"Víctor Frankenstein, científico con hambre voraz de conocimiento, hambre que lo lleva a descubrir <<el
secreto de la vida>>. En su éxtasis por materializar
lo que ningún hombre ha logrado antes, se olvida de las consecuencias que acarreara
esta osada misión. Crea una criatura horrible, la
aborrece sin reflexionar que es un ser con pasiones y sentimientos, a su imagen y semejanza. Frankenstein o el Moderno Prometeo ¿Es acaso ésta
una novela de ficción?, ¿es realmente una novela de terror como muchos se han
atrevido a clasificarla?
Esta espectacular
obra de arte te hace saborear las terribles sombras que asechan al hombre, la lucha incansable por “domarlas” o negarlas, aunque al final siempre
nos alcancen. Se describe una criatura que al sentir el rechazo y repulsión de su propio padre (su creador),
queda a la deriva, luchando con un torbellino de emociones, en un mundo que no
entiende, que lo llena de miedo, de angustia, de una insoportable y degradante
soledad; comienza a llenarse de odio, de odio a aquel que en su soberbia de
hombre le dio la vida con tanta irresponsabilidad, que ni siquiera se detuvo a
pensar que su simple existencia era la
causa de su condena.
¿Es posible que todo
el dolor y la miseria se conviertan en odio? La criatura es una víctima de la humanidad, es una víctima de su
creador. Al encontrarse tan miserable en el mundo y caer en la terrible
realidad de que lo único que puede despertar en otro ser vivo es terror e
incluso asco, sin importar cuanto amor sienta hacia los demás, está marcada ya su existencia de proscrito. Cuando comprende su indudable destino buscará (lo que buscamos los hombres) tener
una compañera igual a él, que no lo vea con ojos acusadores, porque será igual
a él y nunca más tendrá que estar solo. V. Frankenstein termina con estas fantasías y se se niega a semejante petición. Criatura
y monstruo estarán atados a la existencia del otro hasta el final, y la muerte del
creador supondrá el absurdo en la vida de la criatura.
Frankenstein, el moderno Prometeo, roba el
secreto de los dioses (la vida) y lo arroja al mundo, su
condena será agonizar hasta el fin de los días.
La novela se aleja completamente de ser literatura de terror y
se aprecia la crudeza con que dibuja la realidad, nuestras propias pasiones. El hombre busca aceptación, busca encajar,
busca ser amado, la soledad lo lleva incluso a la locura, porque es un animal social. En la mayoría de los casos es así, esa es la búsqueda que
define nuestra existencia. La pregunta sería entonces ¿en la mayoría, no
encontrar un pizca de amor nos llevaría a una existencia monstruosa?"
Ese fue mi primer escrito de la primer novela que me hizo llorar, del primer libro que me hizo cuestionar los oscuros rincones de la naturaleza humana, de la primera autora que me hizo perturbarme de mi propia existencia. Ese es el primer eslabón. Ese olor a libro viejo fue la primera semilla que germino en mi alma. Ese es el primer dulce beso que me dejó el sabor a vocación.
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