tiritas, tintineas en mis cantares
y, tibia, te conviertes en frazada.
Te atienes al tenor de tus altares,
trazando un canto. Estás enamorada
y traes a mi garganta tantos mares:
el tibio mar que todos llaman tuyo,
ése que entre tú y yo teje un arrullo.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario