No recuerdo ciertamente
cuando era un niño pequeño;
un sueño seguramente,
seguramente, es un sueño.
De niño mucho soñaba
aunque no recuerdo qué.
De niño mucho lloraba,
aún lloro y no sé por qué.
Soñaba con ser muy alto,
más que la sombra de un pino.
Hoy, para mi sobresalto,
veo que era alto siendo niño.
Recuerdo que mi papá
vestía como un policía.
Desconocía la verdad:
él, de obrero, se vestía
y yo miraba orgulloso
a mi padre bajo el flujo
del agua de un día lluvioso
con su paraguas de lujo.
Iba por mí con mi madre,
se besaban en secreto;
quería ser como mi padre
hombre de encantos repleto.
Mi mamá me hacía el peinado
y yo me lo deshacía,
era un chiquillo malcriado
y aún así ella me quería.
Soñaba con un besito
en la frente que me hiciera
ser el niño más bonito
y que mamá me quisiera.
Soplaba el frío de mamá
en los vidrios de la escuela
y dejaba de soplar
para encender una vela.
Recuerdo que allá en Irak
luchaban hombres valientes;
yo no hacía más que llorar
aunque no entendía sus muertes.
Yo no era un niño muy hombre,
era más bien como un niño,
me peleaba por mi nombre
y por mi propio cariño.
Tuve hermanos y recuerdo
que siempre fueron grandiosos
con sus chistes y sus juego.
Recuerdo sus amorosos
gestos para cobijarme,
para arrancarme una risa,
recuerdo, antes de acostarme,
verlos con una sonrisa.
Ya no digo "hasta mañana"
ni doy un nocturno beso,
ya no soy una maraña
entre cálido y travieso.
De niño mucho soñaba,
quisiera seguir soñando,
porque cuando el día se acaba
despierto en cama llorando.
No recuerdo ciertamente
cuando era un niño pequeño,
sólo dibujo en mi mente
eso que llaman recuerdo.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario