Estoy agradecido por esperar el día
en que refulja el brillo de la mirada humana
volviéndose testigo del gozo y la alegría
de una nueva mañana.
Agradezco a los peces, a las plantas y al cielo
por estar tantos meses esperando ahí afuera
para vernos mil veces, como ángeles al vuelo,
repoblando la tierra.
Gracias por esta vida, por su nuevo valor,
porque no está podrida, por el gran sacrificio
de la letra divina que nos habla de amor
sin trampas ni artificios.
Las aguas de la lluvia pintan en la ventana
una esperanza junta de salir y mojarnos
sin poner en peligro al hermano, a la hermana
que están por saludarnos.
Espero ver la fiesta, la graduación, la boda,
beber una cerveza, y brindar por la vida.
Espero la sorpresa, espero verla toda
mostrando mil salidas.
Espero los reencuentros de padres y de hijos,
de nueras y de suegros, de novia enamorada.
Espero aquel momento de recibir cobijo
que muestre mil entradas.
Saldremos y veremos que el mundo sigue igual
y lo valoraremos aunque no sea mejor
porque aquello que es bueno no debe mejorar,
siempre tiene valor.
Iremos al trabajo y a la monotonía
que no causará estragos en nuestra condición
de tipos encerrados, porque este nuevo día
tendrá otro corazón.
Los besos serán besos de anhelo y de añoranza,
dejarán labios lesos a fuerza de mordidas,
a fuerza de deseos, marcarán la esperanza
de una pasión vivida.
Las guerras serán nuevas para el sobreviviente
que con las manos llenas de fuerza y patriotismo
irá con sus dos piernas y su ánimo valiente
a defender lo mismo.
A fuerza de esperanza los pobres seguirán
sobándose la panza soñando con comer,
rezarán su alabanza y al Señor gritarán
que lo quieren tener.
Valoramos la ausencia de nuestra libertad
Confiamos en el hombre para curar la llaga
que el mismo hombre ha formado con toda su maldad;
la libertad es vaga.
Mejor estar unidos en las dificultades.
La esperanza y sus nidos dan a luz a la nueva
armonía de latidos que cantan las verdades,
hijas de Adán y Eva.
Gracias por la poesía y gracias por la ciencia,
por la filosofía y por la vida misma.
Gracias por la agonía que nos da la consciencia.
Gracias por este cisma.
Gracias por la familia. Gracias por los amigos.
Gracias por las pandillas y por los desvalidos.
Gracias por lo que brilla y por estar conmigo.
Estoy agradecido.
Glauco
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