Presentación

Presentación

viernes, 31 de julio de 2020

¿Si lloro se irá la ausencia?

¿Si lloro se irá la ausencia? 
No se irá pero en el llanto
podré convidarle un trago
para que con su presencia
llore justito a mi lado. 

En la jaula del canario
ya no hay canario que cante.
Salió volando una tarde
dejando sólo su canto
retumbando en mi desastre. 

Los peces sin mar se mueren.
La ausencia se lleva el mar,
dejando en él el pesar
dónde salpican los peces
y ya no pueden nadar. 

Un cachorro sin mamá
es un perro en el olvido,
disfrazado de querido
que en el llanto se nos va
porque perdió su ladrido. 

Una sortija vacía
no es signo de compromiso,
es un amor que no quiso
ser amor toda la vida
y muere lento en el piso. 

Sin segundero el reloj
no pierde la exactitud.
No falta Cristo en la cruz
porque nos falta el Señor,
nos falta también su luz. 

Y sabiendo que algo falta
no se llenan las alforjas 
de luz que mata la sombra.
Se llenan de ausencia llana
que nunca es mucha ni poca. 

Glauco

jueves, 30 de julio de 2020

Memento mori

Quiero que me digas algo,
algo para que recuerde
que me quieres y que valgo,
pero no valdré por siempre. 

Que me digas que mis besos
no son un mal necesario,
que sólo son un momento
perdido en el calendario. 

También quiero que me digas
que no estoy en tus pestañas,
que cuando no estoy te abrigas
porque en el frío no me extrañas. 

Recuérdame que habré muerto
en las lagunas que el tiempo
le hará al caos de tus recuerdos,
mutando a tus sentimientos. 

El amor que dura tanto,
tanto destruye y estalla,
estalla en pena y quebranto
y se hace una eterna falla. 

Por eso, si tú me quieres,
termina la eternidad.
No te importe si me hieres
que la herida sanará.

Dime que soy un espasmo,
un impulso, una punción,
que dejan tu mente en blanco
con un pasajero amor. 

Recuérdame que un momento
es lo que contigo tengo.
Tengo ansias de ser eterno.
Recuérdame que no puedo
y recuerda que te quiero
aunque me sepultes luego. 

Glauco

miércoles, 29 de julio de 2020

El brillo de la luna

Luna, brilla en el cielo y que te llamen luna
los que creen que tu brillo a ti no pertenece
sino a Eros pasajero que en el pecho les crece,
y que su crecimiento te asume por ninguna. 

Crece luna en la noche, que si la noche crece,
será sólo tu cuerpo el cuerpo que el amante
encuentre en sus cobijas, donde la luz se mece,
y así con la consciencia no podrá ningunearte. 

Puede que enamorado crea que todo lo puede,
pero no puede al brillo que de lo cielos viene
mermar con su cariño porque el cielo no cede
a nadie la grandeza de la diosa Selene. 

Diosa brilla en el cielo y que te llamen diosa
los que creen que no eres más que un cuerpo celeste.
Que no te hagan de menos con su vista insidiosa,
soberbia y destructora, caótica y agreste. 

Salvajes son los rayos que dan a los salvajes
campos de este planeta color en lo sombrío.
Los rayos imponentes aluzan el pelaje
de la tierra y las bestias y de todos los críos.

Las bestias aulladoras le sirven a las bestias
incapaces de hablarte como sus mensajeros.
Ellas van y te dicen con tono de molestia
que te necesitamos igual o más que a Eros. 

Eros es vida interna, afuera no está Eros,
y aunque así lo estuviera, no tiene la fortuna
de tener vida propia, ni brillo verdadero.
El brillo verdadero nos viene de la luna. 

Glauco

martes, 28 de julio de 2020

Ya no tengo palabras

Ya no tengo palabras en la boca
para poder decir que he enmudecido.
La boca mía en la inspiración se atrofia
porque en la boca mía se halla escondido
el gran secreto que mis versos forja:
no entiendo como cierto lo que digo. 
Mas la verdad no espero de mis labios
y tampoco la espero de los sabios. 

Espero de los sabios el silencio
deseado, voluntario, comprendido,
para que mi silencio acabe muerto
entre las vanidades del sentido. 
Y así cuando los sabios den momento
de hablar para los mudos que han vivido,
colarme en la avalancha cual susurro
que nada dice y nada le es seguro. 

Glauco

lunes, 27 de julio de 2020

Tenemos un duda

Para ver en el mundo rumbo fijo,
para tener la muerte en una caja,
para tener futuro sin un hijo,
para ver brillo sin tener alhaja,

me viene de las entrañas un impulso
que mueve la ensoñación de mis latidos
haciendo a mi corazón un ser convulso
entre la claridad y lo escondido. 

La claridad me tiene el pie seguro,
atado a la verdad válida y buena.
Lo escondido me llama hacia lo oscuro
para quitarme esa válida cadena.

La claridad asegura las visiones
de todo cuanto se ve durante el día.
Lo oculto nos asegura las razones
que impulsan a la verdad que no es vacía. 

Comparten esta punción mis allegados,
comparten esta punción mis enemigos.
El corazón del mundo es impulsado
por el deseo de ser más que testigos. 

No sabemos si algún día llegaremos
a ser y a ver y a estar por fin tranquilos,
haciendo de la razón balsa de remos
hacia aquella Verdad vuelta un asilo. 

Para ver claridad en la experiencia
el mundo corre dándonos su ayuda.
Segura es la inquietud de la experiencia
y por ella tenemos una duda. 

Glauco

viernes, 24 de julio de 2020

¡Enséñame!

Me enseñas lo que no puedo aprender
y todos dicen que lo han aprendido.
Yo sólo sé que no estás tú conmigo
a pesar de que en ti tengo mi fe. 

Me enseñas que nada tiene sentido
si no es en tu presencia y tu poder.
Yo sólo sé que no te puedo ver
y que causa dolor estar contigo. 

Enseñas los caminos de lo cierto.
Enseñas la hermosura de vivir
en una cruz, listos para morir. 

Mejor enséñame tu pensamiento.
Enséñame la forma en que bendices. 
Enséñame a decir lo que tú dices. 

Glauco

jueves, 23 de julio de 2020

Madura, mujer, madura

Madura, mujer, madura.
No dejes que mi consejo
te haga sentir insegura.

Madura, mujer, por Dios. 
No dejes que mi sentencia
te haga rechazar mi voz. 

Madura, mujer, haz caso. 
No dejes que mi arrogancia
haga tropezar tu paso. 

Madura, mujer, sé fuerte.
No dejes que mi presencia
sea una amenaza de muerte. 

Madura, mujer, sé lista. 
No dejes que lo que digo
te vuelva una tonta arisca. 

Madura, mujer, haz algo. 
No dejes que mis errores
te hagan pensar que no valgo. 

Madura, mujer, ya crece. 
No dejes que una palabra
sea lo que no parece. 

Madura, mujer, ten fuerza.
No dejes que mi postura
te haga perder la cabeza.

Madura, mujer, no ataques.
No dejes que tus prejuicios
te dicten el contraataque. 

Madura, mujer, madura.
No dejes que lo entendido
te haga perder el sentido
y te sientas inmadura. 

Glauco

miércoles, 22 de julio de 2020

Es mejor parecer meditabundo

Aquel que tiene el gusto refinado
lo refinó con el mal gusto de antes.
Nostálgico del mundo del pasado
siente que el rock & roll es de Cervantes. 
Su identidad: es culto y educado,
consciente, incorruptible y tolerante,
es libre y liberal, hombre y no macho,
defensor de lo injusto, feo y borracho. 

Encuentra en unas líneas una ofensa
y en una ofensa ve un chiste barato.
Sale al ciberespacio en la defensa
de la vida sagrada de los gatos. 
Con una ofensa su opinión comienza
y termina en penosos garabatos.
Pero eso no le importa ni le duele
porque en este lugar todo se puede. 

Se vale todo menos ser parcial
y dedicarse a un solo pensamiento.
Pensar sólo una cosa está muy mal,
se debe pensar libre como el viento.
Es insolente para el mundo ser banal
en este mundo de conocimiento. 
Aunque el conocimiento sea tan vano
nos une sin tener que ser hermanos. 

Ese hombre de la vida cotidiana,
de charlas divertidas y existosas,
se place con sus reflexiones vanas
sobre lo complicado de las cosas. 
Y no se deja porque siempre gana,
pues saber distinguir a las tramposas
palabras de las palabras sinceras
porque su distinción es verdadera. 

Se sienta a contemplar en las estrellas
todo lo que no sabe sobre ellas,
si mira el cielo y mira lo profundo
quizá parezca que tras su mirada
se halla una comprensión cierta del mundo
y así tenga a la gente impresionada. 
Es mejor parecer meditabundo
aunque no se conozca casi nada. 

Glauco

martes, 21 de julio de 2020

Entre estas cuatro paredes

Entre estas cuatro paredes 
es poco lo que me nace,
mueren en mí los ayeres
y su muerte se complace
entre estas cuatro paredes. 

Me nacen algunas vistas
del mundo que está allá afuera
pero se mueren de prisa
porque mi vista está muerta
entre estas cuatro paredes.

Me nacen nuevas ideas
que de nuevas nada tienen,
sólo me parecen nuevas
porque a mi vida convienen
entre estas cuatro paredes. 

Me nacen sueños fetales
que no pudieron crecer
como los sueños normales.
Sólo los puedo mecer
entre estas cuatro paredes. 

Me nacen palabras llanas
que no suben, que no gritan
como plegarias sagradas,
sólo bajan y se agitan
entre estas cuatro paredes. 

Me nacen rabias pasadas
y crecen como la espuma,
enloquecen las miradas
que dirijo hacia la estufa
entre estas cuatro paredes.

Me nacen bestias deformes
de las manos y del pecho.
Después de nacer se esconden
cerca de mi viejo lecho
entre estas cuatro paredes. 

Me nacen tantos amores
pervertidos por el tiempo,
parecen mucho mejores
pero lo mejor no es bueno
entre estas cuatro paredes. 

Me nacen nuevas raíces
que crecen hacia los cielos,
lejos de las nubes grises
y más cerca de los suelos
entre estas cuatro paredes. 

Entre estas cuatro paredes
nacerán las esperanzas
de dejar pasar la muerte
y vivir en alabanzas
entre estas cuatro paredes. 

Glauco

lunes, 20 de julio de 2020

Al decir algo del viento

Al decir algo del viento
la boca sopla solita
un sonido y un aliento
que sobre el aire se dicta. 

Y al decir algo del fuego
arde el silencio en la hoguera
robada por el dios griego
siendo la razón primera. 

Y al decir algo del mar
se moja la lengua roja
con la eme y su salivar
que en la escollera se arroja. 

Y al decir algo del suelo
se cimbra un crujiente ruido
en voz del dicharachero
que se planta con su dicho.

Dichos los cuatro elementos
la boca estalla en palabras
que conforman los momentos
para quedarse calladas. 

Los elementos se callan
cuando no hablamos de ellos,
hacen que el ruido se vaya
entre ignotos atropellos. 

Ignorantes las tormentas,
encienden de fuego el viento
y bañan de agua las tierras,
algo esconden del encuentro. 

Entre los ruidos y letras
aquel sentido correcto
poco a poquito se encuentra
al decir algo del viento…

Glauco

viernes, 17 de julio de 2020

La nota del destino

Tengo una nota guardada
en una caja segura.
Dice que viene un peligro
que nos dejará encerrados.

Cuando se abra el corazón
viviremos en él
y veremos la nota
que el origen escribió. 

Esa antigua nota dice: 
dale fin al amor
porque el amor dará fin
a todo lo que conoces. 

El corazón estalla 
y la explosión es la caja
de la nota de peligro
que sella nuestro destino. 

Glauco

jueves, 16 de julio de 2020

La piadosa voluntad

¿Qué le hiciste, 
nuevo mundo, a la tierra antigua
donde nacieron los perros,
donde fueron los abetos
brote de la voluntad?
Le quitaste a los hombres
lo canino,
y a las plantas les diste 
movimiento. 

¿Qué le hiciste
a los hermanos primeros,
oh, nuevo mundo claro,
que sin amarse se fueron?
Solamente
se marcharon
por los caminos del mundo
que todavía no eran caminos,
eran trazos de la pena
de no saber
por qué,
¿por qué Dios ya no vela? 

¿Qué le hiciste al alma
de la libre señorita
que solía pasear
en los montes
de los ojos de un hombre bueno?
El hombre bueno
no es bueno,
no es hombre,
no es y no puede serlo
porque el alma de esa niña
ya no ama
como se aman las pequeñas cosas
bellas: 
sin querer saber de ellas. 

¿Qué le hiciste,
maldito mundo moderno,
al hombre
blanco, iluminado, negro?
¿Qué le hiciste a
la justicia ciega y la nueva vida?
¿Qué le hiciste a tanto
dolor?
Sé que no te lo llevaste
y que no hay piedad que valga
en esta vida adquirida,
también sé
sobre el hombre y he visto
que ya no es hombre,
ahora es sólo 
un muñeco. 

Jugamos a ser amantes
como juegan los amantes
a saber y a hacer amor.
Jugamos a ser hermanos
y hablamos,
pero decimos tan poco,
tan poco que el nuevo mundo
completa nuestra oración. 
No hay oración 
que no llegue al cielo,
pero el cielo ya no abre
con calma,
entonces lanzamos un trueno
y jugamos 
a asustar a los perros,
a los abetos,
a los que no tienen miedo. 

¿Qué le hiciste al mundo,
nuevo mundo?
Lo hiciste nuevo 
y mejor,
pero lo mejor no es bueno,
sólo es más lejos del mal,
más lejos de recrear
la piadosa voluntad. 

Glauco