Pobreza
¿Por qué es un problema la pobreza? Porque es injusta
¿Por qué es injusta? Es esta segunda pregunta la que ofrece una posibilidad de entender
la naturaleza humana, pues de acuerdo a lo que respondamos sobre la injusticia
de ser pobre o de padecer la pobreza, estaremos diciéndonos qué pensamos es el
hombre. Sólo al emprender la búsqueda en esta respuesta tan obvia, podremos
comenzar a abordar un tema más sustancial. -Ofrezco mínimos esbozos.
Si decidimos que la pobreza es injusta porque impide
que los de menos recursos obtengan los beneficios de la capitalización, así como
las comodidades de la ciencia. Lo que resalta es que para nosotros, pobreza, es injusticia en
tanto que es inherente al hombre el deseo de materialidad. La pobreza es un mal
porque todos deberíamos poder tener un auto de lujo y no envejecer, y a día de hoy sólo unos cuantos
lo tienen. Pero en el caso de que todos pudiéramos tener un auto de lujo, y
corriéramos todos los días en él, quedaría la pregunta: ¿Qué más hacer? Nótese que si bien
la envidia podría ser erradicada, no así el desconcierto que apabulla al alma
una vez se encuentra consigo misma.
Si decimos que la pobreza es un mal, porque genera
degradación en el cuerpo, alma y moral de los hombres al impedirles ascender a
los altos valores de las clases educadas y ricas, lo que se ve es que el
positivismo nos llevó a reducir al hombre, haciéndolo un ser condicionado
enteramente por su circunstancia social o medio. Además de que es bien conocido que
también las grandes élites poseen vicios sólo que con mayor “refinamiento”. Precisamente es el pobre comprometido con su
dignidad el que busca en todo abrazarse a un ideal más alto de justicia que
sobrepase los valores económicos. Ayudar
al sediento, con la poca agua que se tiene.
Si decimos que la pobreza es un mal causado por los
sistemas políticos que siempre apoyan más al aristócrata o empresario, es
confiar en que la naturaleza del hombre no es falible. En todos los regímenes hay
pobres, pues en todas las configuraciones posibles para la búsqueda de la buena
vida, los hombres pueden perderlo todo por un arrebato de pasión, o en el cumplimiento
de un ideal mal pagado, o por causa de un mal cálculo en la bolsa de valores o
mercado local.
La pobreza entendida como un problema de economía es un
falso problema, es pensar que sólo tenemos unos cuantos días para vivir, por lo
que hay que devorarlo todo, y que no habrá nada más. Pero no es así, que la
inmortalidad del alma nos alivia o atormenta una vez cae el ruido del medio, de lo que nos dicen que nos
condiciona… Lo que es el verdadero mal en la pobreza, o por lo que es una
injusticia, es porque rompe con todos los posibles lazos de la fraternidad: ya
sea porque la avaricia embrutece al hombre hasta el punto en que disfruta de
ver a su padre bajo sus pies; ya sea porque azuza la desconfianza en que el
otro sólo me quiere quitar lo poco o mucho que tengo por la fuerza o el engaño;
ya sea porque en la pobreza del otro vea la indefensa y me quiera aprovechar,
como en el primer caso, diciéndoles que sólo bajo mi venia estarán seguros, aunque
sepa que todo es mentira, es decir, aunque sepa que no hay verdad, y de tirano pase a idealista melancólico.
En fin. No hay solución real a la pobreza, si ésta atenta o
socava la naturaleza humana.
Javel
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