El envolvente invierno no calienta
por el efecto de sus propias manos,
enciende una lumbrera en los humanos
y así el invierno su calor alienta.
No es el invierno ausencia de calor
ni trae la muerte a la naturaleza,
es el momento en que la vida empieza,
la espera que muy pronto será amor.
Así entre vientos gélidos la vida
encuentra nuevas formas de estar viva;
a veces el abajo es el arriba
y lo que es como entrada es la salida.
No importa padecer en el invierno
si el deseo de vivir es sempiterno.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario