Presentación

Presentación

viernes, 30 de julio de 2021

Sin mirar

 
Igual que canto de Orfeo:
te hablo pero no te veo. 
No te veo ni puedo verte
porque eso traerá la muerte. 

Tal como Lot y su esposa:
la mirada es tenebrosa
al escapar del pecado
que encanta al enamorado. 

Y aunque te digo mi musa,
soy Perseo, tú eres Medusa.
Tú no eres petrificada;
yo no miro tu mirada. 

Glauco

jueves, 29 de julio de 2021

Nadie debería estar listo

 
Dicen que nadie está listo
para aceptar a la muerte.
¿Quién estaría dispuesto
a abandonar a su suerte
a las personas que ama?

¿Quién dejaría que la arena
volara sin rumbo fijo
sin chocar contra lo bueno
del padre que carga a su hijo
y le enseña a amar el mar? 

¿Quién querría dejar la vida
sin antes darle a este mundo
un poco de lo vivido
en el corazón profundo
de todo lo que es humano? 

¿Quién pretendería siquiera
pensar que el mundo sin él
es un mejor derrotero,
más cuando el mundo aquel
es todo lo que tenemos? 

¿Quién diría estar preparado
para abandonar la vida
si esta preciosa vereda
es llama eterna encendida
donde todos son felices? 

Nadie debería estar listo
para ver que alguien se muere.
Todo el respeto que existe
por el hombre que se quiere
debería volverlo eterno. 

Glauco

miércoles, 28 de julio de 2021

Elegía a Marlon Ortiz Dagio

 
Sin poder ver tu rostro te me fuiste
y te me fuiste para no volver.
¿Dime en qué cielo extraño te escondiste? 

¿En dónde habrá de verte tu mujer
si con cada remanso de memoria
sabrá lo que es dolor y no placer? 

Formamos juntos una breve historia,
y de los dos tú fuiste más feliz.
Desde antes de irte estabas en la gloria. 

Y hoy tengo en mi mirada un cielo gris
porque debí enterarme de tu muerte;
tengo el sabor amargo del anís

que finge al embriagarse el hombre fuerte;
pero ya no te tengo en esta tierra
que poco a poco en garra se convierte. 

Tu ausencia a los dolores me destierra,
me sume en el aroma de las penas
y junto a mis heridas va y me encierra. 

Enciérrame el callar de las sirenas,
de ángeles y sopranos y tenores
que cantan a los frutos de tus venas. 

Hoy eres uno más de mis dolores. 
Eres de mi dolor el más reciente,
dolor que no acaba en un mar de flores. 

Mis memorias de ti son recipiente
de todas estas lágrimas acuosas
que no me hacen más sabio ni valiente. 

Quisiera ir y decirte tantas cosas
que no pude decirte cada día
por todas esas riñas tan graciosas

de nuestra convivencia en alegría. 
Decirte que en verdad fuiste mi amigo,
y que entre tantas bromas te quería,

que en tu lealtad hallé un grandioso abrigo,
que en tu compañerismo hallé consuelo;
que en tu vivir, del bien yo fui testigo. 

La muerte te ha cubierto con su velo,
y tú a la vida, de bien, la cubriste
como cubre la nube al alto cielo. 

¿Dime en qué cielo extraño te escondiste
para poder buscarte en cada canto,
en cada rezo, en cada noche triste,
donde claree mi vista con el llanto? 

Y aunque es muy cierto que la muerte existe,
es cierto que en amor morimos menos. 
Y todo lo que no dije y no dijiste
ya nunca, nunca, lo platicaremos. 

Glauco

martes, 27 de julio de 2021

Tiresias

 
Un día que se apareaban dos serpientes
un hombre decidió que se apartaran.
Los sexos las razones enmascaran,
los sexos ven razones diferentes. 

Ser hombre y ser mujer fue su condena
y su condena lo volvió más sabio. 
Un hombre que besaba el propio labio
siendo para sí mismo mujer buena. 

Un día que Zeus y Hera discutían
buscaron su saber y al encontrarlo
debieron castigarlo y enmendarlo:

le dieron lo que ellos no sabían:
sombra y futuro. Tú que lo desprecias
nunca sabrás lo mismo que Tiresias. 

Glauco