Un día que se apareaban dos serpientes
un hombre decidió que se apartaran.
Los sexos las razones enmascaran,
los sexos ven razones diferentes.
Ser hombre y ser mujer fue su condena
y su condena lo volvió más sabio.
Un hombre que besaba el propio labio
siendo para sí mismo mujer buena.
Un día que Zeus y Hera discutían
buscaron su saber y al encontrarlo
debieron castigarlo y enmendarlo:
le dieron lo que ellos no sabían:
sombra y futuro. Tú que lo desprecias
nunca sabrás lo mismo que Tiresias.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario