Presentación

Presentación

viernes, 30 de noviembre de 2018

La yunta de tus besos III

Tu tierna boca es el terrateniente
de un campo de algodón y rosas rojas,
de ese barbecho brotan tantas cosas
urgidas por el alto sol caliente.

La siembra, que con su esperanza urgente
florece en mil chasquidos de mil bocas,
le grita a la mañana ideas hermosas
surgidas de su lengua, su simiente.

El dueño de esta tierra de cultivo
seduce al crecimiento con sus ojos
haciendo que broten flores gigantes.

En este campo abierto estoy y vivo
plantado eternamente en los rastrojos
de vida de tus besos desde antes.

Glauco

jueves, 29 de noviembre de 2018

La yunta de tus besos II

Los canales de riego de saliva
irrigan en la tierra el alimento,
convierten la semilla en crecimiento,
transforman el sudor en agua viva.

La siembra presurosa va hacia arriba,
con paso desbordante va al encuentro
del riego que se hace cauce violento
que con violencia su vivir embiba.

En gotas de rocío queda sellada
la forma de los frutos que han crecido
por gracia de las aguas cristalinas.

La vida en tu saliva desbordada
propicia el crecimiento de mi vida,
tu beso vuelve las yuntas marinas.

Glauco

miércoles, 28 de noviembre de 2018

La yunta de tus besos

¿De llevarme no dejarán tus besos
por un imaginario de mordidas
tras de tus labios rojos escondidas
donde el grosor encuentra qué es lo grueso?

¿No dejarán de tiritar mis huesos
al recordar las mínimas heridas
que tus mordidas fieras y homicidas
han dejado en mis labios como sellos?

Esos besos no dejan de pasearme
por los campos de imágenes hermosas,
sembrando en mi sentir deseos traviesos.

Trabajaron tus labios al amarme,
cultivando en mi ser miles de cosas,
llevándome en la yunta de tus besos.

Glauco

martes, 27 de noviembre de 2018

Mi hermanita

Llegaste a nuestras vidas casi en la primavera.
No sé sus sentimientos, mas sí lo que yo siento.
Yo siento que te quiero como la vez primera
en que aspiraste el viento.

Tus manos batallaban con hilos invisibles,
suaves y delicadas, ansiosas de contacto,
buscaban hacer suyas las cosas inasibles,
pudiendo hacer un acto.

Tus ojos entreabiertos a veces me miraban,
eran los mismos ojos y las mismas pestañas
que tienen nuestros padres en sus tiernas miradas,
sin pasiones extrañas.

Un aroma de flores nació en el paraíso
y cuando tú naciste el cielo fue distinto,
perdió ese dulce aroma cuando el perfume se hizo:
perfume tú-jacinto.

Los rizos de tu pelo tejían un entramado
de cantos de sirena, de flautas de flautista,
que hacían ir a los dedos, pegados a las manos,
a hacerte mil caricias.

La bebé de la casa serías eternamente,
la bebé aunque te marches hacia un confín lejano,
la bebé de mis padres, la del beso en la frente,
la bebé de tu hermano.

Glauco

lunes, 26 de noviembre de 2018

Solito

Llorándome se encuentran nuestros besos,
envíanle al aire turbio muchos rezos,
sóplanle a sotavento a tus suspiros.

Llorándome los besos se han quedado,
pues ya no irán jamás hacia tu lado,
sólo se morirán tras los respiros.

Si yo pudiera hacer callar el llanto,
tendría que hacer callar también los labios,
así como esos viejos griegos sabios,
callaban el saber sin saber cuánto.

Si yo pudiera hacer callar el grito
que todo tu desprecio me ha arrancado,
podría dejar de estar enamorado,
podría iniciar mi vida yo solito.

Glauco

domingo, 25 de noviembre de 2018

Pasó el tiempo

Ya ha pasado el tiempo
y la vida ha seguido.
Yo no vi el momento
de seguir estando vivo,
yo no vi el momento
en que cambió tu camino.
Ya ha pasado el tiempo
y la vida ha seguido.

Un latido, un momento,
un rencor, un suspiro,
se clavan en mi pecho
convirtiendo en aullido
que se pierde en el eco
a mi canto dolido.
Un latido, un momento,
un rencor, un suspiro.

Espero que en el tiempo
pase todo contigo,
se vaya en el recuerdo
que pasa a ser olvido.
Espero que este duelo,
esta sed y este frío,
dejen de ser el centro
de mi querer vencido.

Glauco

sábado, 24 de noviembre de 2018

Un día...

Un día corté una flor y jamás supe
por qué un obsequio bello siempre muere,
ni por qué la belleza se recubre
de la muerte cuando eterna se vuelve.

¿Por qué la eternidad dura tan poco?
Se posa y se evapora, como todo,
en valle de memoria, en ríos de ojos.
¿Por qué la eternidad nos deja solos?

La belleza es semejante a la brisa:
deja huella en la flores donde pisa,
huella que en el vapor se desliza,
yendo a la eternidad (muerte precisa).

Un día prendí la llama de una fragua
que se apagó dejándole una yaga
eterna a la zanja que no se apaga;
la eternidad de a poco se desgaja.

¿Por qué la eternidad no se ve siempre?
¿Por qué la eternidad se desvanece?
¿Será que el fuego quema eternamente
aunque se apague y sea otro el que se enciende?

La belleza es igual a una burbuja,
en cada movimiento es maravilla,
incluso cuando estalla, mas no dura.
La belleza es efímera, es la vida.

Un día la vida eterna nos fue dada,
ya no hubo más preguntas ni más nada.
La horrible maldad fue crucificada
y de ahí surgió la belleza eterna.

Glauco

viernes, 23 de noviembre de 2018

Deseo rococó

Un columpio: tu pelo
en el espacio juega,
coquetea con mis dedos,
pide a gritos mis huellas.
Liana, hilo de fuego,
balancea en tu cabeza
el hipnótico centro
que a desearte me lleva.
Mi mano y su talento
a tu cabeza llegan,
llegan y van adentro,
a donde más me sientas.

La fuente cristalina
de las estrellas de sal
se moja hasta que brilla
como el manto celestial.
No hay gota ni saliva,
ni lago, ni río, ni mar,
que arranquen de mi vida
estas ansias de nadar.
Cada gota me mira
y yo las miro más.
Me inquieta y me fascina
que seas Eva y yo Adán.

La canasta de fruta
se deshace al contacto,
se convierte en la aguja
que ha de tejer tu manto.
Mira que hay mucha pulpa
de tus poros brotando,
y de tus labios de uva
más tu piel de durazno,
el sabor se disfruta
como se goza el acto:
con la lengua y las uñas,
con el placer y el llanto.

Movedizas arenas
atraviesan tu cuerpo,
arrastran las cadenas
del amor y del estro,
van hasta donde llega
el calor de mi adentro,
se alojan en la cueva
de un eterno momento.
Brotará sangre nueva
durante mucho tiempo,
será una clara prueba
de nuestro amor eterno.

Cantos de miles de aves
se escapan de tu boca:
coloridos tucanes,
casaderas palomas,
buitres de los Balcanes,
colibríes y alondras
y colores de quetzales.
Todos cantan a toda
energía sus cantares,
hacen eco en tu sombra
y hacen brotar los mares
de tu cadencia loca.

En la selva, en los bosques,
también en el desierto,
yo quiero que me toques
cubierto y descubierto,
yo quiero que me arropes
con besos y cabello,
y que grabes tu nombre
a través de mi cuerpo.
Quiero tener de golpe
todos tus sentimientos,
en un solo derroche,
en un solo silencio.

Glauco

jueves, 22 de noviembre de 2018

Sueño erótico

Me siento solo
en una banca
en un jardín lejano.
Las flores acarician mi mirada
y los grillos me cantan al oído,
su canción me adormece,
me desmaya,
en un sueño
dónde me siento más vivo.
La llovizna congela mis latidos,
para hacerlos agua en la clepsidra,
ésta marca el tiempo,
marca el ritmo,
del descenso de mis labios
a tu ombligo.
Una fragua entre tus piernas ha nacido:
maduraste con las flores del jardín,
te metiste en mi sueño
y fundiste
el césped, un mar verde de placer.
Es el mismo sueño de ayer.
Me siento solo
en una banca
en un jardín.
Te sigo esperando,
sí,
a ti.

Glauco

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Sinónimos

La lucha y la pelea no son lo mismo,
ni es lo mismo la horrible que la fea.
No es semejante el ave que aletea
a aquella que planea sobre el abismo.

No es lo mismo el cenit y el firmamento,
ni es cercano el chubasco al aguacero.
No es lo mismo que diga que te quiero
a que diga un te amo a sotavento.

Sin embargo la lengua es el lenguaje
y el lenguaje es igual al pensamiento,
que al momento se enuncia con el acto.

Es igual la memoria de un paisaje
al recuerdo que genera un sentimiento.
La palabra es un poco y es un tanto.

Glauco

martes, 20 de noviembre de 2018

¿Quién como Dios?

En lo alto del cielo hay una espada,
sólo una es la que se necesita
para cuidar lo que en el mundo habita
y mandar a la bestia hacia la nada.

A otro tiempo el Dragón fue desterrado,
por su infame traición a Dios bendito,
al corazón helado del Cocito
por un antonomásico soldado.

Es el único soldado del señor,
el único soldado que derrota
la maldad que del mal y el malo brota.

Es el único que lucha por honor.
Sacrifica su amor, todo por Él.
Así es el amor de San Miguel.


Glauco


lunes, 19 de noviembre de 2018

Canto en el invierno

En el invierno el sol sale
y las flores aún relucen.
Cada beso tuyo vale
pues tus labios me seducen.

En el invierno aún hay césped
y aún hay agua caliente.
En tus brazos soy un huésped
como ha sido mucha gente.

En el invierno hace frío
hasta que siento tu pecho.
Todo tu pecho ahora es mío
en lo suave de tu lecho.

En el invierno hay verano
y también hay primavera.
El verano está en mi mano
y marzo está en tu cadera.

En el invierno deseo
que te perfumen las flores.
El sol es lo que yo veo
cuando hierven tus calores.

En el invierno las luces
de los árboles recuerdan
las lágrimas que te escurren
cuando mis besos te llegan.

En el invierno me bebo
una bebida de fuego,
la riego sobre tu cuerpo
para dar inicio al juego.

En el invierno tus labios
me seducen con sus besos,
las flores lucen sus tallos
para el sol en sus comienzos.

En el invierno se espera
un calor más duradero
que no nos venga de fuera,
sino que venga de adentro.

En el invierno las cosas
se notan más seductoras,
más candentes, más hermosas,
durante todas las horas.

Glauco


sábado, 17 de noviembre de 2018

Adiós al frío

Cuando la temperatura
baja muy cerca del cero,
un abrazo es lo que quiero
que me irrigue calentura
poniendo mi sangre dura.
Quiero que suba el calor,
parta de tu negra flor,
hacia mi corazón puro.
Una cosa te aseguro:
calor es sexo y amor.

Glauco

viernes, 16 de noviembre de 2018

El rayo que no cesa

(Homenaje a Miguel Hernández y a mi amor)


No me lastima el rayo que no cesa
la fiereza que ruge en mis adentros,
ni la fragua encendida todo el tiempo
y el metal brilla rojo cual cereza.

No hay herida que deje el alma lesa
derramando sus pobres pensamientos
mientras sana el amor sus sentimientos
y se hincha completo de belleza.

Ese rayo acaricia mi mirada,
protegiendo mis besos y mi cara
y dejando mis miedos escondidos.

Ese rayo me arranca de la nada,
me enseña lo que el mundo me depara
y me arranca el corazón en mis suspiros.

Glauco


jueves, 15 de noviembre de 2018

El filósofo de la filosofía

Proteo se convertía en todas las cosas
pues no quería decir lo que sabía,
detrás del parecer él escondía
su verdadero ser, su forma hermosa.

Ulises con su astucia hubo obligado
al metamorfo dios a revelarle
secretos que a nadie quiso contarle,
pues del saber estaba enamorado.

Aquel que en el saber se dé sentido
a dejar de ser él debe arriesgarse
y sin dejar de ser a transformarse.

Al ser el mar también es el navío
que va entre la tristeza y la alegría.
Ser todo y uno es ser filosofía.

Glauco