de eso que provoca: boca
fiel a la cabeza; besa
los ecos y los derroca.
Presa de la prosa, osa
la boca parecer ser
una esplendorosa rosa
sin eco y sin el ayer.
En la primavera era
la boca callada hada,
era una próspera era
de los ecos despojada.
Hoy vivo sin saber ver
que la esencia espesa pesa
en el padecer de ser
eco atado a la sorpresa.
Glauco
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