Lo dicho alguna vez será futuro
y una vez dicho ya será presente.
El tiempo dicho ya no es diferente.
Una vez dicho el tiempo ya es maduro.
Se dice que el pasado habla primero
y que lo hablado llegará algún día.
El tiempo dicho en la boca se enfría
y las palabras en tiempo son fuego.
Así entre hablar y no se va la vida
y así entre hablar y no la vida viene;
viene y se va; en el tiempo se sostiene.
El tiempo y la palabra dan cabida
a la más grande de las alegrías:
la esperanza que da la profecía.
Glauco
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