Hablamos lo necesario:
"Buenas tardes.", ”Buenos días.".
Somos una sinfonía
que, usando el abecedario,
repite lo mismo a diario.
Nos decimos pocas cosas
válidas, siempre dudosas,
con nuestra voz imponente.
Somos como cualquier gente
que al cotidiano se esposa.
”Al nopal lo van a ver…"
"En casa del jabonero…"
"Aquel que llega primero…"
”Agua que no haz de beber…"
"Hueso duro de roer."
Racionalidad en gramos
por lo poco que pensamos.
Así se nos va la vida.
Sólo le damos cabida
a todo aquello que hablamos.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario