Presentación

Presentación

miércoles, 6 de noviembre de 2019

Anden

Pies que, por los caminos,
van arrastrándose al viento,
caminen rápido o lento,
enérgicos o cansinos,
entre el azar el destino. 
Anden, escalen al cielo,
desde el más profundo suelo.
Anden con mucho sentido
hacía donde nunca han ido,
ándense lejos del duelo. 

Glauco

martes, 5 de noviembre de 2019

Sin palabra y sin boca

¡Ay del que nació sin boca!
¡Cómo come, cómo bebe!
¡Cómo saborea la nieve
de limón y la derrota!
En él el decir no brota,
ni recibe información,
no sabe qué es la oración,
ni sabe qué es el cantar.
Tampoco puede pensar
ni ejecutar la emoción. 

¡Ay del pobre de palabras! 
¡Cómo ama, cómo odia!
¡Cómo canta una rapsodia
de las que solas se labran!
Las palabras escalabran
y él no puede hacernos daño,
y aunque nos resulte extraño
tampoco puede cuidarnos.
¡Pobre, vive sin hablarnos,
sin que le demos la mano!

Glauco

sábado, 2 de noviembre de 2019

En el cielo

Hay un lugar en donde todo es uno,
gigante como el ojo de una aguja;
profundo cual reflejo de burbuja,
hay un lugar igual como ninguno. 

Paredes de misterio lo limitan
y cúpulas de dogma son su cielo.
Es casa de nuestro primer abuelo,
morada donde todos van y habitan.

Habitan Lucio Séneca y Horacio,
Atila "El Huno" y los treinta tiranos,
habitan los judíos y los romanos.

Todos son todo y uno en este espacio
de amor, respeto, muerte y vida eterna.
Hay un lugar donde no hay odio y pena. 

Glauco

viernes, 1 de noviembre de 2019

Eusebio

Nos traen a la vuelta y vuelta
en este mundo marchito.
La vida eterna anda suelta
escondida tras un grito. 

Gritan de furia y de miedo
los que no viven por siempre. 
Gritan fuerte y gritan quedo
desde que están en el vientre. 

Nacen a la vida vacua,
vida de vida vacía.
Es la muerte como el agua:
inunda y también rocía.

La guerra atasca su hambre,
la naturaleza llueve.
Muerte: madeja de estambre
en donde todo se mueve.

Este estambre gira y gira,
se acaba de desmadeja,
a veces teje una tira,
otras más teje una reja. 

Atrapados sin salida,
la eternidad nos apresa
en una ilusión de vida,
en una muerte sorpresa. 

Nos traen con el agua al cuello
en este deseo sin fuente.
El deseo es el atropello
de los deseos de la muerte. 

¿Cómo habremos de morir
si no queremos hacerlo?
En eso se va el vivir:
en querer y no saberlo. 

Sabemos que todo acaba
con la muerte entre los brazos:
corazón que se deslava
después de tantos abrazos. 

Así pasamos los vivos,
como nada en este todo,
colgando de los estribos;
muriendo de todos modos. 

Ven muerte que ya te espero,
que ya te anhelo y te ansío.
Ir contigo es lo que quiero
para vivir siempre frío. 


Glauco