Hay algo de tu esencia que se aferra
a no partir y no puede morirse,
ese algo no se ve y puede sentirse
como la oscuridad sobre la sierra.
Debajo de los pies la nada aterra
a aquellos que en lo eterno van a unirse.
Las lágrimas y el fuego han de fundirse
en los espíritus bajo la tierra.
Es necesario aligerar los pasos,
las tumbas, los caminos, los gobiernos
para que aquellos que se han vuelto eternos
se alcen de la tierra a nuestros brazos.
No es justo, resignarnos no podemos,
sería como decirnos que no amemos.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario