Presentación

Presentación

jueves, 20 de agosto de 2020

Quiero ser



Quiero ser los ojos de aquel hombre

que entre la multitud busca a su amada.

Son ojos que acarician los estorbos

y llegan al abrazo en el encuentro.

Son ojos de calor y vida eterna,

de Dios que tras terminar contempla. 


Quiero ser las calles de la historia

por donde han pasado los olvidados 

Son calles que llevan el pasar de todos

y de todos se han labrado un nuevo rostro. 

Son calles imbuidas de sonrisas

que fueron y vinieron como la brisa. 


Quiero ser el vientre que se inflama

con la vida nueva y el deseo

de tener siempre viva la esperanza.

Ese vientre que se llena de alabanzas.

Ese vientre que se lanza hacia el futuro

como lanza el árbol algunos frutos. 


Quiero ser la llama de los libros

encendida en los dolores y alegrías. 

Esos libros suavemente acariciados

por las lágrimas de los enamorados. 

Esos libros que de amor llenan el mundo

porque están llenos de buen amor profundo. 


Quiero ser un ladrón desesperado

por hacerse del bien que le hace falta. 

Ese ladrón condenado por los otros

porque no les puede ver el rostro. 

Ese ladrón que llora porque Dios

no le dió el bien que siempre buscó. 


Quiero ser labios rojos que palpitan

por la sangre que corre hacia sus pliegues. 

Esos labios que besan, dicen, sangran,

el amor en acciones y palabras.

Esos labios que tiemblan por la sangre

que les arde entre sed, amor y hambre. 


Quiero ser la lluvia que descansa

al caminante cuando va de lado a lado. 

Esa lluvia que da lágrimas al hombre

aunque de ella él se esconde. 

Esa lluvia empañadora del paisaje

que le da a los hombres nuevo viaje. 


Quiero ser el secreto del origen

de la noche que en pleno trae el día. 

Ese secreto bañado del misterio

creador de las ideas dichas en serio. 

Ese secreto del amor que nadie sabe

porque del amor no se salva nadie. 


Quiero ser esa temblorosa escena

que se calla cuando el amor se muestra. 

Esa escena invisible y suavecita

que la dama y el hombre necesitan.

Esa escena salvaje incomprensible,

abrazada por todo lo invisible. 


Quiero ser esa cuerda de guitarra

que sostiene un cantar con el silencio. 

Esa cuerda que va por la frecuencia

haciendo surcos a la vez que tiembla. 

Esa cuerda que calla respetuosa

mientras sus hermanas dicen otra cosa. 


Quiero ser foco que gasta energía

cómo abnegada de hace tiempo. 

Ese foco que sabe de carencia

de energía pero nunca de la ausencia. 

Ese foco que el eléctrico azul

lo convierte en amarilla luz. 


Quiero ser la pintura que ve el arte

del creador caminar delante suyo. 

Esa pintura que su ser expresa

mientras da lo que debe a los que piensan.

Esa pintura que no piensa sola

y que aquel que la ve la piensa toda. 


Quiero ser la nariz que se abalanza

entre el cuello, la nuca y el cabello. 

Esa nariz que acaricia para adentro

llevando esa caricia hasta el centro. 

Esa nariz perdida entre los besos

que a su vez sale para hacerlos presos. 


Quiero ser la mirada de la dama

que se siente mirada por el hombre

que la mira como quien mira y ama

aunque amar no le haga saber su nombre. 

Esa mirada que ha sido descubierta

y descubre la mirada en otra puerta. 


Glauco



No hay comentarios:

Publicar un comentario