Presentación

Presentación

martes, 6 de junio de 2023

Llanto

 
La humanidad entera me vino en el bautizo:
razón y sentimientos, consciencia de ser hombre
(de humano, no de macho) sin Dios ni paraíso,
eso y más me devino cuando me dieron nombre. 

Lleno de mí, mi nombre le ha dicho a todo el mundo
quién soy, de dónde vengo, también a dónde voy,
pero llamarme Glauco no llega tan profundo
para decirle a todos el humano que soy. 

Soy paz, soy más, soy guerra, de todos contra todos:
verdad contra mentira; dolor contra consuelo;
un único camino contra diversos modos;
amor contra la nada; sueño contra desvelo.

Soy el que te traiciona queriendo ser leal. 
Soy el que se desvive deseando no estar muerto.
Soy el que niega un orden y vive al natural. 
Soy el que cuenta un cuento y te dice que es cierto. 

Atento contra todo y todo me preocupa.
Me duele el ignorante, mas siempre mal enseño. 
Escupo contra el pueblo pa' que el pueblo me escupa. 
Realmente nada tengo, de todo soy el dueño. 

Discuto contra todos pues tengo la razón.
De mis razones dudo, soy cierto de la fe,
soy como un prisionero sin celda y sin prisión
que ansía su libertad y libre nunca fue. 

Juan Rulfo, Dostoievsky, Platón y Juvenal,
Collodi y su Pinocchio, Hernández y Machado
son unos de los tantos a los que copio mal.
Soy malo pa' copiar, pero no soy malvado. 

Si acaso he sido ejemplo de alguno he de decir
que vio lo que quería y no lo que debía.
No sé por qué se vive, ni sé por qué morir,
pero sé que mi vida por otros la daría.

De lo anterior no hay nada que mi nombre revele,
quizá ése no lo es como yo no soy este 
que con todos respira y su respiro duele
o tal vez sí lo soy aunque serlo me cueste. 

Debería de llamarme Judeca o Ptolomea,
algo que vaya más conmigo y mi quebranto.
Aunque yo me imagino que para quien me vea,
si me mira profundo, dirá por nombre Llanto. 

Glauco


lunes, 5 de junio de 2023

Para el amor siempre hay tiempo

 

Mientras el campo trabajo,

ya sea de tierra o de ideas,

pienso en mirar tu retrato

y en que, al mirarlo, me veas,

porque de ti no me canso. 

Siempre hay tiempo. ¡Siempre hay tiempo!


Ando a la prisa en la calle,

en mis venas y pulmones.

Ando contigo en mi sangre,

en mi barrio, en los ciclones.

Ando detrás, tú adelante. 

Siempre hay tiempo. ¡Siempre hay tiempo!


Me revienta la visión

la luz en el alto cielo;

no me deja ver el sol

y ando con la vista al suelo,

buscando en la sombra amor. 

Siempre hay tiempo. ¡Siempre hay tiempo!


Para el amor siempre hay tiempo

porque estamos para amar.

La masa y el movimiento

se transforman al vibrar,

se vuelven amor con cuerpo. 

¡Siempre hay amor! ¡Siempre hay amor! 


Glauco

viernes, 2 de junio de 2023

El cuento del amor

 
Alguna vez oí el cuento
sobre el amor milenario,
ése que todos se cuentan
y quieren sentir a diario.

¡Qué si el amor es feliz!
¡Qué si el amor nos completa!
Dante no encontró a Beatriz,
ni Romeo besó a Julieta. 

El amor anda de prisa
y se entierra como dardo,
le hizo el engaño a Eloisa
y mató a Pedro Abelardo. 

El sueño hizo lo que hace
convenciendo al soñador
de que en las palabras hace
eso que llaman amor. 

Eso n'omás es real
si se haya tras la palabra
el discurso natural
donde lo cierto se labra. 

Si me encontrara al amor,
le contaría el mismo cuento,
para mirar el terror
en su rostro descontento. 

No hace falta ir al infierno
ni salir de la ciudad
para encontrarse lo eterno
de la cruda realidad. 

La realidad es que aquello
que sobre el amor se dice
pone máscara a lo bello
y ese disfraz nos maldice. 

No quiero vivir del cuento
en el que Dios miró a Dante
tan sólo para decirle
que nada hay más adelante. 

No quiero ser el relato
donde es bonita la muerte
de Julieta. Es desacato
del lector amar lo inerte. 

No quiero el amor prohibido
de la alumna y el maestro
que termina consumido
entre las fauces del estro. 

Quiero el amor verdadero,
ése que arranca la calma
para mirar al barquero
mientras le arranco mi alma. 

Quiero ser dueño de mí,
de mi bebé y de mi esposa,
sin que un cuento me disponga
que esa vida no es hermosa. 

Glauco

jueves, 1 de junio de 2023

Ya muerto

 
El amor es tan volátil,
cuando menos te lo esperas
se va y viene, viene y va,
algunas veces es fácil
y otras te invita a que mueras:
lo que te quita te da. 

El amor a mí me ha dado
la dicha, la paz, la gloria
de abrirme hacia los demás,
mas también me ha arrebatado
como una incesante noria
la misma dicha y la paz. 

Amor, maldito misterio,
maldito cuando despierto,
maldito cuando me duermo…
Amor, ya mátame, ¡en serio!,
que por ti, vivo, estoy muerto
lo mismo que un campo yermo. 

Glauco