Antes de mirar el mundo como es
le damos un vistazo diferente
a nuestro corazón y a nuestra mente,
mirándonos en aquel mundo al revés.
Encontramos de ese lado nuestra tez
que es en ese reflejo omnipresente;
quien quiera ver a otro no lo intente,
ni siquiera mira ahí sus propios pies.
Al salir todo se nos vuelve ajeno,
miramos mil pisadas y mil rostros
que nos son nuestros sino son de otros.
De mí y de otros el mundo está lleno,
lo vi en la mañana al ver el reflejo
de un mundo que se oculta en el espejo.
Talio
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