Convertida en llanura mi mirada
da paso al nacimiento de la pura
vida, fuente de amor y de frescura,
que engalana toda la temporada.
Veo a tu palabra caliente y rosada
cantando a la quietud de la llanura,
desde lo más profundo de la altura,
que haga brotar la tierra trabajada.
Es linda la mirada de tu boca:
tus labios con arado de pestañas
y tus pupilas como perlas blancas.
Tu palabra en mi alma nunca es poca,
endulza de saliva mis entrañas
cuando todas mis penas las arrancas.
Glauco
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