Fuego primero

Eres un haz de viento, un soplo de la vida,

que atiza el sentimiento de sangre de mis venas,

enciende el rojo fuego esa llama encendida,

se enciende como un ruego extinguidor de penas.

Procura que esta llama no queme el mundo entero,

que sólo se consuma contemplando tu vientre

creciendo en el deseo, también en el sendero

de vida pasajera, de vida para siempre.

Y así con esta antorcha mi mano enorgullece

el fuego de tu alma, de mi alma contagiada.

Somos flama encendida, somos flama que crece

en esta buena vida de amores extasiada.

Calientes los caminos han hervido tus pasos

que en mis pasos se plantan, alzándose en un vuelo

de aletazos ligeros vividos en los brazos,

alejando mi cuerpo del candoroso suelo.

Eres fuego y fogata, eres fragua y caldera,

calentando los bosques, naciendo el firmamento,

fundiendo mis amores, fundiendo la madera,

das forma a mis calores, das forma al sentimiento.

Al rojo vivo pones todas las emociones,

las tuyas y las mías, las del mundo caliente.

En tu amor encendido hay miles de razones

para que amarte valga amar a tanta gente.

Juntos, Adán y Eva, quemaron los jardines

del Edén con sus besos, con sus deseos del mundo,

nos legaron el nuevo acceso a los confines

de un amor verdadero, de un amor más profundo.

Encendió la serpiente el fuego del pecado

y tú encendiste el fuego de mis ojos en sombras.

Amar es llama eterna en un campo sombreado,

que se enciende por siempre, siempre que tú me nombras.

Eres Alfa y Omega, eres fin y comienzo,

eres llama que encierra el misterio del fuego.

El vapor se calienta y el hielo se hace cienso,

tu calor es en serio, es más que sólo un juego.

Bailan todas las llamas ante el soplo del viento

que agita la marea de nuestros corazones.

Nuestro amor es radiante, un acontecimiento

de arrasadoras llamas envueltas en pasiones.

Todo fuego es caliente, todo fuego es valioso,

sale de nuestros besos y de nuestros futuros

que se vuelven en uno, venir maravilloso.

Nuestro fuego fundió nuestros amores puros.

Nuestro fuego nació del soplo de tu boca

que alimentó mis besos con todo su calor.

Nuestro fuego de todas las maneras me toca,

también a ti te toca, nuestro fuego es amor.

Glauco