Pasan los enormes y los pequeñitos.
Las lluvias se marchan y pasan los fríos.
Pasan los injustos haciendo delitos
y pasan los justos castigando impíos.
Pasan vendedores de pellejos fritos
y pasan mendigos con méndigos críos.
Mientras todos pasan yo paso también,
yo los miro a ellos y ellos me ven.
Veo madres violentas y niños llorones.
Veo padres ausentes y esposas dolidas.
Veo filas muy largas hechas de empujones
y veo que se empujan hasta en las salidas.
Veo niñas de piedra con sus mil crayones;
manifestaciones de ira reprimida.
Mientras veo todo eso ellos me están viendo,
vamos y venimos y seguimos yendo.
Vamos al trabajo, la escuela, la fiesta.
Vamos a la tienda y de nuevo al trabajo.
Somos almas pobres tomando una siesta,
somos los gigantes del escarabajo.
Vamos por el mundo subiendo la cuesta
y cuando llegamos vamos cuesta abajo.
Vamos por doquiera y somos cualquiera,
somos tiempo viejo de una nueva era.
Pasamos caminos, calles y veredas,
perros callejeros, gente de oficina,
esencia mundana que siempre se enreda.
Pasamos lo mismo que todos caminan,
vamos caminando la misma alameda
aunque sólo seamos lo que se imagina.
Pasamos y vemos nuestro triste ego,
vamos admirando nuestro punto ciego.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario