A diario me entra el sol por la ventana,
se vuelve tigre al ir a mis pestañas.
El sol le da calor a mis entrañas
pa' que yo dé calor a la mañana.
La noche y el calor lloran al tiempo
que el sol me desvanece de los sueños.
La noche y el calor ya no son dueños
del cielo, ni del tiempo, ni del cuerpo.
Despierto y sé que soy un ser despierto.
Me duermo y nunca sé que estoy dormido.
Es un misterio el momento vivido
como es misterio aquel momento muerto,
por eso viene el sol hasta mis ojos
a hacer del sueño onírico rastrojo.
Glauco
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