrero de 2022

La metamorfosis

 
De pronto da comienzo una batalla.
Es el demonio contra San Miguel,
licor de ajenjo contra dulce miel,
lucha que en miedo y esperanza estalla. 

La lanza se convierte en un cincel 
que revienta la roca en mil pedazos
y mil rocas pequeñas hacen trazos
sabor a dientes, alma, fuego y miel.

El miedo al temeroso paraliza.
De roca se convierte en nueva flor
y de jardín se vuelve fina danza.

El movimiento en forma de una brisa
convierte el miedo en el más puro amor:
razones y motivos de esperanza. 

Glauco