Presentación

Presentación

miércoles, 9 de mayo de 2018

El amigo

Sólo te pedía un beso que se volviera miles,
como estrellas del cielo, como arenas de playa,
en tu memoria y en ti: besos simples, pueriles,
rojos como una baya.

Sólo quería que un silbo levantara tu pelo
más allá de tu hombro donde tu aroma siento.
Sentirme embelesado por tu morado espliego
que baila con el viento.

Sólo buscaba un roce manual en tu mejilla
rosa, suave y trigueña de almendra y chocolate,
buscaba que creciera en tu ser la semilla
de vida, de rescate.

Sólo quería en la sombra ser luz y en la luz sombra,
pero morirme solo para vivir contigo,
pero tu boca roja, tu boca que me nombra
me convirtió en amigo.



Talio




martes, 8 de mayo de 2018

Un robo

Me robaron los ojos y yo sigo mirando
por aquellos caminos donde se los llevaron,
a veces veo las palmas, a veces miro al piso,
jamás al que lo hizo.

Aquel día del asalto, me robaron la lengua.
Ya sin tener palabra: el pensamiento mengua,
también las emociones se vuelven en desgracia;
el alma queda lacia.

Con el alma cansina lo demás fui perdiendo
sin notar, sin dar cuenta, que me estaba cayendo.
Sin pies y sin pulmones, respiraba cansado.
Todo me lo han robado.

No teniendo ya nada, con volar ya no sueño.
Hablo sin el desprecio que hace el norte al sureño.
Miro sin pensamiento, sin corazón, sin ojos,
sin pisar pasos flojos.

No teniendo ya nada, no vivo en este mundo.
Un nuevo peregrino, un hombre vagabundo.
No inventé la experiencia, ni le di nueva forma.
No hice en un día Roma.

Ahora soy otras manos, y soy el nuevo suelo,
soy palabra invisible y corazón de cielo.
Soy aire que respiras y capacidad de amar.
Nadie me puede robar.

Ahora veo al asaltante, y sé que no fue malo.
Apareció en mi sueño con la forma de un halo.
Me apartó del engaño y del mundo ficticio…
Hombre del paraíso.

Talio



lunes, 7 de mayo de 2018

Sin la verdad

Quiero decir la verdad. Decir sinceramente
la verdad, la existencia, la belleza y lo bueno.
Quiero decir la verdad, esa verdad que miente
sin reparo, sin freno.

Miente a los valerosos, también a los villanos,
dice que sus razones justifican sus actos.
Miente en sus corazones manchándoles sus manos,
les hace creerse intactos.

Los héroes están locos, cuál héroe de Cervantes,
hablan al horizonte, hablan a las estrellas,
hablan como los perros, y con los caminantes,
de perdón y querella.

La belleza está oculta tras cortinas de seda,
también bajo las camas y bajo las aceras.
La belleza se ha ido donde verla no pueda
el hombre ojos de fiera.

El sol es luminoso y entra por las ventanas,
no quema, no lastima, no daña, sólo es bueno.
Lo bueno abre los puños, hace manos hermanas
se estrechan en el cielo.

Lo que es es ser y existe, es verdad y mentira,
es bondad y belleza, es el sol asesino
qué al mirar a la tierra, es todo lo que mira,
es fortuna y destino.

La verdad decir quiero, en hipérbaton fuera,
con una aliteración, con las luces lucirla
y así sin presunciones, decir de otra manera
la verdad y sentirla.

Quiero decir la verdad, andando codo a codo.
Ser un ser quijotesco sin Sancho y sin molino.
Saber que no sé nada, que nada es nada y todo,
no desear ser camino.


Talio



viernes, 4 de mayo de 2018

Elegía a Francisco García Olvera

(Al maestro Francisco García Olvera,
querido Panchito, quien enseñando
lo inenseñable, me mostró lo imposible.)


Yo quería repetir tus reflexiones
en un acto de mímesis diáfana,
yo quería sin mayores pretensiones

tener un alma inteligente y sana.
Yo quería por tus discursos
con certeza, sin fe, con alma ufana.

Mas no pude de ti seguir el curso,
ni pude perseguir tu itinerario;
en mis ojos no existe ese recurso.

Ha sonado en la iglesia el campanario
anunciando a los vientos tu partida;
te has ido de la cama al relicario.

Y así sin vida dejaste la vida
dejando tras de ti un sueño vacío
de pasos con la libertad asida.

Te cobijó el primaveral hestío,
embarcándote en el fluir del Aqueronte
donde por vez primera no hizo frío.

El frío se diluyó en el horizonte
dejándonos como eruditos tontos,
sin claridad al ver la idea del hombre.

Dejándonos, me dejaste y afronto
que jamás podré ver tal alegría
como la de tu corazón: el ponto.

Mirando al otro de reojo sabías
que era parte de verte en el reflejo,
que esa imagen discreta permitía

distinguir entre el sabio y el pendejo.
Fuiste y eres igual: otro y el mismo,
fuiste ventana, también fuiste espejo.

Gracias a ti hay filosofía y no abismo,
hay vida en reflexión, hay oro puro,
hay sarcasmo, broma y fino cinismo.

La tierra te tendrá siempre seguro
y mi corazón te tendrá cercano,
tan pegado, tan juntito, tan justo.

Caminará por los papiros mi mano
cantando la canción de todo el mundo,
del mundo ante tu partida es vano.

Es vano de alegría, es un vagabundo:
vaga por la razón en un desliz,
vaga por lo más malo y profundo.

Conformo tu imagen frágil cual codorniz;
fuerte: eterna, entelequia, idea.
Conformo en tu recuerdo la vida feliz.
Felicidad es Francisco García Olvera.



Talio