está allí delante mío,
con su semblante vacío
y su flora que respira.
Y de repente se va,
como si aquella visión
se fuera con la estación
que de pronto ya no está.
¿Adónde se fue ese cerro?
¿Fue la rosa de los vientos
quien lo movió? ¿El movimiento
es el origen del yerro?
Pensando en estas mudeces,
un cerro me mira a veces.
Glauco
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