Presentación

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viernes, 29 de abril de 2016

Pretexto para invitarlos a bailar

Extraños, me siento muy contenta. Esto debido a que coincidieron fechas muy buenas: la publicación en este lugar y el día internacional de la danza. ¡Sí! Hoy es el día de la danza y me emociona porque justo tengo el pretexto ideal para invitarlos a bailar toda la vida.

¡Anímense, levántense y bailen! No importa si están felices, tristes, melancólicos, ensimismados, fiesteros, enojados, hartos, enamorados, cachondos o lo que sea. Siempre existe algo que se adecua perfectamente a nuestro estado de ánimo. Con esto estoy diciendo que no sólo se baila lo tradicional (folclor, ballet, danza contemporánea, salsa, hawaiano y en general lo que se enseña en academias, talleres, fiestas o hasta tokines y conciertos) sino que se baila todo ritmo que nos produzca un sentimiento que nos impulse a movernos (el cantar de los pájaros, el correr del río, el ritmo de los pies al caminar, incluso el ritmo de las palabras que se muestra en la poesía).

Ya sé, ya sé. Esto último se lee muy "fumado" pero, ¿nunca han sentido la necesidad de moverse con una canción? Aunque sea mover el pie, los hombros o algún dedo de la mano. Es que de verdad pasa y lo he visto con muchas personas a mi alrededor. Pienso que realmente existe la necesidad de moverse al ritmo de una melodía. Entonces, si ampliamos un poco más nuestra idea de melodía, notaremos que en la naturaleza también existe esto. Tan sólo escuchen el corazón de alguien. De verdad lleva un ritmo, mueve algo dentro de nosotros que por lo menos nos hace sonreír y tararear los latidos en la mente. Y es que, para ser sincera, pienso que la danza es fundamental, aunque ya no se practique mucho por pena o por simple creencia a que, si no sabes bailar, no debes hacerlo. Tengo un conflicto con las personas que dicen ser troncos. Para todos ellos: ¡No lo son, sólo déjense llevar, ténganse confianza! No se trata nada más de bailar correctamente (siendo lo correcto lo que enseña una profesora de danza). Pienso que bailar no sólo se trata de acompañar a la música. Bailar es crear una armonía perfecta entre la melodía y tu, como bailarín. Es permitirle a tu cuerpo ser el intermedio entre la melodía y el movimiento físico, es la manifestación de la concordancia entre lo espiritual y lo material.

Pero bueno, tal vez no estén de acuerdo conmigo, tal vez me tiren de loca, y me digan que esa no es la definición de Aristóteles o de quién sea. Pero no me tomen mucho en serio, esto es lo que pienso hoy, en el día de la danza. A lo mejor es sólo emoción, o algo real (no sé si verdadero) que salió a partir de un movimiento físico y espiritual. No lo sé. Sólo los invito a que lo intenten. Un día que tengan la mejor disposición, que sientan que de verdad deban moverse, háganlo sin más. Bailen lo que sea, cualquier canción, cualquier ritmo o armonía, incluso bailen el silencio, háganlo desnudos o vestidos con ropa invernal, mínimo bailen los ojos pero bailen siempre (o por lo menos, siempre que lo necesiten, ¡no se repriman!).

La chica entre dos planos

5 comentarios:

  1. Gracias por la invitación, yo procuro bailar diario, aunque sea en la comodidad que me brinda la soledad, pues a veces las multitudes me reprimen -según de qué lado de la cama amanezca- Yo sí digo que soy tronco, pero concuerdo en que no importa, si uno siente lo que está sonando y se mueve respecto a ello, lo demás, la gracia, la belleza, se convierten en aspectos secundarios cuando uno genuinamente está disfrutando un baile. Me arrepiento terriblemente de esos años en los que rehuía al bailar.

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    1. ¡Totalmente de acuerdo contigo, Tertulio! Y gracias por permitir que esta libre expresión se mantenga. ¡Buen baile!

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. ¡Divina! ¡Baila mi sooon!
    https://www.youtube.com/watch?v=devYPC_gbZk

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