A veces ronda la muerte
como millones de puertas
cerradas y luego abiertas
al destino y a la suerte.
Se callan los girasoles
de su llamativo brillo,
se callan del amarillo
que los convirtió en mil soles.
Se apacigua la llanura
del vaivén y de la noria.
Se vacía todo de gloria
convertida en amargura.
Se allanan las oraciones
en las vías del corazón.
Es estéril la oración
en los simples corazones.
A veces todo se olvida
y los muertos no son muertos.
Solamente en los recuerdos
a veces ronda la vida.
Glauco
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