y ha quedado atrás;
el pasado es imborrable
y se ha desvanecido.
Y tú no eres lo que fuiste
y no dejarás de haber sido,
¿puedes conformarte sin lo que se ha ido?
L. Pulpdam
Escribía el otro día desde su pequeño rincón de estudio. No puedo decirle que esos escritos fueran grandes obras, pero sí le he dicho ya que no me parece banal el escribir al que nos entregamos. La vida, que es tema de todo y llena cada página y cada línea ¿cómo no preocuparse si se la ve marchar sin saber uno qué hacer con ella? Y de eso trató el escribir: de cada pequeño intento por saber de la vida. No es escribir por escribir nada más, como no es tampoco vivir por vivir. ¿Y qué, no hay lectores tanto como amantes? Aunque, tal vez sí escasean los buenos lectores, como también los buenos escritos. Pero tiene sentido el escribir, hay que buscarlo —aunque sea sólo para encontrar buenos lectores—. Así escribía aquella vez, desde su pequeño rincón de estudio y no puedo decirle que esos escritos fueran grandes obras...
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