Mientras el hijo descansa
para que la madre pueda
limpiar su minialameda,
el tiempo pasa y avanza,
renovando la esperanza
de que al poder terminar
de barrer y de trapear
dormirá como un lirón,
mas, el descansado llorón
no la deja descansar.
Talio
No hay comentarios:
Publicar un comentario