La fe de mi pensamiento,
la que me engaña y me dice
que no todo lo que siento
ha sido y es como quise,
está matando mi esencia
porque, por más fe que tenga,
no puedo tener consciencia,
ni puedo lograr que venga.
Anda por aquí rondando
como rondan los infieles,
las verdades ocultando
disfrazándolas de mieles.
Voy entre vastos jardines
con esta fe de sombrilla,
avanzo hasta los confines
con agua hasta las rodillas.
No me digas que la fe
es conocimiento cierto;
es saber que no se ve,
vista que no admite al tuerto.
Creyendo el amor, creyendo
la absurda melancolía,
creyendo dudar, creyendo
encontrar sabiduría.
No tengo más que creer
que una vida bondadosa,
el amor de una mujer
y una muerte presurosa.
Esto es todo lo que tengo:
la fe de mi pensamiento.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario