Presentación

Presentación

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Todas las semanas

 

Andando por todas partes

he encontrado unas monedas

y algunas obras de arte

paseando en las alamedas.


He encontrado el martes santo

que en el triduo no figura.

Festejamos que no hay llanto

porque la vida no es dura. 


Y he visto hombres y mujeres

luchando por demostrar

sus infinitos poderes

a la hora de marchar. 


Van los niños sin morrales

a donde no pueden ir,

van evitando los males

aunque no puedan dormir. 


Finas piezas a la venta,

finas cual pieles del rey,

las lleva quien las encuentra

y quien no teme perder. 


Se nos pierde la decencia

cuando la música ruge;

parece la decadencia

pero a subirnos nos urge. 


"¡La basura!, ¡Volovanes!",

son los pregones del diario,

son voces que cual imanes

traen al gritón su salario. 


Gente mala y gente buena

por las calles de esta zona,

la buena pasa serena,

la mala nunca perdona. 


Y así es todas las semanas

santas, comunes e impías,

pasan ladrones y hermanas.

"¡Muelas, obleas y alegrías!". 


Glauco

martes, 29 de septiembre de 2020

Del ayer al mañana

 

Ayer creí soñar contigo

porque no recordé

el momento en que caí dormido.


La consciencia se me fue

y con ella sólo vino

el flagelo del ayer. 


Hoy despierto y me preparo

para sentir el calor

menor de finales de año.


Soy consciente de quién soy

porque al fin he despertado

del ayer en este hoy. 


Mañana seré inconsciente

y no podré saber nada

porque el hoy verá su muerte 


Soñaré una nueva trama

esperando que recuerde

que el ayer es el mañana. 


Glauco

lunes, 28 de septiembre de 2020

Canto de vida y muerte

 

Tengo los cantos llenos

de saliva en la garganta;

el canto que se levanta

cada vez se hace más pleno. 


Canta en mi nota la abeja

y en mis piernas el tambor

del camino es el temblor 

del zumbido y su compleja

melodía de obra y amor. 


Canta la lluvia al caer,

al caer y hacer un hueco

en el amplio campo seco. 

Canta mi voz al llover

y cada gota es un eco.


El eco llena mi canto

de laderas y colinas.

La voz nunca desafina,

por este mundo camina

y nunca toma descanso. 


Canta el ciclón en lo eterno

que dura sólo un momento.

Cuando se disipa el viento

lo infinito y su gobierno

hacen del ciclón un muerto.


La muerte canta escondida

y escondida no se escucha. 

La muerte se vuelve mucha

cuando de cantar se olvida

para que cante la vida. 


Muerte y ciclón en mi boca,

abejas, lluvias y vida

son el canto y maravilla

que en la voz se vuelven roca. 


Glauco

viernes, 25 de septiembre de 2020

Oscura crónica de amor

 

Secábamos las lágrimas con besos.

Secábamos los besos con miradas.

Nos dábamos miradas indignadas

para no delatar más labios gruesos. 


Juntábamos la carne con engaños.

Juntábamos engaños con regalos.

Nos dábamos regalos siendo malos

para no delatar todos los daños. 


Teníamos a la espalda tanta pena

que nuestro beso torpe y destrozado

acabó en una zanja amortajado. 


Así acabó la vida en vida ajena:

secándonos en una grieta inerte

que nos matrimoniaba con la muerte. 


Glauco

jueves, 24 de septiembre de 2020

Una crónica de amor oscuro

 

En un vientre fecundo se consume

un anhelo de vida luminoso.

Ilumina en el vientre nebuloso

hasta que por la herida se rezume. 


De luz enardecida a simple lumbre

pasa el anhelo de la nueva vida,

de anhelo a hielo, siendo luego herida,

la luz de oscuridad y hiel se cubre. 


Sin vientre, sin anhelo, sin ardor,

se queda el cuerpo siendo cuerpo hueco.

Un grito de dolor cantará el eco


de lo que alguna vez cantó el amor. 

Legrar la carne con la voz del alma

es un sentir que nunca más se calma. 


Glauco

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Crónica de amor oscuro

 

Amor que te disfrazas de amor propio,

también te has disfrazado de deseo,

y con ambos disfraces tu aleteo

se pierde entre los cielos del oprobio.


Amor que te disfrazas de cristiano,

también te has disfrazado de amistad.

Es tu disfraz un manto de maldad

y tú máscara y rostro de villano. 


Pasaste, amor, delante de mil ojos,

oculto entre bondad y sacrificio,

llevando a todos hacia el precipicio. 


Allá en el precipicio los despojos

de mil miradas sacadas de quicio

embozan con virtudes a los vicios. 


Glauco

martes, 22 de septiembre de 2020

Crónica de oscuro amor


La primavera, madre del verano, 

fundió con su calor unos rosales.

Las quemaduras fueron daños tales

que del intenso ardor surgió un tirano. 


Verano del amor, de la violencia,

de ti surgen fundidos los metales;

la primavera puso en ti sus males

y tú pusiste en ellos la inconsciencia. 


Verano, en el otoño haces la guerra.

Haces grietas de viento en la madera

y hierves el carbón de la caldera. 


En el invierno a no morir te aferras

y buscas un calor que no te hiera

cómo te hirió el amor de Primavera. 


Glauco

lunes, 21 de septiembre de 2020

Crónica del amor oscuro

 

De sangre entre las piernas y los dedos

se tiñen las visiones de lo nuestro,

se baña lo selvático del estro

y rugen fragorosos los recuerdos. 


Te mueres cada vez que yo me muero,

y así todos se mueren al morirnos.

¡Cuidado, que la sangre puede herirnos

hasta hacer de la herida lo primero! 


Cuando todo termine: ¡no te quiero!,

porque cuando empezó no te quería.

Cuando decía "te amo" te mentía.


Sabremos que el amor es pasajero.

Que pasa entre la rabia y la alegría

vertidas en la sangre que fluía. 


Glauco

viernes, 18 de septiembre de 2020

Crónica de un amor oscuro

 

Un amor nuevo en un amor vejado

hizo su nido y se escondió debajo,

amor rastrero, cual escarabajo,

que todo dejaría despedazado.


Amor que hizo verdades las mentiras,

e hizo con las mentiras algo cierto,

tejió un engaño en el amor de un muerto

que se murió de amor, celos e ira. 


Y sin piedad más que la del engaño

siguió este amor, parásito de vida,

creciendo en sus pasiones homicidas.


Creció tanto este amor que se hizo daño,

hizo explosión en un acto suicida,

figurando una rueda sin salida. 


Glauco

jueves, 17 de septiembre de 2020

Amor oscuro

 

He visto y he sentido al esconderme

un profundo placer por no ser visto.

A tener cuerpo propio me resisto

porque así nada puede contenerme. 


Y voy aquí y allá sin detenerme. 

Y voy de convenciones desprovisto. 

Porque así todos sienten que yo existo

y en cada paso oscuro pueden verme. 


Me miro en el espejo de la carne,

en el de la belleza y la fealdad.

Me miro y me parece que es verdad


que en mi presencia todo sufre y arde. 

Sufren de amor los que no se conocen. 

Arden de amor los que viven el goce. 


Glauco

miércoles, 16 de septiembre de 2020

Duele el sueño

 

Duele el sueño que no vive en la almohada

y no muere en la realidad del acto. 

Duele el sueño que no tiene contacto

con la vida y se pierde entre la nada. 


Es el sueño una vivencia limitada

por líneas de lo etéreo y de lo abstracto.

Se terminan los sueños en lo intacto,

esperando por su nueva llegada. 


Y entre sueños y tacto y experiencia,

las almohadas añoran tener manos

para hacer de los sueños nuevo plano.


En el sueño se forma la inconsciencia

y el dolor ante lo que no se sabe. 

Sueño con que todo el dolor se acabe. 


Glauco

martes, 15 de septiembre de 2020

Porque a nadie...

 

A nadie le hablo como a ti te hablo

ni a nadie digo lo que a ti te digo.

A nadie más que a ti doy mi vocablo. 


A nadie miro como a ti te miro

ni a nadie pienso como a ti te pienso.

A nadie más que a ti doy mi respiro. 


A nadie siento como a ti te siento

ni a nadie beso como a ti te beso.

A nadie más que a ti doy mi alimento. 


Porque te hablo, te digo, te pronuncio,

en lo más escondido del silencio. 

Porque miro, te pienso, te respiro,

en lo más limitado del reparo. 

Porque siento y te beso y me alimento

en lo más asombroso de tu manto. 


Y digo vaho cuando en tu ausencia el frío

se impone sobre mi temperatura

borrando toda huella del estío. 


Miro el paisaje y miro el edificio.

En uno te imagino y te dibujo,

en otro te condeno y te desquicio. 


Y siento lo que ya nadie ha sentido:

tu ausencia, tu silencio, inconsciencia.

Te siento y no te siento. Estoy perdido. 


Glauco

lunes, 14 de septiembre de 2020

Hay días contigo

 

Hay días en los que todavía te anhelo. 

Te extraño y te recuerdo y te revivo.

Eres mi salvación, rama de olivo. 

Eres mi perdición, eres mi duelo. 


Hay días en los que lloro inconsolable.

Te odio y te aborrezco y te destruyo. 

Eres la salvación de la que huyo. 

Eres ese abandono confortable. 


Hay días en los que ya no causas nada. 

Hay días en los que traes toda mi vida

en un vilo perpetuo sin salida. 


Hay días en los que clavas una espada. 

Hay días en los que mis anhelos matas.

Hay días en que mis lágrimas desatas. 


Glauco

viernes, 11 de septiembre de 2020

El viento nos extraña

 

Hay un viento que va y viene

de lo alto de la montaña.

Se va siendo lo que tiene

y vuelve hecho una maraña

de hojas, silencios y lodo.

Viene y va tocando todo,

toca la cima y el llano,

el invierno y el verano. 


Va pasando entre las ramas

y acariciando las hojas,

hace cariño a las gramas

y del rocío las despoja. 

Pasa sin tener descanso.

Pasa y arrulla al remanso.

Rozando el cause del río

fluye en un escalofrío. 


Se va y llega hasta la arena,

va y baila con la palmera.

Raya en la espina de Helena

y enreda su cabellera. 

Del cabello va al respiro

y del respiro al suspiro

que escapa de vuelta al cielo

torturado por el hielo. 


La tortura le atormenta

y en tormenta se convierte;

desdén que la ira acrecenta

tal como crece la muerte. 

Cuando la ira se destruye,

el viento se marcha y huye

hasta donde acaba el mar,

volviendo así a resoplar. 


Se hace amigo del silbato,

de la flauta y la trompeta,

se hace amigo del ingrato

piso que cruje y se agrieta. 

Se mete y llega hasta el fondo

de un canto que llega hondo

y sale como si nada

en una nota cantada. 


En lucha con las cortinas

y su escudo de ventanas,

se esfuerza y arremolina

llegando hasta las campanas. 

En su lucha su destino

lo conduce hasta el molino

donde pelea un caballero

tal cual viento pendenciero. 


La genética del sabio

viaja a través de su vuelo,

viaja y viene hasta los labios

de nuestros hijos y abuelos.

Viento que se vuelve boca,

boca que se vuelve loca

porque funge como nicho

de todo lo que se ha dicho. 


Se dice tanto de todo,

del invierno y el verano,

de la pureza y el lodo,

sobre la cima y el llano.

Se dice lo que se tiene

en el viento que va y viene

de lo alto de la montaña

porque al irse nos extraña. 



Glauco

jueves, 10 de septiembre de 2020

El cuervo blanco

 

Se ve allá entre las sombras un destello

como se ve en los cielos una sombra.

La oscura noche de negro se alfombra

para que pase el blanco cuervo bello. 


Levantando sus alas se levanta

la luz, la fe, la paz y la belleza.

Su caminar es la naturaleza

y al natural camina y se adelanta. 


Pasión y sentimiento son su acervo

en una gama inmensa de expresiones.

Son suyas la expresión y las pasiones. 


Volando entre lo oscuro el blanco cuervo

le da brillo a lo oculto y a la noche.

El cuervo vuela bello en el derroche. 



Glauco

miércoles, 9 de septiembre de 2020

¿Qué ha de ser la libertad..?

 

¿Qué ha de ser la libertad

sino ha de ser ir detrás

de una hoja de pirul

perdida en el cielo azul?


Es orquídea y es rosa,

es abeja que se posa

en el botón de la flor,

es suspiro de su olor.  


Es es vuelo de un halcón

y el corretear de un ratón;

es hambre y es alimento

para el triste y el contento. 


Es sabor de uvas y fresas.

Es beso que siempre besa. 

Es el rugido de un león.

Es el gusto de un peón. 


¿Qué ha de ser la libertad

sino ha de ser descansar

en una silla de mimbre

porque se quiere y se es libre? 



Glauco