Presentación

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viernes, 16 de octubre de 2015

Mero deseo, más nunca poder

“Like most other humans, I am hungry. But there is more to it than that” 
The Gastronomical Me by M.F.K. Fisher 

La nostalgia es la tristeza melancólica que se origina del recuerdo, deseo—mero deseo, más nunca poder—de traer un momento del pasado a nuestro presente. Según Proust: “Es trabajo perdido el querer evocarlo, e inútiles todos los afanes de nuestra inteligencia. Ocúltase fuera de sus dominios y de su alcance, en un objeto material (en la sensación que ese objeto material nos daría) que no sospechamos” (Proust 37). Sensaciones que provienen de los elementos efímeros en la vida, como la comida—como en el caso de Proust desencadenadas gracias al sabor de una Madeleine—, que tiene el poder de conectarnos con fragmentos del pasado a través de nuestros sentidos.
Desde los ingredientes, recetas, platillos, preparaciones, hasta el acto mismo de comer o cualquier otra faceta relacionada con la comida se construyen y reproducen identidades, forma parte de cómo interactuamos y cómo nos comunicamos con los demás. Todo puede converger en tan sólo un bocado y es precisamente debido a que la naturaleza efímera de la comida no sólo reside en el acto mismo de comer, sino que comienza desde la preparación de un platillojusto cuando los ingredientes convergen dispersos con toda su potencialidady culmina en el hecho de que está determinada por personas y ocasiones particulares a cada momento, que la comida adquiere una suerte de evocación nostálgica, volviéndola indeleble. 
La comida engloba experiencias intensamente emocionales y profundamente entrelazadas con sensaciones corporales y sentimientos que van desde el disgusto, el odio, el miedo hasta el placer, la satisfacción y el deseo. Por tanto, no debería sorprendernos el rol que tiene la comida en la comunicación e interacción como alegoría o cualquier otra figura retórica, ya que la experimentamos de manera cotidiana desde que nacemos hasta que morimos. Comemos varias veces al día, e incluso bajo ciertos entornos sociales, lo que inevitablemente genera asociaciones entre las personas y la comida. 
Ahora bien, en este espacio pretendo reflexionar acerca de esas relaciones que creamos, se han creado y se seguirán creando con la comida, ya que para mícomo podrán notar—la comida va más allá de una mera cuestión alimenticia exclusivamente.

Referencias
Fisher, M. F. K. The Gastronomical Me. San Francisco: North Point, 1989. Impreso.
Proust, Marcel. En busca del tiempo perdido. Trad. Julio Gómez. España: Aguilar, 1981. Impreso.

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