sucede cuando sucede
que el hombre, por gracia, puede
pronunciar su propio nombre.
No hay nadie que no se asombre
de saber de qué procede
su ser. El valor no excede
la falta del semihombre.
Eso que el hombre pronuncia
cuando dice quién es él
se encuentra bajo su piel,
la pronunciación anuncia
qué hay algo más en mentar
el nombre, hay algo en hablar.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario