Presentación

Presentación

miércoles, 24 de abril de 2019

Vinieron a hablarme de ti

Vinieron a hablarme de ti,
me contaron tantas cosas,
tanto que yo nunca vi,
tanto que creo que son todas
tus fabulosas historias.

Vino un suspiro a mi pecho
y le habló a mi corazón,
le dijo que desde adentro
se sentía mucho mejor
el sonido de tu voz.

Vino tu voz y me dijo
que no le gusta salir
si no es para estar conmigo,
si no es para estar aquí
cubiertos de azul añil.

Vino el añil a contarme
de un cielo azul que cobija
las mañanas y las noches,
las semanas y los días,
por doquiera que caminas.

Vino el camino y, vibrando,
dijo sentir cómo vibra
cada paso que has dejado
al andar por cada vía
luciendo toda tu vida.

Vino tu vida diciendo
que tú te comprometías
a seguirla viviendo
conmigo todos los días;
eso yo ya lo sabía.

Vino la sabiduría
y me contó de Odiseo,
me contó que ella creía
qué todo lo que yo veo
contigo jamás es feo.

Vino una hebra de tu pelo
a decirme que la lluvia
de caricias de mis dedos
es una tormenta turbia
que todo moja y todo turba.

Vino un ciclón de miradas
que gira a tu alrededor,
me dijeron que tú hablabas
siempre de mi gran amor,
siempre con esplendor.

Vino tu dulce memoria,
me dijo que no te olvide,
me dijo tu emoción toda,
me dijo cuánto me sigues,
me dijo cómo vivirte.

Vino también tu vientre
a contarme de la fragua
fundidora del caliente
sudor, y en vapor de agua
lo convierte y no lo yaga.

Vino tu jardín de aromas
a charlar con mis perfumes,
les dijo que tú te asomas
a mi nariz y los hundes
en la memoria de Funes.

Vino el pecho de tu madre
a decir que me cuidara
de tu beso y tu desgarre,
pues siempre que tú me ames
me besarás con mucha hambre.

Vino un antiguo juguete,
un osito de tela,
y me abrazó muy fuerte,
dijo que nunca te duela
que nunca jamás te pierda.

Vino también tu aposento
a suplicarme que fuera
a calmar tu sentimiento
que te convierte en fiera,
me dijo que te quiera.

Vino un indómito sueño
del que soy protagonista,
me dijo que soy tu dueño,
que soy todo en tu vista,
que para amarme estás lista.

Vino a contarme tu espejo
que te miras para mí,
que tu belleza es reflejo
de lo que soy para ti,
que contigo he de vivir.

Vino tu foto con todos
los que vinieron a hablar,
me dijo de varios modos
que deberíamos llegar
donde se encuentra el amar.

Vino al último tu boca,
a decirme sin palabras
que todo lo que te toca
son los amores que labras,
dónde jamás te acabas.

Vinieron a hablarme de ti,
me contaron tantas cosas
y yo sólo respondí
que mis pasiones son todas
nuestras, nuestras historias.

Glauco

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