Tengo en un reloj de arena
la tormenta de mil besos.
Tengo mil granos de avena
alzando hacia el sol su rezos.
Tengo en el sol viejos días
disfrazados de comienzos.
Tengo un mar en sintonía
con el olor de tu artista.
Tengo un será que sería
el tiempo de un novelista.
Tengo un gitano de viaje
acrecentando su vista.
Tengo un extraño brebaje
contenedor de un secreto.
Tengo en mi cama un oleaje
golpeando tu pecho abierto.
Tengo en la oreja un grillito
dictándome su decreto.
Tengo paisaje bonito
tras de mis ojos cerrados.
Tengo el corazón bendito
por los que se han persignado.
Tengo el color de la selva
entre mis pasos guardado.
Tengo en mi boca una cueva
vacía para una doncella.
Tengo algo de sangre nueva
que hará que brille tu estrella.
Tengo una explosión de vida
que en toda vida hará mella.
Tengo una muerte suicida
oculta en la eternidad.
Tengo una fruta podrida
del árbol de la verdad.
Tengo un águila en mi pluma
deseando la eternidad.
Tengo en mi verso la espuma
que se mezcla con la arena.
Tengo en mi poema una cuna
que deja mi alma serena.
Glauco
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