En un jarrón está la miel de un higo.
Estoy seguro que era un higo rojo,
pues calma mi apetito, cual abrojo,
del beso dulce que soñé contigo.
Crece tu boca, un sueño, como breva
en las lluvias de julio. La cosecha
primera nos hace saber la fecha
en que estará tu boca como nueva.
Algún día habrá de ser que yo te bese,
algún día habrá de ser que yo te muerda,
algún día nuestra miel hará la cuerda
del tiempo, cuando mi apetito cese.
Cuando la miel de tu higo sea la mía
habrá lluvia en mi boca todo el día.
Glauco