El terciopelo de octubre
hace vaho en las mejillas;
da a las manos la costumbre
de amasar las maravillas
del viento vuelto calor.
Así florece la flor
de hielo, del dulce beso,
del humo, del cundeamor.
El viento transita ileso
el otoño que lo cubre.
Glauco
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