Ya no es a ti a quien recuerdo.
Sólo recuerdo tu foto
adentro de un marco roto.
En la memoria me pierdo.
Ya tu ausencia no lamento.
Lamento que te recuerdo
como si mi lado izquierdo
no tuviera movimiento.
Ya no te veo en el ocaso
ni te veo cuando amanece.
Con la luz contra mis ojos
la sombra del cóndor crece.
Ya no miro hacia los cielos
dónde el anhelo se mece.
Con la luz contra mis ojos
la sombra del cóndor crece.
Ya no repito tu nombre.
Sólo digo una oración,
huyo de la perdición
Es como ser Dios sin hombre.
Ya no te busco al pasar.
Sólo paso y miro abajo
buscando un escarabajo
que me haga desangrar.
Ya no viajo a tu morada
para que tu voz me rece.
Con la luz contra mis ojos
la sombra del cóndor crece.
Ya no iluminas mi entorno
porque tu luz languidece.
Con la luz contra mis ojos
la sombra del cóndor crece.
Ya no lloro de contento.
Sólo lloro por llorar
mis lágrimas en el mar
que se funden con el viento.
Ya no es a ti a quien recuerdo.
Sólo recuerdo tu ayer.
Recuerdo: eras la mujer
con la que pacté un acuerdo.
La realidad entristece
y yo sigo estando solo.
Mientras contra la luz crece
la sombra del propio cóndor.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario