Dueña de la vida y dueña de mi amor
es la tierra fértil vuelta corazón.
Entre abono y agua, trabajo y calor
surge quien se adueña de mi devoción
por vivir la vida, belleza y verdad,
por amar a muerte y morir en paz.
Brotan viento y sangre de la caridad
de la tierra fértil que ya no está al ras.
Y entre campo y flores de etéreo saber
creo que se me oculta todo lo que sé.
La vida es lo mismo que amar, ver y ser.
Soy, amo y te veo, y lo puedes ver.
Glauco
No hay comentarios:
Publicar un comentario