Quiero encontrar las llagas de tu boca
en el sabor complejo del futuro
que sabe y a saber más me provoca.
Imaginar tus besos es muy duro,
me sabe a desenfreno y a misterio,
me riega la poción del inseguro.
Padezco la oración del monasterio
cada vez que te siento entre mis labios;
eres la invitación al cementerio.
En el besar renacen los agravios
de la pasión que a todos nos consume
y viste de profundos a los sabios.
Tu lengua se refresca en el perfume
de todos los amantes de la historia,
mas sólo en una boca se consume.
Tú ilustras las nociones de la gloria
con un chopo labial, silente y breve,
eres mi beso sin escapatoria.
Por ti hay un solecito que se mueve
entre mis labios, con sus rayos labra
los lirios de luminiscencia leve
que dejan en suspenso la palabra.
Glauco
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