En el amor y el ultraje
una mirada salvaje
se para, mas no se frena
Va hacia adelante y se llena
de placeres confundidos:
virtuosos y pervertidos.
Un amor obsesionado
ensalza al enamorado,
e insulta al indiferente,
afecta a toda la gente.
Lloramos por los difuntos
sin resolver sus asuntos.
Es un sentimiento innato
el deseo de asesinato,
un beso es una mordida
y un muerto es un homicida.
La constancia y la obsesión
fluyen por el corazón.
Vestidos de cementerio
nos tomamos todo en serio.
No es cierto que no se mata
lo que de antes se rescata,
Todos llevamos lo mismo:
el odio y el altruismo.
Glauco
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