Presentación

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sábado, 22 de julio de 2017

El color de la distancia

EL ARCA DE LO IMPOSIBLE

Hay en el mundo situaciones que no se pueden describir, por más que nos esforcemos no alcanzamos ni una gota de aquello que pretendemos transmitir. Por ejemplo, ¿qué significa la expresión "el paso del tiempo"?, ¿Será que el tiempo camina?, ¿El tiempo transcurre o siempre es el mismo?, ¿si transcurre siempre es diferente o el mismo?, ¿Si siempre es el mismo por qué nada vuelve a suceder dos veces? Más parece capricho de las palabras ya que, si el tiempo avanza por pasos, ¿entonces unos son cortos y otros largos? Así como describir un hecho tan trivial, un tanto sucede si queremos describir los sentimientos. Aunque parezca arrogante, ¿qué es el amor?  Dice el enamorado. Pero me ha sucedido que me resulta complicadísimo describir cómo es la sensación de la extrañeza. No hallo cosa más extraordinaria que el hecho de extrañar a una persona, esto es, sentir con premura y deseo la presencia de aquello que no está, de lo que, habiendo estado en un momento, en otro se ha ido. ¿Y por ello seremos esclavos del tiempo o del objeto necesitado? Tremenda situación en la que me he imbuido.

Me gusta experimentar con la pluma. Además de ser uno de los mejores medios de autoconocimiento, es también alimento del alma. No en vano se describen cambios en los pensadores debido a su letra. Entonces se habla de su época adolescente, madura y hasta decadente, por no decir senil. Vuelvo a regresar a mis primer escritos y entonces veo anécdotas, corrijo un punto, una coma; ahora cambio una palabra, luego la vuelvo a poner; leo en voz alta, río, me enojo y a veces hasta entristezco. Tengo a la vez la sensación de una pérdida, porque veo que ya no soy el mismo. De inmediato me pregunté, ¿podré volver a ser el mismo? Verdadero desafío. ¿Acaso es posible volver a unir un jarro que se ha partido en mil pedazos?, ¿Será posible que un árbol de corteza robusta vuelva a ser una planta? Siguiendo con la analogía, me quedo absorto al pensar si acaso sucede algo semejante con el hombre.

Me he puesto a pensar en la palabra "extrañar". Se la digo a la persona de la cual me hace falta su presencia, la quiero cerca, ansío rozar su piel, abrazarla con tanto ahínco. Pero resulta que dicha palabra significa, en un inicio, la sensación de algo que está fuera de lo común, lo raro, aquello que sorprende. Así es, más bien estoy en un estado de sorpresa, y mi sorpresa es que ya no soy el mismo. Recordemos la expresión "no me extraña que sigas siendo el mismo" o "¡qué cosa tan extraña!". En inglés no existe esta ambigüedad. "I miss you" no es lo mismo que "doesn't sorprise me you haven´t changed a bit" o "that´s weird". 

En realidad, aquello que me sorprende es que, por razones extraordinarias, la distancia que guardamos con ciertas circunstancias y vivencias personales tienen un significado. No existen vacíos. Son como los silencios de la música, sin ellos todo sería unísono, una terrible monotonía. Entonces, la expresión "tú silencio me atormenta" nos acribilla no porque no diga nada, ¡sino porque dice mucho! Ahora, si tuviera frente a mí a mi amada le podría decir, "tu pasos silenciosos en mi alma recorren cada nota de tus recuerdos". Unos sólo entenderán que la extraño, pero habiendo dicho todo lo anterior, se verá que hay algo más de su ausencia que me afecta.

"Mi vida, el color de tu distancia pasa del azul celeste a un gris melancólico entre más y más te alejas de mí".


Aurelius

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