Presentación

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miércoles, 28 de octubre de 2015

Medianía seria

¿Por qué existen dioses en la naturaleza? ¿Para qué pensar sobre ellos si nunca podremos verlos? ¿Cuál fue el origen de nuestro lenguaje? ¿Qué significado tiene que haya experiencia de lo inefable? Contestarlas no es tan fácil. Al leer dichas preguntas quedamos perplejos por su tamaño titánico. Por lo mismo evitamos precipitarnos para dar una solución. Parecieran excedernos tanto que se escapan a nuestro entendimiento humano, ahí sí necesitaríamos ser dioses para enfrentarnos a los cuestionamientos. 
    Aunque ya no hagamos preguntas concernientes a la divinidad, el tamaño y profundidad siguen presentes en nuestras investigaciones, incluso la apariencia irresoluble. En diferentes disciplinas de conocimiento se muestran las dificultades titánicas en el estudio del hombre. Por ejemplo, en la física o la química, aún resulta un enigma y una interrogación abierta cuál es el origen del universo. O en la biología todavía no se tiene una certeza absoluta en cuál fue el comienzo de la vida en la Tierra. Entre explosiones y contracciones constantes, contribuciones cosmológicas y caldos no comestibles , los especialistas discuten y emprenden sus investigaciones. En este sentido los congresos o las publicaciones ayudan bastante para mantener comunicados a los especialistas. Los callejones sin salida se mantienen, la ciudad sólo se ha sofisticado. 
    Frente a ello, la mayoría de las personas o, en términos refinadamente precisos, el vulgo, no comprende ni una letra de lo que se expone.  Entre estos hombres y aquéllos parece abrirse un abismo irresoluble, y de un algún modo puede verse con claridad: quien ascendió a los cielos del conocimiento no desea aterrizar para hablar con el resto de los hombres. La plática que pueda haber entre ambos puede resultarle al etéreo una insipidez o una pérdida de tiempo. Aunque sea una persona chaparrita, ahora su corazón es de gigante. 
    Sin embargo, ¿no cabe la posibilidad de que aquel desinterés no tenga nada que ver con su condición? En ocasiones el especialista puede esconder su ignorancia al rechazar la plática con alguien ajeno al gremio. Ya sea por vanidad o por un verdadero temor a reconocer su deficiencia, cuántas veces no hemos sabido que el especialista no quiera saber nada afuera de su área: que el biólogo huya de las matemáticas al creerlas incompatibles con la vida animal o que el lingüista asuma que su conocimiento y el de la investigación política sean agua y aceite*. Siendo así, con mayor facilidad, el especialista puede evadir la conversaciones con los vulgares, ¿para qué hacerlo con alguien que no ha ascendido al mismo nivel?
       Esta disposición a rechazar pláticas aparentemente bobas o simples puede surgir en el mundo terrenal. Nuevamente escuchamos cómo el ávido lector de periódico tacha de idiotas las pláticas de noviazgo de un preparatoriano o que los amores de verano parecen superfluos al contador eficiente de una empresa (por eso seguramente en los cursos motivadores para el oficinista, el chisme resulta un distractor). No obstante, reconocemos que este rechazo muchas veces tiene su origen no en la naturaleza de la conversación, sino en la disposición de los interlocutores. No es que el problema o el punto para platicar sea difícil o irrelevante, en realidad los involucrados son quienes menos quieren tratarlos. 
       La actitud previa resulta peligrosa. Rechazar las pláticas casuales por las trascendentales siempre trae consigo un prejuicio, el cual nos oculta un posible nexo entre ambas. Al final de cuentas, para ascender al cielo se tuvo que partir de lo mundano. Aceptar a la persona de enfrente puede darnos la oportunidad de una plática interesante. Simple sentido común, ésa que a veces olvidamos por haber ido a la escuela. 

*A pesar de ser ejemplos relativos a la ciencia o a las facultades de las mismas, tales actitudes podemos verlas también en el resto de la universidad. Por ejemplo, que los positivistas no hablen con los marxistas o que los metafísicos no volteen el rostro a los analíticos.

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